Alejandra  Sánchez

En lugar de estar sentada en mi cama sufriendo, voy a escribir algo”. Eso es lo que se dijo a sí misma Clemencia Granados, abogada y escritora, antes de comenzar su novela “Pangea” (Planeta, 2022). En medio de la incertidumbre de la pandemia durante marzo del 2020, agregado a una complicación médica, la peruana decidió cumplir uno de los objetivos que tenía: escribir su propio libro de ciencia ficción donde pueda incluir su afición a la política, herencia de la carrera que estudió.

MIRA: “En Latinoamérica nunca ha habido izquierda, más allá de ciertos nichos universitarios o guerrillas”

En conversación con El Comercio, Clemencia confiesa que es fanática de la ciencia ficción desde muy pequeña. Y ya de mayor, siguió con la saga de “Los Juegos del Hambre”. Desde ahí no ha parado de consumir obras de este género. Desde 2018, durante la elaboración de su tesis para titularse como abogaba, estuvo presente la idea de hacer un libro que narrara una historia del género. La cuarentena por el COVID-19 le dio el tiempo suficiente para crear “Pangea”.

— ¿Cómo surge la idea que englobas en tu primer libro “Pangea”?

Desde que era muy niña me ha gusto mucho la historia y la política. Entonces, cuando llegó la pandemia, vi que personas empezaron a manifestarse. Había gente muriendo en los hospitales y nosotros seguíamos viendo la lucha entre el Congreso y el Ejecutivo. Entonces, dije “voy a intentar plasmar este conflicto en un libro”. No puedo dejar de pensar en política. No importa lo que pase, yo necesito estar peleándome con política. Es algo natural. Dije “lo voy a trasladar a un libro”, pero mi duda era hacerlo en presente o en futuro. No quise criticar un espectro político, sino a todo (el sistema).

—¿Y cuánto de Clemencia hay en la protagonista Aurelia?

Tengo amigas que me han dicho que se puede parecer a mí porque es muy crítica y, en vez de hacer algo, está analizando alrededor. Pero también me han dicho que me parezco más a la mejor amiga de Aurelia, que es más impulsiva y graciosa. Todos los chistes que a mí se me ocurrían, lo ponía como mi broma a través de la mejor amiga.

—Leer el prólogo de Pangea me hizo recordar a “Los juegos del hambre” y también a “Divergente”, ¿te inspiraste en algo de eso?

Sí. Yo empecé a leer desde muy niña. Obviamente, lo primero que leí fue Harry Potter, después en mi adolescencia salió “Los Juegos del Hambre”. Amé la saga. Recuerdo que leí y me pareció increíble. De “Divergente” no soy tan fan. Cuando yo quería crear este juego (en “Pangea”) pensé cómo hacer para que no se parezca tanto. Mi idea siempre fue más política. “Los Juegos del Hambre” también era político, pero no te explican mucho el sistema que tienen. Tenía que hacer algo para que no se parezcan, pero sí, esa saga es extraordinaria.

—Entonces, en definitiva, tú prefieres disfrutar de los libros que las películas basadas en estas...

De todas maneras. Ahora ha salido la nueva serie de “Juego de Tronos”, “La Casa del Dragón”, yo era fan del libro. Siempre leo el libro antes de ver la película.

—Los nombres de los lugares ficticios dentro de tu libro, ¿tienen algún significado personal? ¿O todo es una mezcla entre realidad y ficción?

El de “Pangea” lo puse por el nombre del continente único que existía hace millones de años porque en este mundo, como gran parte es radioactivo, solo una parte se puede habitar. Entonces como solo es una en todo el mundo, decidí ponerle el nombre del continente antiguo. De ahí, los demás nombres, en realidad los saqué de los libros que me gustaban. Tengo un bloc de notas en el celular que dice “Posibles nombres para personajes”. He leído libros de autores griegos o daneses y lo saqué de ahí.

—Entonces, la cuarentena por la pandemia del coronavirus en marzo del 2020 te dio ese tiempo que necesitabas para iniciar este proyecto personal...

Por supuesto, porque con un estilo de vida normal de trabajar de 8 a.m. a 8 p.m. hubiera sido imposible; o lo hubiera escrito en 5 años. Ahora escribo todo el día. Con un trabajo de abogada hubiera sido complicado. También es cierto que yo tuve un accidente en el tobillo y no podía caminar. Entonces, entre la pandemia, el hecho de no caminar, que me tenían que operar y la recuperación que sería de casi un año y medio, dije “en vez de estar sentada en mi cama sufriendo, voy a escribir algo”. Me ayudó muchísimo, porque salía de mi cuerpo y me metía a este mundo.

—Hay cierto control político dentro de Pangea, en el año 2375 D.d (después de la destrucción), ¿era tu manera de incluir tus conocimientos sobre leyes y política dentro de tu libro?

