Le decían que era una princesa, pero este no es un cuento de hadas. Sí, usaba vestidos que nadie más podía usar. Sí, tenía seguidores y dinero. Sí, era famosa y exitosa. Pero su historia no tuvo un final feliz. En YouTube circula un video titulado “Alicia Delgado: último concierto”, donde aparece ella con un vestido rosado, con arreglos florales, el cabello lacio, teñido y suelto, zapatos negros de tacón mediano y un grupo de gente frente al escenario que reaccionaba a cada gesto, cada movimiento, cada nota musical que Alicia regalaba.
Nació en el pueblo de Taucur, en la provincia de Oyón, a unos 240 kilómetros de Lima Provincia, el 6 de mayo de 1959. La hija de Zenobio Delgado y Santa Hilario disfrutaba mucho cantar y muy pronto la presentaron a Eladio Obispo Ureta, un famoso locutor de radio especializado en música vernacular, quien tenía un programa llamado “Así canta mi pueblo”. Fue en ese programa que Alicia Delgado cantó por primera vez delante de un micrófono.
A los 16 años, Alicia Delgado grabó su primera canción. Fue en febrero de 1975, el tema “Un fracaso en la vida” se convirtió en su primer éxito. Era una canción que hablaba de un muchacho que había decidido casarse y una chica que le cantaba dolida porque estaba enamorada de él. “Otro fracaso en la vida qué importa. Otro revés en la vida es un día. Quien nadie vive, un fracaso no vive”.
La adolescente que luego se convertiría en la Princesa del Folclor empezaba su carrera con una canción dedicada al desamor, temática que se repetiría en sus siguientes producciones.
A lo largo de su carrera grabó más de diez álbumes. Entre ellos “Con ustedes...”, “Nueva vida”, “La madame del huaino”, “Del Perú para el mundo”, “Nuevamente la única”, “La Princesa del Folclor peruano”, entre otros.
Las canciones de Delgado, como la de muchos artistas similares a ella, se enfocaban en la tristeza del afecto no correspondido, en el engaño del ser amado y en la vida difícil que le toca a los provincianos que llegan a Lima. También eran recurrentes los temas referentes a la bebida alcohólica como un escape al sufrimiento y al dolor.
Su éxito en el medio local originó que algunos productores le consiguieran conciertos fuera del país. Tuvo buena acogida en Chile, Ecuador y Bolivia, donde presentaba sus shows, sobre todo, a peruanos que habían emigrado a esos países.
Durante muchos años, la prensa especuló sobre una posible relación sentimental con otra cantante, Abencia Meza. La pareja de artistas se encargó de animar esos rumores con entrevistas juntas y escenas muy cariñosas. Pero en una ocasión, Alicia denunció a Abencia de haberla golpeado. Abencia pidió disculpas públicas, pero era evidente que la relación no volvió a ser la misma.
FUERA DE LOS ESCENARIOS
A los 35 años, Alicia decidió irse a vivir a los Estados Unidos, allí trabajó como personal de limpieza y haciendo delivery. Un día sufrió un accidente y su columna resultó muy dañada. A raíz de ello recibió una indemnización que le sirvió para pagar la inicial de una casa que hasta el día de hoy su hijo, Junior Retuerto Delgado, se encarga de pagar.
Alicia regresó al Perú, luego de seis años en Estados Unidos, para retomar su carrera, y muy pronto volvió a hacerse de contactos que le permitieron grabar nuevamente e insertarse en el mundo artístico.
EL TRÍO DE LA MUERTE
Existe una leyenda urbana que dice que los famosos mueren de a tres. Un día después de que Alicia Delgado falleció, también murieron Michael Jackson y Farrah Fawcett. Él, como ella, era cantante, pero su fama fue mundial y llenaba estadios. Ella era una blonda actriz con múltiples nominaciones a los Globos de Oro y premios Emmy.
Alicia Delgado pertenece ya a esa leyenda urbana. El 25 de junio fue hallada en su departamento con signos de haber sido apuñalada y ahorcada con una correa. A los pocos días, la policía capturó a Pedro César Mamanchura Antúnez, quien intentó cruzar la frontera con destino a Ecuador. Luego, él mismo señaló a Abencia Meza como instigadora del crimen.
Lo que siguió ya es conocido. Abencia Meza fue traslada al penal de mujeres de Chorrillos mientras se realizaban las investigaciones. Luego de estar medio año tras las rejas y sin una sentencia, Meza fue liberada en enero del 2010. Cuatro meses después, la Décima Fiscalía Superior de Lima solicitó 30 años de prisión por considerarla autora intelectual del asesinato de Alicia Delgado.
Meza se entregó cinco meses después. En febrero del 2012 fue condenada a 30 años de prisión al ser encontrada culpable de “instigar” el asesinato de Alicia Delgado. A principios del año pasado, Meza presentó ante el Quinto Juzgado Penal Unipersonal de Cajamarca un recurso para que se revise su sentencia, la misma que fue ratificada el jueves último por unanimidad.