Sonia del Águila

Entradas agotadas en pocas horas, una segunda fecha y redes sociales tomadas por bailes coreográficos de sus más pegajosos temas son muestras claras de que la nostalgia vende boletería, y más cuando es un reencuentro. El retorno de al Perú para celebrar su 20 aniversario desempolvó la fiebre por una agrupación noventera que marcó época. El ahora trío brasileño, conformado por Flaviana Seeling, Bruno Zaretti y Francini Amaral, se presentará los días 6 y 7 de mayo en Arena 1.

“Es increíble ver cómo después de dos décadas, la gente aún baila nuestras coreografías, y los más chiquitos son incentivados por sus papás o hermanos mayores a bailar. Para nosotros es un privilegio después de tanto tiempo poder seguir haciendo lo que nos gusta”, señala Zaretti.

Flaviana Seeling, Bruno Zaretti y Francini Amaral, integrantes de Axé Bahía. (Fotos: archivo personal de la banda)
Flaviana Seeling, Bruno Zaretti y Francini Amaral, integrantes de Axé Bahía. (Fotos: archivo personal de la banda)

Hace rato que queríamos volver y se dio esta oportunidad con una gira que para nosotros es un regalo maravilloso. Será un reencuentro inolvidable, bailaremos todas las canciones, pero armaremos un show diferente en cada país”, explica Seeling.

Junto a los responsables de éxitos como “Beso en la boca”, “Alí Babá”, “Dança da Manivela” y “Onda onda” se presentarán en nuestro país, el grupo argentino El Símbolo (“Levantando las manos”). Los bolivianos de Azul Azul (”La bomba”) también estarán presentes en este festival de nostalgia y baile. Desde Uruguay, llegará el exvocalista de Chocolate 2000, Charly Sosa (“Mayonesa”). Mientras que Exporto Brasil, otro nombre rutilante entre las estrellas del axé, también se hará presente con el reencuentro de Paloma Fiuza, Brenda Carvalho y Thiago Cunha. Representando al Perú estarán Skándalo y Ana Kohler.

Ausencias

La ausencia de Jociney Barbosa no pasó desapercibida en esta nueva etapa de la agrupación brasileña. Bruno asegura que esta responde a compromisos personales del ahora profesor de capoeira. “Él está en otra etapa de su vida, por eso no está con nosotros. Con Flaviana y Francini seguimos en la televisión en Chile, y de alguna manera era más fácil estar los tres; pero él siempre será bienvenido. Axé Bahía es su casa”.

Recordó, también, la repentina muerte de Jeferson Barbosa, otro de los integrantes de la famosa agrupación de axé, el 22 de abril del 2016, a los 40 años de edad. Hasta ahora nos cuesta creer que no está. Nos dejó ese amor bonito que nunca olvidaremos. Siempre lo tenemos presente”, reflexiona Flaviana.

“Nos dejó una huella imborrable. Fue un ejemplo de superación, un gran incentivo para crecer, salir adelante y darle vuelta a las adversidades. Quería llegar lejos con la agrupación. Cuando empezamos a cantar se empeñó en aprender”, cuenta Zaretti.

A Axé Bahía y al Perú los une recuerdos imborrables. En la mesa del hogar de Bruno nunca faltan platos como el lomo saltado o el ají de gallina gracias a que la persona que le ayuda en su hogar es peruana. Y no solo lo acercó a nuestra gastronomía, también lo convirtió en un gran admirador de esta.

Flaviana no olvida la primera vez que visitó nuestro país junto a su primogénita, de entonces 15 día de nacida. “Perú fue el primer show que hice después de mi embarazo. Hoy mi hija tiene 20 años”, asiente tras recordar a Brenda Carvalho como la persona que le reemplazó durante los últimos días de su gestación.

Sé que está viviendo aquí. Me alegra que le vaya bien. Es jovial, alegre, divertida, un torbellino como yo. Justamente por eso la elegí. Ninguna otra aspirante era tan carismática como ella”, recuerda.

Sacrificios

Durante la etapa más álgida y productiva de Axé Bahía: de grandes giras, viajes e innumerables presentaciones, sus integrantes convivieron con el éxito, pero también con sacrificios y privaciones.

Fue una etapa linda, pero muy desgastante. No teníamos vida, teníamos muchos compromisos. Perdimos nuestra adolescencia trabajando, muchas veces sin dormir o durmiendo en el aeropuerto, como indigentes porque tenía que aprovechar cualquier minuto para descansar. Pese a ello no cambiaría lo vivido por nada”, recuerda Bruno Zaretti.

Mientras la popularidad de Axé Bahía se extendió por todo el mundo y el número de fans creció indiscriminadamente, a inicios del 2000, alcanzando también a niños, hubo quienes criticaron su baile y vestimenta.

De hecho nos empezamos a cuidar en la forma de vestir, pero el baile se mantuvo, porque una cosa es sensualizarlo. Otra, muy diferente, es sexualizarlo”, sostiene Flaviana.

Finalmente destaca el buen momento por el que atraviesa Axé Bahía. Y aclara que no se trata de un “resurgimiento del género porque siempre estuvimos vigentes”.

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