El 1 de marzo de 2017, diez días antes de cumplir 23 años, Bad Bunny visitó por primera vez Perú para realizar un gira musical por Lima, Callao y el interior del país. Por aquel tiempo, el artista puertorriqueño no usaba trajes ostentosos ni llevaba joyas lujosas. Empezaba a abrazar el éxito internacional gracias a ”Soy Peor”, una canción que lo posicionó en Latinoamérica en el número 22 de las listas de música latina.
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Joel Yarleque, gerente general de la empresa A&D Producciones en Perú y Diamond Music Group en USA, responsable de la llegada de Benito Antonio Martínez Ocasio a nuestro país en 2017 y 2018, recuerda que desde que este pisó suelo peruano generó enajenadas reacciones de sus fans. No gozaba de la enorme popularidad que actualmente tiene, pero ya sumaba una considerable legión de seguidores.
“No era tan famoso como ahora, pero desde el día uno, desde el aeropuerto y en las discotecas donde se presentó, era un loquerío. Los fans no lo dejaban. No tuvimos la necesidad de pagar un bolo para entrar a las radios porque puerta que tocábamos, puerta que estaba súper abierta”, destaca el empresario peruano desde Nueva Jersey, Estados Unidos, país en el que radica desde que tenía tres años de edad.
En su primera visita al Perú, el ‘Conejo malo’ se presentó en los siguientes locales: Boulevard Premiun (Chiclayo), La isla del paraíso (Callao), Blaze Club (Independencia), C.C. Barranco Arena (Barranco), Club Kenkos (Santa Clara), Cuba Domingos (San Juan de Miraflores) y Ginza Sur (Punta Hermosa).
Los precios de las entradas para ver al cantante de “Safaera” que actualmente abarrota estadios de enormes proporciones variaban según el local en el que se presentaba. Iban desde S/25 (entrada general), S/80 (entrada VIP) hasta S/100 (entrada Súper VIP).
En aquella oportunidad, Bad Bunny, quien era presentado como el artista revelación del trap, recibió por cada show en nuestro país cinco mil dólares.
“La primera vez que me vendieron a Bad Bunny fue por cinco mil dólares por presentación, luego yo lo vendí por quince mil dólares a los locales. Y eso se da porque trabajo directo con los artistas, no tengo intermediarios ni nada. El precio, en realidad, actualmente es de 700 mil dólares, pero como entra gente intermediaria este se incrementa. A eso se suma los gastos de producción, escenario, estadio, parlantes, pantalla, luces, piano, micrófono..., todo eso va acumulando”, enfatiza el empresario.
Cabe destacar que los días 13 y 14 de noviembre, más de cinco años después de su primer show en Lima, el músico puertorriqueño se presentará en el Estadio Nacional. Masterlive, la empresa responsable de traerlo al Perú en esta ocasión, aseguró que un evento de esta magnitud puede llegar a tener un costo de 2 millones de dólares, monto que corresponde al pago del artista, además de impuestos, visas de trabajo y toda la logística que demanda la producción. Las entradas, ya agotadas, estuvieron valorizadas en S/ 175.00 (Tribuna Norte), S/ 421.00 (Oriente) y S/ 680.00 (La Playa). La reventa alcanza precios exorbitantes.
“Bad Bunny ha crecido rapidísimo. Está empezando con lo mejor de lo mejor. Yo tengo amistad con sus representantes, pero prefiero no traerlo en esta etapa porque es demasiada inversión. Es difícil, están los impuestos y ya cuando el artista va creciendo, en Perú la corrupción es demasiado grande”, detalla el propietario de A&D Producciones.
Personalidad
Recuerda, además, que en el escenario el músico era una explosión de energía y dinamismo, pero fuera de este, era callado, reservado y hasta algo tímido.
“No era una persona normal, era calladito, solo bajaba a comer, saludaba, luego se retiraba. He trabajado con muchas personas y él era diferente, muy tímido. Cuando sube al escenario es otro, el día que estuvimos en el Callao, no quería bajar. Decía: ‘dos más’, pero lo tuvimos que bajar porque el público se descontroló”, asiente y comenta que en el espectáculo por los 90 años del club Sport Boys, el cantante aceptó llevar en la mano una camiseta rosada.
