Sonia del Águila

Hace más de un año, viajó a México para difundir su música en medio de una crisis creativa. Alejado de sus raíces y de su zona de confort, el cantautor peruano consiguió reconectarse consigo mismo y encontrar la inspiración que necesitaba para crear gran parte de los temas de su próximo disco, incluyendo su más reciente sencillo “Otros Ritmos”.

El hecho de estar solo en un espacio nuevo encendió el bichito de la inspiración y me puse a componer. Salieron muchas canciones. Ese no fue el motivo de mi viaje, pero despertó esa creatividad que se había quedado dormida. No lo planifiqué, solo pasó”, comenta el artista.

Después de un proceso exploratorio, Adrián Bello demuestra en sus últimas entregas musicales una identidad mucho más sólida y madura. Su próximo disco, el tercero de su carrera, tendrá 12 canciones. Su último sencillo fue producido y mezclado por David Chang, y masterizado por Francisco Holtzman.

Siento que es un disco que me agarra en una etapa celebratoria de la vida, de aprendizajes. Iremos lanzando un tema cada mes y medio. Necesitaba crear algo más luminoso que me permitiera celebrar en el escenario con mi banda. Quería agarrar la guitarra y pasarla bien. Ser libre, jugar, incluso ser en el escenario una persona que no necesariamente soy. Hacer canciones es un viaje subconsciente, una terapia constante, es libertad y vulnerabilidad”, destaca.

La música le dio a Adrián Bello mucho más de lo que esperaba. Pintó de colores e iluminó las etapas más oscuras de su vida.

“En realidad, me salvó en muchos momentos de mi vida, me llevó a conocer a quienes hoy por hoy son parte de mi familia. Encontré en la música algo mío, que atesoraba y resguardaba. Me permitió volcar mis emociones en un momento en el que era muy chico y no entendía la vida ni sabía qué hacer con todo lo que pasaba a mi alrededor. Fue algo terapéutico”, asegura.

Entrega visual

El videoclip de “Otros ritmos” fue grabado en Argentina y dirigido por el fotógrafo y director creativo, Giuseppe Falla. Cuenta con la participación del actor y director Bruno Ascenzo, quien es pareja de Adrián Bello desde hace más de 10 años.

Bruno ha sido un soporte importante en mi vida. Cuando era chico pensaba que los polos opuestos se atraían, pero por experiencia puedo decir ahora que es todo lo contrario. Honestamente, mientras más te pareces a la persona con la que estás, mejor te llevas y entiendes. Los procesos creativos de nuestras carreras son similares, ello nos ha permitido rebotar ideas, apoyarnos y construir cosas juntos”, aclara tras dar detalles de la creación del clip de su último tema.

“Lo grabamos hace un mes y medio en Buenos Aires. Aproveché un viaje de trabajo: una conocida marca de gaseosas me llevó para grabar una canción con la artista argentina Oriana Sabatini, como parte de Coke Studio, un programa que reúne a artistas emergentes de todo el mundo. Giuseppe Falla armó el equipo en dos segundos. Al final aparece mi pareja. Quisimos jugar con las diferentes etapas de la vida romántica. Salió genial. Estamos muy contentos”, enfatiza.

Adrián Bello empezó cantando soul pop en inglés. “Apprentice”, su CD debut fue una ventana de autoconocimiento personal entre el miedo y el amor. Mientras que, en su segunda producción, “Bailemos en la sala”, fluye entre distintos géneros. Actualmente, señala, se encuentra en una etapa sólida y de metas claras.

Este es el trabajo artístico del que me siento más orgulloso. No me molestaría postular al Grammy por todo lo que me costó construirlo y lo lindo que está. Pero lo que más me entusiasma es poder recorrer el mundo con mi música. Hasta ahora he podido salir a México, pero me gustaría ir a Argentina, Chile, Colombia. Confío en lograrlo porque siento que estoy rodeado de la gente correcta, que quiere lo mejor para mí. Es un buen momento. Es una etapa de paz y claridad”, subraya.

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