Ocho años atrás, Humberto Boza experimentaba una tormentosa soledad tras ser encarcelado por esconder un arma de fuego bajo sus ropas. Con tan solo 19 años se hundía de odio y tristeza en las cuatro paredes de su celda, por lo decidió canalizar sus emociones componiendo tantas canciones como le era posible. “De ese periodo surgieron 400 sencillos íntimos que hoy guarda bajo llave. Así, espera mantener enterrado ese pasado, tal vez hasta sentirse preparado para enfrentarlo.”
El Humberto de 25 años que aterrizó hace pocos días en el Perú es distinto. Ahora es conocido solo por Boza, su apellido que también es su nombre artístico, su marca. La soledad de antaño fue reemplazada por las más 850 mil personas que lo acompañan a diario en sus redes sociales y que bailan sus pegadizas canciones. Casi a modo de penitencia, el artista panameño dedica gran parte de su carrera a brindar felicidad con su música; reto en el que ha obtenido éxito sumando más de 6 millones de oyentes mensuales en Spotify.
“Estoy agradecido con el público peruano que me ha brindado mucho apoyo, son uno de los primeros en consumir mi música y si no fuese por ustedes, creo que mi carrera no se hubiera expandido más”, comenta durante una conversación en exclusiva con El Comercio, donde contó detalles sobre su estancia en prisión, su salud mental, el alcoholismo, su próximo álbum y más.
—Estás involucrado en la composición de la mayoría de tus canciones, ese es un privilegio del que no gozan todos los artistas. ¿Tienes tu fórmula personal para crear grandes éxitos?
Creo que simplemente soy yo. Soy un ser humano igual que cualquier otro, pero escribo de cosas reales y digo lo que muchas personas no se atreven a decir. Siempre plasmo mis emociones y sincronizo con la gente, esa es la clave de mi música. También junto a mi productor [Irving ‘Faster’ Quintero], somos una mancuerna, y siempre tratamos de evolucionar creando nuevos sonidos. Nos gusta hacer música y aún después de firmar con Sony seguí con él. Creo que esa también es otra fórmula.
—Algunas de tus canciones más personales, “Párrafo 8″, y “Talismán” abarcan temas ligados a la depresión y la ansiedad.
Es un tema recurrente en mi vida. Cuando me siento mal, en vez de hablar con alguien, lo escribo. En la posición de artista, estoy rodeado de mucha gente a la que aprecio, pero que no siempre me aprecian de la misma forma. Yo me saco esas emociones con letras que pueden ser súper tristes, pero después de eso vienen canciones súper felices porque trato de no quedarme ahí. Si lo hiciera, imagínate, sería un artista súper sad.
—¿Pero ha afectado en tu carrera profesional?
Sí, a veces afecta. A veces uno se desanima por cosas que le pasan, y así como la depresión entra en la vida personal, entra en lo profesional. Pero para eso tengo a personas como Faster, que es como mi hermano mayor y me distrae haciendo música. Lastimosamente, es una situación que puede perjudicar mucho la carrera de un artista dependiendo del tipo de persona. Aunque así como yo, hay millones de personas que sufren de lo mismo, y por eso intento mandar mensajes que los aliente a buscar una salida.
—Claro, aunque dentro de varios de tus temas pegadizos como “Hola” contiene mensajes donde alientas a tomar alcohol para ahogar esas penas. ¿No te preocupa que el mensaje incite al alcoholismo?
Sí, obviamente. Sé que muchas veces no tomamos la mejor decisión frente a los problemas. Como dije, soy una persona igual que cualquiera y de repente puedo tomar alcohol pensando que es lo que me sacará de la situación, pero cuando se pasa el efecto te sientes igual. Ya he aprendido que tomar no me va a solucionar los problemas. No quiero decir que es positivo cuando la canción sí tiene un mensaje negativo, pero trato de no involucrarme más en eso. Ahora escucho música instrumental y me relajo, sé que todo tiene solución.
—Por mucho tiempo tu música le cantó al desamor, a mantener las emociones frías. ¿Cómo te encuentras emocionalmente ahora?
Creo que cada persona tiene una historia y aprende con cada personaje que pasa por su vida. Hay canciones que son referentes a cosas de mi pasado y otras a mi presente. Así como llegué a pensar que todas las mujeres son malas, llega un momento en que conoces a alguien más y te das cuenta de que no todo el mundo es igual. Eso sucede porque siempre escribo mis canciones con las emociones del momento, si bien ahora tengo varios temas comerciales, en mis inicios no era así.
—Justamente por esa mención sobre las mujeres se te ha criticado por tener letras machistas.
Me van a criticar hasta por hacer las cosas bien, yo intento hacer lo que a mí me gusta. Puede que sí, diga cosas explícitas, pero creo que hablo más a favor de las mujeres que de los hombres. Pero como soy un hombre, doy mi punto de vista desde mis experiencias. Yo solo fluyo porque, así como hay cabrones, hay también mujeres cabronas; y si me hicieron daño, yo lo voy a decir. Sé que no entiendo lo que siente una mujer, porque dicen que a ellas no se les puede entender al cien por ciento, pero tengo una mamá que me enseñó mucho y las que cantan mis canciones también son mujeres, así que trato de referirme a ellas con respeto.
—Mencionaste anteriormente que también realizas canciones puramente comerciales. Después de tu tema “Hecha Pa’ Mi” tuviera gran éxito en TikTok, ¿intentaste hacer otro hit para esa red social?
Hice como uno o dos intentos, pero no me funcionó. Obviamente es una plataforma súper elemental para la música actualmente, a “Hecha Pa’ Mi” le hicieron un baile y fue lo que le faltaba para tener éxito orgánicamente, no hice la canción pensando en TikTok porque aún eso no había explotado. Me parece que sirve más componer temas me llenen y con los que tenga conexión, porque en redes duran solo uno o tres meses; ahora las canciones son desechables, y trato de que eso no suceda con mi carrera.
—Si hablamos de canciones de gran conexión, compusiste bastante durante los siete meses que estuviste en prisión. ¿Hay posibilidades de que algún día se convierta en un álbum?
No, yo creo que guardo esa cajita personal esperando que llegue un día en el que pueda sentarme y leer todo, porque además de 400 canciones, hay refranes, poemas, refranes y pensamientos personales. Son mis experiencias de cuando estaba en prisión, desahogando odio, y no sé, tal vez rabia, incomodidades, tristezas. Me sentía muy bipolar, creo que ese es el efecto que creaba la falta de libertad. Imagínate, siete meses en un cuadrito sin hacer nada. Al final, solo saqué una canción de ahí, una de las primeras, “Imbara Ambara”, que era un código para las visitas conyugales.
—Bueno, quizá tus seguidores no podrán escuchar esas canciones, pero sí hay un cuarto álbum en camino. ¿Ya tiene fecha de lanzamiento?
Sí, el álbum ya lo terminé, se va a llamar “Cuántico”. Saqué tres canciones recientemente en un bundle junto a Beéle, llamado “Qué Prefieres?”. Ahora en diciembre saco otras tres canciones, porque las estoy lanzando de a tres. El video principal ya lo he grabado en República Dominicana y en febrero sale el álbum completo con las seis canciones restantes. Estoy agradecido y feliz con todas las personas que me están apoyando. Este año estoy de promociones, pero para el próximo se está cuadrando una gira de conciertos y Perú está incluido en ella.