“Salta una rana / en el viejo estanque. / Ruido de agua”. Sea por el icónico poema del poeta Basho o por las decenas de fábulas de Esopo, la rana debe encabezar la lista de animales más citados en la literatura. En “Croac y el nuevo fin del mundo”, el narrador Ricardo Sumalavia se enfoca es este entrañable batracio para tejer una serie de relatos cortos, a veces divertidos, otros crueles, todos de absurdo humor. La rana, protagonista de mitos tanto en las culturas orientales como en nuestras antiguas tradiciones, se convierte para el escritor limeño en un personaje que puede encarnar las más disímiles vidas, habitar todo espacio y atravesar el tiempo, utilizando para ello una máquina del tiempo en forma de un modesto inodoro. Solo es cuestión de tirar de la cadena y dejar que fluya el relato fantástico.
“Definitivamente, el haiku de Ba-sho está presente en todo el libro. Pero el inicio de este libro no fue, exactamente, literario”, aclara el escritor y actual director del Centro de Estudios Orientales de la PUCP. Efectivamente, el origen de estos relatos tiene más que ver con recuerdos de infancia en Iquitos, ciudad de donde proviene la familia materna del autor, de imágenes de la vieja casa de la abuela, de la pileta vacía en el jardín y de la primera rana, de brillante color verde, que pudo ver bajo la lluvia.
“Para mí fue increíble descubrir aquella rana en directo. Solo las conocía por televisión en blanco y negro”, comenta el autor. Pero lo memorable de aquel contacto fue escucharle croar: en ese momento pensó que se dirigía a él.
Y esta anécdota, este croac infantil, reverberó en la memoria de Sumalavia, hasta que saltó del estanque al papel en tiempos de pandemia. Así, a la memoria familiar se sumó su conocimiento de la poesía japonesa, de las leyendas coreanas, de las tradiciones andinas y selváticas, de la cultura pop e incluso de la ciencia ficción.
En “Croac y el nuevo fin del mundo”, surgen relatos que conectan con todas estas tradiciones de forma aparentemente arbitraria, protagonizados por una rana que parece acumular todas las experiencias humanas, saltando de un tema a otro y convirtiéndose en curioso interlocutor nuestro.
Como sucede en su libro anterior, “Historia de un brazo”, Sumalavia decide quebrar las normas de verosimilitud de la convencional narrativa y ofrecernos relatos donde los muertos de un capítulo vuelven a aparecer en el siguiente, en los que los fantasmas resultan más vivos de lo que creíamos. Hay quienes consideran sus libros “raros” para nuestro medio. Él prefiere considerarlos “poco frecuentes” en nuestra tradición literaria. “Me gusta la categoría de la literatura ‘weird’, que resulta más extendida de lo que creemos. De niños crecimos empapados de ella, pero cuando crecemos, pareciera que nos obligaran a distanciarnos de ella. Lo ‘raro’ no es más que una tradición infantil: la capacidad de jugar con libertad”, añade.
Es por ello que Sumalavia juega con elementos de la ciencia ficción, de lo fantástico, del horror, del pop, en divertida hibridación. “Esto también podría llamarse literatura “híbrida”, la que antes era considerada extraña, pero que ahora está absolutamente en todo. Para bien, lo híbrido ya se está normalizando. Está ganando más terreno mientras otras formas canónicas se van desgastando. Va llegar un momento que esta literatura “extraña” va a ser la más común”, explica el escritor.
Por cierto, hablamos que una literatura “rara”, “weird” o “híbrida” en ascenso, pero lastimosamente vemos también que en las ferias de libro la ficción va cediendo su lugar a los libros testimoniales, a la llamada “no ficción”, por no hablar de la autoayuda. ¿Es una demostración de que la tradicional literatura realista, el discurso más recurrente de nuestra tradición, está también en retroceso? Sumalavia lamenta que muchos lectores no adviertan aún que desde lo fantástico se puede hacer tanta crítica social como desde el género realista. “Es más, es algo muy frecuente. La ciencia ficción es una crítica al momento en que se escribió. Es una metáfora de la actual tragedia humana a lo largo del tiempo”, comenta.
Más bien el escritor se hace otra pregunta: ¿por qué si nuestra tradición realista es tan fuerte, hay quienes buscan hacer cosas distintas? Para el autor de “Croac”, las tradiciones nacen siempre de lo que fue en su momento marginal. “Claro, cuando lo confrontas con las ventas de la feria del Libro, por ejemplo, te das cuenta de que la gente que va a esos espacios tiene otro tipo de intereses. Y no sé si estamos escogiendo el universo de lectores correcto para ver el pulso de le lectoría literaria en el Perú. Yo lo creía antes, pero ahora tengo mis dudas”, advierte.
Al final, sean relatos de género realista o fantástico, la gran pregunta será para qué leemos ficción. Una respuesta que, para Sumalavia tiene distintas respuestas, pues la lectura te da múltiples posibilidades. “Es lo más rico y libre que te puede ofrecer un mundo que, lamentablemente, siempre está tratando de acorralarnos. Leer ficción es nuestra manera de armarnos, es una herramienta combativa. Y eso me da cierta tranquilidad para seguir soportando este mundo”, añade.
La presentación
Lugar: Librería El Virrey, Bolognesi 510, Miraflores.
Día: Jueves 15 de setiembre, 7 pm.
Presentadores: María Belén Milla Altabás y Christian Briceño.
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