Alejandro Fernández. (Foto: AFP)
Alejandro Fernández. (Foto: AFP)
Agencia EFE

La música mexicana regional no sería “nada” sin el dolor por el amor, defendió este jueves el cantante mexicano , quien anunció una nueva gira en España el próximo año en la que presentará canciones de su nuevo álbum, todavía sin nombre, que rescata sus raíces rancheras.

Literalmente, la música mexicana es muy apasionada y de lo más común que se siente es hablar de amor y desamor”, dijo Fernández, uno de los intérpretes más importantes de la música regional mexicana, en una entrevista con EFE. “La pasión es la esencia de la música mexicana”, agregó.

Con unos 35 millones de discos vendidos en todo el mundo, el artista ofrecerá conciertos del espectáculo inédito “Hecho en México” en noviembre del próximo año en varias ciudades españolas.El estreno de la gira será en México, en la ciudad de León, el próximo 31 de enero, y seguirá hasta mayo por Ciudad de México, Guadalajara, Tepic, Morelia, Aguascalientes, Torreón, Oaxaca, Acapulco, Mérida y Cancún.

Fernández sostiene que desde el inicio de su carrera se dedicó a la música regional y que tuvo “muchas complicaciones” para proyectarla internacionalmente. La salida fue mezclarla con otros géneros, como el pop latino, pero que ha llegado el momento de reencontrarse con sus orígenes. “Sentí que en mis conciertos, a mi público, ya le hacía falta o necesitaba, me exigía, que sacase un nuevo disco de música mexicana con éxitos nuevos”, confesó.

El nuevo disco todavía no tiene fecha de lanzamiento. Producido por Aureo Baqueiro, fue grabado entre Barcelona, Los Ángeles y Nueva York, y contará con las colaboraciones de autores como Christian Nodal, Luis Carlos Monroy, Jorge Massias y Chico Elizalde.

El primer sencillo, “Caballero”, salió a la venta el pasado 4 de octubre y ya acumula más de 23 millones de reproducciones en YouTube. Canta el amor imposible, de un hombre enamorado de una mujer comprometida. Otras ocho canciones fueron presentadas a la prensa este jueves, como “Duele”, que también habla de un corazón roto en buscar de “curar las heridas” por la ausencia de la amada.

La soledad y la melancolía igual se hacen presentes en los versos de “Más no puedo”. “Desde que te marchaste solo vivo de tus recuerdos. Pasa el tiempo y mis besos siguen preguntando por ti”, canta Fernández.

En “Hasta mis huesos” y “No prenderé la luz”, las trompetas empoderan la melodía. Según el cantante, este instrumento “característico del género ranchero”, se sobresale entre los otros. “Siempre hemos tratado de cuando suenen las trompetas que sean muy armónicas, que vayan con la melodía y que no se salgan del contexto”, explicó.

Los temas “Te olvidé” y “La mesa” cantan el olvido de una manera más divertida, a partir de un sufrimiento compensado por la borrachera con “tragos de tequila”. “Tiene muchísima picardía también la música mexicana”, dijo el cantante.

Con un apelo más comercial, “La última y nos vamos” fue “la única” canción producida entre la línea del ranchero y el pop del nuevo álbum. “Tratamos de no dejar de sonar en las estaciones de donde estamos porque sabemos que con el género que va a tocar ahora es mucho más difícil”, admitió.

Las ocho canciones presentadas no traen colaboraciones con otros artistas, pero Fernández consideró que todavía puede buscarlas.

Música ranchera en el mundo

En un mercado musical protagonizado por el género urbano, Fernández dijo que la música ranchera siempre tuvo espacio en la escena global, “siendo una de las músicas regionales que más se escucha en el mundo”. “Donde sea en el planeta, en el que pongas un mariachi la gente va a llorar, a reír, a bailar”, dijo.

También defendió que los jóvenes mexicanos están se reconectando con ese género y agregó que la “Dinastía Fernández”, en que su papá, Vicente Fernández, fue precursor, seguirá con sus hijos. “Tengo cinco hijos, y los cinco son totalmente musicales”, afirmó. “Mi hijo (Alejandro Fernández Júnior) acaba de salir con su disco hace un año y poco y acaba de ser nominado a los Grammys. Está haciendo muy bien las cosas”.

A los 48 años de edad, contó que pretende hacer música hasta cuando “el público le de permiso” y contestó a las crítica que recibe en las redes sociales de ser “chavorruco”, término que se usa en México para referirse alguien con más edad que se empeña en parecer “joven". ”No sé de qué manera me va a poder ver más joven si estoy dejando el pelo blanco", contestó.

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