“Le pedí que saliera con un polo del club en la mano. Y así lo hizo, incluso ofreció unas palabras. Era sencillo y cordial, además confiaba en mí porque sus representantes me conocen y saben cómo trabajo”, subraya.
Movilidad del músico
Por su parte, Luis Enrique Torres, la persona encargada de transportar a Bad Bunny durante su paso por el Perú, recuerda al músico como un joven alegre, bromista e hiperactivo, amante del Pisco sour y el Chilcano.
“Cuando estábamos a solas con su staff de músicos, entre amigos, fastidiaba todo el tiempo, ponía chapas (apodos)”, recuerda Torres. “La primera vez que llegó al Perú le recomendé probar un Chilcano y le gustó bastante, quedó encantadísimo con la combinación del pisco y el limón. En cuanto a comida le encantaba el cebiche y el lomo saltado. No salíamos mucho del hotel, estuvo hospedado en el Estelar de Miraflores”, añade.
Narra también que el día que el ‘Conejo malo’ llegó a Lima, una afección a la garganta puso en riesgo sus presentaciones en nuestro país. “Vino un médico a verlo, le tuvieron que poner una inyección, pero todo quedó ahí, no hubo complicaciones”, indica.
Desprendido
Torres recuerda a Bad Bunny como alguien bondadoso y desprendido, pues, además de generosas propinas, le obsequió algunas prendas de vestir y conejos de peluche que sus fans le entregaban.
“Me dio propina, como 100 dólares. Me dijo que no tenía más. También algunos polos y muñecos. Y lo que él comía, nosotros comíamos, éramos como una familia. Era bonachón, el día del aniversario del Boys, además de salir al escenario con un polo rosado, se pintó el cabello de ese color”, recuerda.
Hijo de Farfán
Torres recuerda como un anécdota grato, el día que Adriano, el hijo mayor del futbolista Jefferson Farfán y la empresaria Melissa Klug llegó a una de las presentaciones de Bad Bunny en Punta Hermosa para fotografiarse con él.
“Me parece que el niño llegó con una tía, ese tiempo era chiquito, subió a mi carro y se tomó una foto con Bad Bunny, luego le dio un polo. Eran como las 4:30 a.m..”, asiente.
“Bad Bunny tenía muchos seguidores, una vez en una presentación necesitamos apoyo policial porque la gente rompió las mallas de seguridad. Por suerte teníamos dos carros iguales, y en lugar de seguirnos a nosotros, siguieron al carro donde venía el DJ y un fotógrafo. Fue una locura”, finaliza.
En julio de 2017, el autor de éxitos como “Diles”, “Ya me acostumbré” y “Pa ti” visitó por segunda vez el Perú para presentarse en Club Kenkos (Santa Clara), Ophera (Plaza Norte), Kapital Sur (San Juan de Miraflores), Estación Watanabe (Chimbote), Fuleteo Club (Zárate), Mangos (Lince), Estadio Lizarraga (Callao) y Barranco Bar (Barranco).
GIRA ESPERADA
Bad Bunny anunció su gira World’s Hottest Tour que lo llevará a recorrer América Latina. Las primeras presentaciones están previstas para el 5 de agosto en Orlando, Florida (en Estado Unidos). En esa primera parte, el artista pasará por 15 ciudades del país norteamericano, pasando por lugares como Miami, Chicago, Washington, Nueva York y Las Vegas.
Posteriormente, el cantante iniciará su recorrido por América Latina a partir del 21 de octubre en Santiago de Chile. Después recorrerá Buenos Aires el 4 de noviembre, Asunción el 11, Lima el 13 y 14 de noviembre, Quito el 16, Medellin el 18. En Panamá tocará el 22 de noviembre, el 24 en San José, el 26 en San Salvador y el 29 en San Pedro Sula.
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