Celeste Pérez

En 2018 uno de los desfiles más mediáticos del mundo de la moda cerró el telón en medio de pérdidas económicas, falta de diversidad, acusaciones de misoginia y maltrato. El Fashion Show – que solía estrenarse en el mes de diciembre en Estados Unidos y Latinoamérica – tomó una pausa sin promesa de regreso luego de acumular la menor audiencia en su historia, y con denuncias a quien en ese entonces era su director de marketing, Edward Razek, por acoso sexual a las modelos, intimidación y misoginia, según un artículo de investigación publicado en el New York Times.

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Razek, además, fue quien en múltiples ocasiones defendió los lineamientos del show sobre la poca inclusividad, apuntando a que se trataba de un “espectáculo de fantasía” y no tenía por qué abrir las puertas a mujeres con diferentes siluetas, de la comunidad LGBT y más. “No creo que debamos hacerlo. Es un especial de entretenimiento de 42 minutos. Eso es lo que es”, declaró a Vogue Runway en 2018.

“Mientras veíamos esta burbuja de fantasía detrás había casos de misoginia, de abuso. No todo era perfecto como lo vendían. Un cuestionamiento que deben estar haciéndose los nuevos directivos es ¿cómo generar valor a partir de ahora? Más aún cuando las clientas de hoy buscan conceptos más aterrizados y reales”, explica el consultor de marketing de moda Sebastián Lott.

En 2018, el desfile cayó con la menor audiencia de su historia: apenas 3.3 millones de espectadores frente a los 10 millones a los que solían apuntar en sus mejores tiempos. (Foto: IG/ @victoriassecret)
En 2018, el desfile cayó con la menor audiencia de su historia: apenas 3.3 millones de espectadores frente a los 10 millones a los que solían apuntar en sus mejores tiempos. (Foto: IG/ @victoriassecret)

APUESTA RENOVADA

Cuatro años después, y con la promesa de reinventarse, el nuevo director financiero de la marca, Timothy Johnson, ha anunciado que el tan controvertido desfile volverá a desplegar sus alas este 2023. “Reforzará nuestro compromiso de defender las voces de las mujeres y sus perspectivas únicas, como forma de establecer el tono para el nuevo formato del desfile”, precisó a Hollywood Reporter.

Con la marca aún a la baja económicamente, y el público conquistado por otras marcas de lencería más inclusivas como ‘Skims’ (de Kim Kardashian) y Fenty (de Rihanna), Victoria’s Secret no la tiene nada fácil. De hecho, algunos expertos apuntan a que esta sería su última oportunidad de redención. “Después de toda la polémica que salió a la luz desde el 2019, esta es la última oportunidad para reivindicarse con toda una generación que creció viendo el show. Esperamos ver más diversidad, pero con un interés genuino y no solo para ser nuevamente aceptados”, menciona la diseñadora y consultora de moda Paula Ramírez.

Aunque las promesas quedan en el aire sin acciones, los nuevos directivos de la empresa lencera parecen estar realmente comprometidos con el cambio, factor que se ha podido apreciar en las últimas campañas de la marca, que han incluido a figuras como la modelo curvy Paloma Elsesser, la activista LGBT Valentina Sampaio y Sofía Jirau, modelo y emprendedora con síndrome de down.

“Si bien su alcance se ha ido deteriorando con los años, VS no ha dejado de ser una marca muy poderosa. Las expectativas de su regreso están más que altas. Si logran un cambio en su formato, probablemente esto abrirá paso a una conversación potente y necesaria”, agrega Lott.

De momento, no hay una fecha exacta para la cita, sin embargo, la nueva Victoria’s Secret ya ha adelantado que se desvinculará de la fantasiosa palabra que empleaban para referirse a sus modelos: “ángeles”. Esto, con el objetivo de configurar un escenario más realista, donde todas las mujeres del mundo son bienvenidas.