Hay muchas personas que me han dicho que sienten que el libro es muy yo, porque siempre me ha gustado la historia y la política. Quería que la gente entendiera cómo funcionaba el sistema autoritario. No hay un sistema ideal, porque siempre ha habido democracias representativas, de ahí monarquías, imperios. Entonces, ¿cuál es el modelo al que le voy a decir “esta es la solución”?

—¿También es una especie de crítica a lo que se vive en la sociedad moderna?

Nos critico un montón porque siento que esto pasa desde las últimas elecciones de Keiko contra Castillo. Lo primero que digo es que tenemos diferencias, pensamos diferente. En vez de decir “tenemos estas diferencias, lleguemos a un consenso”, pasa absolutamente lo contrario porque tú te sientes amenazado por el otro lado. Eso es algo que no solo ocurre ahorita, sino que ocurrió en siglos pasados. Nos critico un montón porque nosotros, que tenemos acceso a la información, seguimos peleándonos entre nosotros. Entonces, ¿cuándo vamos a cambiar?

—Presentaste “Pangea” en la FIL 2022, ¿qué lección te llevas de esa experiencia?

Increíble. La gente es muy amable. Yo fui la chica nueva y había personas que ya tenía experiencia o fama. Yo fui el primer día diciendo “¿qué va a pasar?”. Me trataron súper bien. Vas perdiendo el miedo. Lo mejor ha sido, de todas maneras, las personas que te hablan –que no conoces- y te dicen, por ejemplo, “me ha inspirado tu historia, quiero ser escritora”. Eso ha sido lo mejor. Esa experiencia me ha parecido increíble. Hasta el día de hoy hay personas que mandan mensajes por Instagram.

—Vi tus redes sociales y estás inmersa en este mundo de bookstagram. ¿Qué opinas de este movimiento digital? Antes no podrías haber imaginado a personas hablando de libros en redes sociales y tengan tantos seguidores...

Exacto. Yo me creé bookstagram porque tenía unas amigas con quienes leía libros y ellas tenían el suyo. A mi mamá la tengo loca. Me dice “no puedes estarme contando todo lo que lees, díselo a tus amigos”. Pero, ¿a quién se lo voy a contar? Yo leo libros densos. Me creé mi bookstagram porque siempre va a haber gente a la que le interese eso. He conocido a varios interesados en el género a través de redes. La lectura está tomando fuerza.

—Hay un ´boom´ de los libros juveniles de romance, pero los libros de ciencia ficción hechos en Perú también merecen más reconocimiento, ¿qué hace falta para que eso sea posible?

Pensar que es posible hacerlo. Cuando yo empecé a escribir “Pangea” me decían que era un género que no se vendía acá en Perú, que mejor lo escriba en inglés y lo mande a una editorial de Estados Unidos. Al mercado peruano le gusta “Los Juegos del Hambre” y ya está. De romance juvenil hay más famosos. Entonces, esta idea de que “es imposible de sacarlo porque la gente no lo consume” es lo que te pone la traba. También es verdad que la editorial Planeta me ha dado esta gran oportunidad. Puede que el género vuelva a ser un ´boom´ como en 2010.

—¿Nunca pensaste en la posibilidad de publicar “Pangea” en plataformas digitales como Wattpad?

La verdad es que no conozco mucho Wattpad, sabía de su existencia, pero soy muy mala en este tema de marketing. Es un mundo bastante complejo. Me iba a abrumar; prefiero las cosas a la escuela antigua. Por eso mandé la idea a la editorial y ellos se encargarían del resto. No es fácil. Envié “Pangea” a Planeta en agosto del 2021. Dentro de mí me decía “van a decir que sí porque esto está para publicarse”, pero obviamente si me decían que no era comprensible. Se lo mandé y ese mismo día me llamaron. Fue súper rápido. Cuando me dieron la propuesta, firmé. Mucha emoción.

—Por último, ¿qué le dirías a todos aquellos escritores escondidos tras la pantalla que quieren introducirse en la literatura?

Tienen que ser ´mandados´. Tienes que buscar la oportunidad. Debes encontrarte con la persona correcta a la que le guste tu obra porque al final el arte es subjetivo y se pueda publicar. Creer que es posible. A mí me hubiera gustado haber estudiado historia y literatura, ver esa carrera como primera opción como se hace en Estados Unidos o Europa. Eso va a hacer que salgan más historias, y el mundo de la literatura crezca más. Por otro lado, me gustaría que las personas, y más aún en el contexto que estamos viviendo en Perú y Latinoamérica, se involucren más en política. Tenemos que empezar a hacerlo. Debemos preocuparnos más, estar enterados de lo que sucede en la política o comentarlo. No digo que “Pangea” haga reflexionar a todos, pero sí debería impulsar a interesarnos. Si no hay este interés, el impacto generacional va a ser muy pequeño.

“Pangea”
Clemencia Granados

Año: 2022 

Editorial: Planeta 

Páginas: 200