El pasado 6 de junio, las oficinas de la Unesco, ubicadas en la capital francesa, se vistieron de peruanidad. La cita, que se llevó a cabo en el marco del declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional de los Camélidos, buscó traer a conversación el potencial de la fibra en el rubro textil internacional, teniendo en consideración que el 87% de la población mundial de alpacas se ubica en nuestro país.
“La alpaca no solo es una herencia milenaria para nosotros, sino también un símbolo nacional. Tener la oportunidad de hablar al respecto desde un ángulo creativo en un lugar como la Unesco no es acontecimiento menor, pues impulsa la oportunidad para establecer objetivos de desarrollo sostenible, demostrar que hay potencial en diseño y más”, precisa la diseñadora peruana invitada al evento Anis Samanez. Su presencia destacó con una exhibición de piezas de su nueva colección en la cita en París. Un conjunto de ‘looks’ monocromáticos que incluyen diversos trabajos con fibra de este camélido, en tejidos planos y de manera artesanal. Todo con detalles en bordados, flecos e incluso pedrería.
Adriana Seminario, periodista peruana experta en moda, creadora de contenido y directora creativa de la marca Trama en París, también estuvo presente. Para ella, este tipo de eventos ponen sobre la mesa los ejes a trabajar para que la fibra de alpaca continúe su exitoso camino en el mercado de lujo europeo. “Hacia el 2018 el trabajo con fibra de alpaca no era tan reconocido en el sector de lujo europeo. Ha sido un trabajo de largo aliento, no solo en lo comercial, sino también en lo académico. Esto ha conseguido que la alpaca se posicione al lado de fibras importantes como el mohair, el cashmere o el angora”, explica, recalcando que aún hay mucho por trabajar para entender los códigos y tendencias internacionales.
La clave está en transmitir un mensaje donde se difunda que la fibra de alpaca es sostenible y de alta calidad. Cualidades que la hacen atractiva para el mercado foráneo.
Encuentro con estilo
Al conversatorio se sumó también la voz experta de Boris Provost, director del salón parisino Tranoï, que forma parte de las actividades de la Semana de la Moda de la Ciudad de la Luz. Asimismo, resaltó la presencia del diseñador Sergio Dávila, que se dedica a trabajar con alpaca desde hace más de dos décadas. “Son cerca de 21 años trabajando con fibra de alpaca en colecciones durante todo el año, incluso en resort, acabando con el mito de que la alpaca es solo para el invierno. Me encuentro muy emocionado de haber podido acercar mi trabajo a la Unesco, porque al hacerlo no solo mostramos nuestro talento al mundo, sino también el de las comunidades altoandinas, artesanos, costureras y sastres”, rescató.
Enriqueciendo aún más la ponencia, el diseñador Henry Velavera (de la marca Velavera, que se vende en el mercado europeo y se fabrica entre Arequipa y París) y la joven diseñadora Xiomara CJuno (de la marca, CJuno) también tuvieron un espacio para compartir su experiencia.
Este es solo el comienzo para la alpaca peruana, y las posibilidades son prometedoras. “A veces se piensa que el uso de alpaca se limita a chompas o abrigos, pero la verdad es que el uso es aún más variado y las opciones infinitas. Yo utilizo fibra natural en aplicaciones, en mezclas, con detalles que resaltan en prendas de lujo, únicas y orgullosamente peruanas”, sostiene.