10 discos que nunca debieron ser olvidados
10 discos que nunca debieron ser olvidados

FRANCISCO MELGAR WONG

Hace unos días Pitchfork publicó una lista de 500 canciones que se presentaba como un resumen de la música popular contemporánea para esta revista. Una de las cosas que más me llamó la atención fue que la lista no incluía ningún disco de música country o de heavy metal. Para bien o para mal, la revista se mantuvo fiel a sus cánones que (en términos generales) se reducen a lo que puede considerarse música con aspiraciones artísticas o música con relevancia para la cultura juvenil de occidente.

Como una suerte de reacción frente a esa lista, y a las que suelen hacer de vez en cuando publicaciones como Rolling Stone o Spin, he elaborado este pequeña lista de diez discos que suelen ser ignorados por la crítica especializada y que pasan desapercibdos por las modas que aparecen y desaparecen cada cierto tiempo.

Vale decir que -en mi humilde opinión- todos estos discos merecen ser llamados clásicos ya que, a pesar del paso del tiempo, mentienen una calidad musical que no parece destinada a desaparecer en las próximas décadas con el cambio de las tendencias del momento.

1

“Teenage Head” Flaming Groovies (1971)

Los Flaming Groovies lanzaron este disco el mismo año que los Rolling Stones sacaron “Sticky Fingers”. El propio Mick Jagger declararía que, de los dos discos, “Teenage Head” era su favorito.  Y razones no le faltaban. Canciones como “Have You seen My Baby?” y “Yesterday’s Numbers” pueden hacerte dudar de la supremacía de los Stones en sus mejores años. Incluso si eres Mick Jagger.

2

“White Light” Gene Clark (1971)

Después de salir de The Byrds, Gene Clark grabó como solista una serie de discos notables entre los que sobresale “White Light”. Bob Dylan lo oyó y declaró que le hubiera gustado escribir por lo menos una de las canciones del disco: “For A Spanish Guitar”. Al igual que el “Gilded Palace of Sin” de los Flying Burrito Brothers, “White Light” es un referente obligatorio para entender el country alternativo contemporáneo.

3

“Aracá Azul”, Caetano Veloso (1972)

Tras regresar a Brasil de su exilio londinense, Caetano Veloso grabó este disco marciano y sentimental, donde las sonoridades tribales, la música experimental, y las baladas acústicas logran encajar de forma perfecta en una placa que sigue mostrando las posibilidades expresivas que una sensibilidad en permanente expansión puede abrir para sí misma.

4

“Candi Stanton” Candi Stanton (1972)

La voz de Candi Stanton es una de las maravillas de la música soul, una de las pocas capaces de transmitir la combinación de lascivia y melancolía que acompaña los recuerdos de una pasión que nunca terminó de apagarse.

5

“Ooh La La” The Faces (1973)

El último disco en estudio de The Faces antes de que Ronnie Lane deje la banda es lo mejor que nos dejaron. Las mejores baladas de la carrera de la banda –escritas por Lane, pero cantadas por Rod Stewart y Ron Wood- están en este disco y constituyen la joya más valiosa del extraordinario catálogo de canciones que nos dejó esta banda. 

6

“Time Fades Away” Neil Young (1973)

Este álbum en vivo de Neil Young sigue sin reeditarse por órdenes explícitas de Young, quien se siente avergonzado por el alto nivel de intoxicación alcohólica en el que se encontraban él y su banda durante los conciertos registrados en el disco. Alguien tendría que hacerle recapacitar, porque el álbum incluye algunas de las mejores canciones de su carrera, como la sentida “Don’t Be Denied”, en la que Young cuenta los viajes que emprendió con su madre luego de que sus padres se divorciaran.

7

“Shotgun Willie” Willie Nelson (1973)

En 1973 Willie Nelson firmó para Atlantic y, bajo la tutela de Jerry Wexler y el arreglista Arif Mardin, grabó “Shotgun Willie”, un clásico del country alternativo. Las baladas del disco capturaron un ánimo delicado y frontal, despreocupado y detallado. Bandas como Lambchop no existirían si Nelson no grababa “Shotgun Willie”.

8

“Sacred Songs” Daryl Hall (1979)

Siguiendo el camino señalado por Bowie en “Young Americans” y “Station to Station”, Daryl Hall se reunió con Robert Fripp y creó este álbum en el que la sensualidad magnética del soul y la irreverencia callejera del punk se dan la mano. El disco, grabado en 1977, fue rechazado por la disquera RCA y permaneció inédito hasta 1980. Lo curioso es que, tres años después de haber sido grabado, seguía sonando adelantado a su época. Y lo sigue haciendo ahora.

9

“Screaming for Vengeance” Judas Priest (1982)

Para algunos es el mejor disco de metal de los años ochenta. “Screaming for Vengeance” tiene el brillo cromado de las motocicletas con las que el vocalista de Judas Priest, Rob Halford, solía entrar al escenario en esos años. El disco no tiene canción mala, pero algunos de sus picos lo constituyen “Devil’s Child”, “You’ve Got Another Thing Coming” y la futurista y apocalíptica “Electric Eye”.

10

“Sentimental Hygiene” Warren Zevon (1987)

Grabado en 1987 después de salir de rehabilitación, Warren Zevon grabó la mayor parte de este disco junto con R.E.M. (Michael Stipe hizo los coros en algunas canciones) y logró capturar la culpa y el ansia de redención que vivía en ese periodo de su vida. “Reconsider Me” debe ser una de las mejores baladas grabadas en los años 80.

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