Es llamativo cómo en las últimas dos décadas se ha acrecentado la presencia de las mujeres en nuestra literatura. Si bien es cierto que aún falta avanzar un buen trecho para lograr la anhelada igualdad, existen señales positivas de que esa aspiración va por el camino correcto. La visibilización de diferentes voces femeninas se ha multiplicado en prácticamente todas las disciplinas –poesía, narrativa, teatro, ensayo– y en los recuentos anuales, donde antes se les asignaba un papel secundario y casi por compromiso, hoy suelen ocupar los puestos preeminentes. Los principales beneficiarios de este deshielo son los lectores, quienes han accedido al trabajo de autoras dueñas de un incuestionable talento como Karina Pacheco, María José Caro, Gabriela Wiener, María Belén Milla, Mariana de Althaus, entre muchas otras.
Esta apertura no se restringe a un mayor acceso a la obra de nuestras escritoras, sino también a la publicación de distintos libros acerca de los desafíos que ha debido enfrentar la mujer peruana y las conquistas conseguidas con base en una férrea voluntad y lealtad inconmovible a su vocación y a sus principios. Hace unas pocas semanas reseñé el estimable “Mujeres que forjaron el Perú”, compilación de perfiles sobre heroínas –algunas célebres y otras virtualmente desconocidas– que jugaron un papel decisivo en las guerras de independencia y soberanía. En esta ocasión Doris Bayly –como editora– y María Luisa del Río –encargada de los textos– nos presentan un panorama situado en el presente y compuesto por una veintena de retratos, reunidos bajo el título “Mujeres del Perú”.
Lo más atractivo del volumen –aparte de la diversidad e interés que encierran los nombres escogidos– es que estos no se han compendiado a partir de una consigna general y difusa, como suele pasar en publicaciones parecidas. Por el contrario, Bayly y Del Río decidieron estructurarlo tomando en cuenta los disímiles conflictos, reivindicaciones, pasiones y manifestaciones culturales que conforman eso que llamamos el Perú contemporáneo. Su objetivo ha sido plasmarlo desde la mirada de un puñado de mujeres –activistas, agricultoras, artistas, deportistas– que por medio de su espacio propio han contribuido a la transformación de nuestra realidad, muchas veces de manera solitaria y paciente, a pesar de confrontar el prejuicio, la marginalidad y todos aquellos demonios que las mujeres en este país deben domeñar cada día.
Entre lo mejor de “Mujeres del Perú” es obligatorio destacar el perfil de Nélida Ayay, que además de ser una valiente activista ambiental y abogada es también un riquísimo personaje de raigambre arguediana. Su consciencia sagrada de la naturaleza va de la mano con una sencilla alegría que le otorga coraje frente a las injusticias de un mal entendido progreso que la estigmatiza y pretende acallarla. No falta tampoco la polémica en estas crónicas, como ocurre con el asunto de la marihuana medicinal. Mientras que Carmen Masías –directora de Cedro– diserta desde un conservadurismo admonitorio, Francesca Brivio –actriz y presidenta de la Asociación del Cannabis Medicinal– apuntala un discurso más novedoso y empático, pero sobre todo menos alarmista.
Imposible pasar por alto el conmovedor perfil de la fina poeta chilena Raquel Jodorowsky, quien debió sobrevivir en esta tierra extranjera vendiendo sus libros personalmente en los cafés de Miraflores sin perder nunca esa magia que nace de la soledad y le hacía “conversar consigo misma y con las flores y los árboles que asomaban desde su parque”. Igual de contundente es el bosquejo acerca de Victoria Guerrero, versátil escritora que ha cantado con acentos estremecedores sobre la enfermedad y el infierno del sometimiento del cuerpo entre los cuartos de los hospitales y clínicas de un Perú deprimido e incendiado.
Quizá algunas crónicas de “Mujeres del Perú” se diluyan en lo meramente informativo, pero es lo de menos: estamos ante un libro valioso que brinda claves de un futuro diferente y más igualitario para todos.
MÁS INFORMACIÓN
Título: “Mujeres del Perú”. Puntaje: 3 1/2. Autoras: Doris Bayly (editora) y María Luisa del Río (textos). Editorial: Melquiades y Huerto Tamarindo. Páginas: 208. Relación con las autoras: ninguna.
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