Hace 85 años Italia parió a una de sus hijas más polémicas, Oriana Fallaci. Mujer de guerras, maestra de la entrevista y crítica feroz del islamismo radical. Su curiosidad y coraje la llevaron a sentarse frente a poderosos políticos como Henry Kissinger y Yasser Arafat, entre otros.
Oriana Fallaci detestaba las entrevistas. Comenzando por las que hacía a los poderosos de la tierra, así los llamaba; tampoco quería ser entrevistada, decía que manipulaban sus respuestas. Sin embargo, fue el género periodístico en el que más se lució. Para Fallaci un periodista tenía que introducirse, hundirse en el corazón del entrevistado, y ella supo cómo hacerlo, sus históricas conversaciones a veintiséis personajes políticos del mundo son prueba de ello, quedando como registro el libro que publicó en 1974.
Entrevistando también conoció al compañero de su vida, Alekos Panagoulis por la década del 70. En su nombre escribió la novela “Un hombre” (1979) donde cuenta la vida de este héroe de la resistencia griega quien murió el 1 de mayo de 1976 en un accidente automovilístico.