Hace unos 10 años, un comercial lo explicaba mejor que cualquier estadística o noticia periodística. La escena era clara y estaba gobernada por una atmósfera sombría y desteñida. Un grupo de niños que vestían uniformes escolares caminaban uno tras de otro precipitándose hacia un acantilado donde figuraba un solo cartel que les advertía de peligro. Pero los escolares no se detenían y caminaban hacia el precipicio cayendo de forma irremediable. Al final el mensaje complementaba las imágenes: en el Perú menos del 10% de los escolares comprenden lo que leen.
Lo que parecía una campaña para llamar la atención sobre un problema muy importante pasó desapercibida. Una década después seguimos tratando de solucionarlo.
MEJORAS PERO CON DEUDA
Los resultados de la última prueba PISA 2018 arrojan que el Perú mejoró sus puntajes en comprensión lectora, en matemáticas y ciencias. En comprensión lectora el Perú obtuvo un promedio de 401 puntos, frente a los 398 de la prueba anterior. Lo mismo sucedió con matemáticas, donde subimos a 400, luego de haber obtenido 387; y en ciencias alcanzamos el promedio de 404, superando el puntaje de 397 del año pasado.
Para el escritor, poeta y educador Jorge Eslava, la responsabilidad de la educación de los niños y jóvenes reside principalmente en los adultos, ya que ellos son los encargados de velar por la instrucción de los menores. “En el proceso educativo la tarea fundamental corresponde a los adultos. Son los padres y docentes quienes deben leer y transmitir a los niños la curiosidad y el gusto por la lectura”, señala Eslava antes de agregar que el proceso educativo debería ser abordado desde lo lúdico. “Tal vez no haya experiencia humana más enriquecedora que los juegos del pensamiento”, dice.
Para Eslava, la lectura es un vehículo hacia ese juego del pensamiento que se evidencia luego en el entendimiento, la crítica y la imaginación de los estudiantes. “La lectura nos abre a un conocimiento enorme, que nos descubre emociones tan diversas como el desconcierto y la seguridad”, enfatiza.
El educador, que ha publicado 48 libros de literatura juvenil e infantil, afirma que la lectura no solo da herramientas a los más jóvenes para que entiendan ideas y conceptos y mejoren su aprendizaje, sino que les brinda la oportunidad de relacionarse mejor con las personas y con su propia comunidad. “Quien lee comprende mejor a las personas, a sus relaciones y a la sociedad”, afirma.
Jorge Eslava recomienda que los padres y maestros se encarguen de introducir los libros clásicos que ayudarán a que los niños y jóvenes se acerquen a la lectura y adquieran el gusto y hábito de leer. “Por ejemplo, las fábulas de Esopo, las parábolas de Cristo, los cuentos de los hermanos Grimm, ‘Las aventuras de Pinocho’, ‘Alicia en el país de las maravillas’, ‘Peter Pan’”, menciona el escritor antes de enumerar una lista de libros contemporáneos que también son, para él, fundamentales en la formación de los más pequeños. “El principito”, las novelas de Roald Dahl, Michael Ende y Tomi Ungerer. “Con ellos no hay pierde”, finaliza.