El primer libro de la saga “Crepúsculo” salió de imprenta en el 2005 y fue un éxito instantáneo. La historia de vampiros adolescentes escrita por Stephenie Meyer (Connecticut, 1973) gozó de tan buena fortuna literaria que pronto se abrió paso para la adaptación cinematográfica: tres exitosas películas que lanzaron a la fama a Robert Pattinson y Kristen Stewart, como el joven y misterioso vampiro enamorado Edward Cullen y la humana, su devota novia, Bella Swan.
El último libro vio la luz en el 2008 y hoy, 12 años después, el nombre de Stephenie Meyer vuelve a lucirse en los escaparates del mundo con su nueva novela: “Sol de medianoche” (Alfagura, 2020). Este libro no alarga la saga, sino que, de alguna manera, la complementa. La novedad radica en que, mientras “Crepúsculo” es una saga contada desde el punto de vista de Bella, “Sol de medianoche” cuenta la misma historia, pero bajo la mirada de Edward.
Los fans aún no se ponen de acuerdo sobre si están satisfechos, confundidos o sorprendidos con esta entrega, pero su autora respondió a El Comercio, vía correo electrónico, algunas preguntas sobre su más reciente publicación y sobre el universo vampírico que nunca pasa de moda.
¿Qué significó volver a la historia de “Crepúsculo” después de tanto tiempo? ¿Mientras escribías este libro pensaste que algo de la historia original se pudo hacer de otra manera?
Realmente nunca me alejé de la historia de “Crepúsculo”. Aunque tomé descansos para escribir otros libros, llevo 12 años trabajando en “Sol de medianoche”. Hubo muchas cosas pequeñas que me hubiera gustado cambiar, líneas y cosas así, pero la trama es la que es. No estaba buscando cambiarlo, solo explorarlo desde un ángulo diferente. Me hubiera encantado haberlo publicado más cerca de la publicación de “Crepúsculo”, pues habría tenido mucho más sentido, pero simplemente me llevó mucho más tiempo escribirlo.
El nuevo libro nos mostrará a un Edward menos misterioso que el que conocimos en “Crepúsculo”. ¿Perderá su encanto?
Edward, por supuesto, no es en absoluto misterioso cuando estamos dentro de su cabeza. Y sí, aquellos que lo amaban por su misterio probablemente no lo encontrarán tan encantador. Pero para mí, este siempre fue Edward. Siempre supe lo que pensaba y sentía mientras escribía “Crepúsculo”, así que nada sobre Edward en “Sol de medianoche” me sorprende. Sabía que estaba torturado por la ansiedad y paralizado por la creencia en su propia maldad. Sabía que estaba mucho más infeliz que Bella. Sus complejidades son más evidentes ahora, pero también lo son sus demonios.
La figura de Edward que tenemos los lectores ahora, después de las adaptaciones cinematográficas, está directamente relacionada con la caracterización de Robert Pattinson. ¿Cuánto ha influido la recepción de las películas en la creación de este nuevo libro?
Las películas hicieron que mi ya lento proceso de escritura fuera aún más lento. Con todo el tiempo que pasé trabajando en las películas, la versión cinematográfica comenzó a afectar mi versión personal de la historia. Hizo que fuera más difícil y más lento volver al personaje para escribir. Escribir “Vida y muerte” –el libro en el que reinterpreto “Crepúsculo” para el décimo aniversario de su publicación– fue increíblemente útil para terminar “Sol de medianoche”. Me ayudó a volver a la forma más pura de mis personajes y eso hizo que la escritura fuera mucho más rápida.
¿Podríamos esperar nuevos libros que profundicen en las historias de los otros personajes de “Crepúsculo”?
Si alguna vez llego a escribir secuelas de “Crepúsculo: Amanecer”, mis narradoras serán Renesmee Cullen y Leah Clearwater.
Tus libros hablan del amor puro entre humanos y personajes sobrenaturales. Una idealización del amor, ¿no?
Me encanta experimentar el romance de ficción, tanto escribiéndolo como leyendo las historias de otras personas. El romance ficticio es mucho más satisfactorio, porque los personajes encuentran un camino para superar todas las barreras que el mundo pone en su camino. El amor del mundo real nunca es tan puro ni tan satisfactorio.
El género vampírico siempre ha recurrido a historias muy sensuales. ¿Podrías aventurarte en historias más adultas? ¿Tal vez en la novela erótica?
No, no escribiré novelas eróticas. Me gustan las historias dulces, los primeros momentos. El primer toque y el primer beso. Esos momentos que a menudo se pasan por alto… Me gusta enfocarme en ellos.
¿Qué opinas de las críticas feministas que ha recibido “Crepúsculo” en los últimos años? En este nuevo libro, ¿respondes a alguna de esas críticas?
“Crepúsculo” es una fantasía escapistaI. Fue mi escape. Como madre joven, necesitaba interactuar con los adultos, incluso si esos adultos estaban solo dentro de mi cabeza. El amor verdadero fue el escape que más me atrajo, y aunque ciertamente hay fallas en la historia, era el lugar que necesitaba en ese momento de mi vida y me hizo muy feliz, así que no lo cambiaría. La historia de “Sol de medianoche” no se vio afectada por ninguna crítica a “Crepúsculo”, porque tenía que reflejar perfectamente la trama de la saga original. No era posible hacer cambio alguno.
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