Puntualísimos, los Interpol salieron al escenario a las ocho de la noche como indicaba el programa. Lo primero que llama la atención es ver al vocalista Paul Banks –que en nuestro imaginario iba siempre de negro, muy ‘à la post-punk’– vistiendo una camisa roja y un pantalón blanco. Ninguna referencia a la peruanidad, no está de más aclararlo, pero sí un gesto que, aunque parezca superficial, refleja una nueva etapa de la banda: algo más luminosa, optimista, esperanzadora, como ellos mismos han admitido en la entrevista que ofrecieron a El Comercio hace unos días.
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Musicalmente, eso sí, el aura de Interpol es leal a sus principios: el arranque con “Untitled”, el magnífico tema de apertura de su mejor álbum a la fecha, “Turn of the Bright Lights”, sentó el tono de la noche en el Arena 1 de la Costa Verde. La respuesta del público fue emocionante. “¡Interpol! ¡Interpol! ¡Interpol!” era el coreo que Banks respondía con algunas frases en un español que domina bastante bien. Tras ello, “Toni”, primer tema de su más reciente disco, “The Other Side of Make-Believing”, salido del horno hace solo unos meses.
Y después vino una impecable selección de las canciones que la han convertido en una banda tan querida y respetada por estos lares. “Evil”, la del video de la marioneta; “C’mere”, que le canta al desamor; “Narc”, “Obstacle 1″, “The New”, “PDA”. También hubo otros temas del nuevo álbum, en los que hubo menos respuesta del público, pero es comprensible.
Lo que no es tan comprensible es por qué no se encendieron las pantallas gigantes durante su presentación, tratándose de un recinto tan grande y con mucha gente a distancia considerable. Quizá ese haya sido el único punto en el que el show flaqueó; por lo demás, la entrega de la banda se mantuvo impecable. El cierre con la intensa “Slow Hands” coronó una presentación que cuesta describir como la de un simple telonero.
Junto a Molotov abriendo para Guns N’ Roses o Camila Cabello haciendo lo propio con Coldplay, lo de Interpol puede considerarse como esas entradas que están a la altura del plato de fondo. No es gratuito que el grupo neoyorquino ya se haya presentado en tierra peruana en tres ocasiones y se vaya por la cuarta, con el más que merecido ‘solo show’ que ofrecerán hoy miércoles en el Anfiteatro del Parque de la Exposición. La oscuridad también puede ser entrañable.
CÁLIDO ÁRTICO
No tan puntuales, pero tampoco con demasiado retraso, los Arctic Monkeys se asomaron cerca de las 9:45 p.m. provocando el griterío de sus fans. Los de Sheffield empezaron bien en alto con “Brianstorm”, continuando la estela enérgica de Interpol. Le siguieron “Snap Out of It”, “Crying Lightning”, y otros temas de similar intensidad. Después de dos días de reggaeton en la ciudad, bienvenida fue la arremetida guitarrera.
Hasta que llegó la notable “Four Out of Five”, una canción introspectiva, que reflexiona sobre el precio de la fama dentro de una industria muchas veces tiránica. Puede que no sea el tema con el que la gente más salte o cante, pero sí el que mejor refleja la evolución en el estilo que la banda ha experimentado en los últimos años.
Porque si bien la pista pertenece a su elegante (y para muchos desconcertante) sexto álbum “Tranquility Base Hotel & Casino” (2018), en vivo tiende a ser más rockero y menos ‘lounge’; más pesado para complacer a una audiencia con ganas de poguear, y menos tirado al glam o al jazz que la banda persigue en sus recientes lanzamientos. Como si Alex Turner, su carismático cantante, aún no terminara de decidirse entre los jeans y las zapatillas, o el saco y la camisa blanca.
Aun así, su postura mezcla de ‘crooner’ y ‘rockstar’ parece funcionarle bien. Temas como “Cornerstone”, “Do I Wanna Know?”, el propio “Tranquility Base Hotel & Casino”, la irresistiblemente bailable “I Bet You Look Good on the Dancefloor” y “505″ lo exhibieron como un ‘frontman’ curtido, no demasiado comunicativo, pero sí seductor. Apoyado en las pantallas laterales del escenario (ahora sí prendidas), por ratos miraba directamente a la cámara como queriendo llegar hasta al espectador más arrinconado del Arena 1.
Los temas del último álbum, “The Car”, también sonaron muy bien. No es el más logrado de sus discos, pero escucharlo apenas unas semanas salido del horno ha sido un privilegio. Y tiene puntos altos como la fantástica “There’d Better Be a Mirrorball”, que ayer se anunció como nominada a los Grammy, ni más ni menos. Esa canción dio inicio al ‘encore’ final del concierto, que se completó con la agitada “R U Mine?” y remató con la balada “Body Paint”. Un cierre calmo, sofisticado, sereno. Como para dejar en claro su rumbo y horizonte.
- Untitled
- Toni
- Evil
- Fables
- C'mere
- Narc
- Obstacle 1
- Passenger
- All the Rage Back Home
- Rest My Chemistry
- The New
- PDA
- Slow Hands
- Brianstorm
- Snap Out of It
- Crying Lightning
- Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair
- Why'd You Only Call Me When You're High?
- Four Out of Five
- Arabella
- Potion Approaching
- The Car
- Cornerstone
- Do I Wanna Know?
- Tranquility Base Hotel & Casino
- Teddy Picker
- I Bet You Look Good on the Dancefloor
- Pretty Visitors
- Do Me a Favour
- 505
- There'd Better Be a Mirrorball
- R U Mine?
- Body Paint