La familia de la cantante aborigen canadiense Kelly Fraser reveló este lunes que la artista se suicidó el martes pasado a los 26 años de edad, tras sufrir durante años trastorno por estrés postraumático a consecuencia de “traumas infantiles, racismo y persistente ciberacoso”.
“Lamentamos profundamente compartir la noticia de que Kelly Fraser se suicidó el 24 de diciembre en Winnipeg (Canadá)”, señalaron la madre y hermanos de la artista en un comunicado dado a conocer este día.
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“Estaba buscando de forma activa ayuda y habló de forma abierta sobre sus problemas personales en internet y a través de su diario. Kelly era una persona increíblemente buena que dio gran parte de su ser para ayudar a otros”, añadió la familia de la artista.
El comunicado de la familia de Kelly ofrece también información de teléfonos y servicios de ayuda para aquellas personas que sufren problemas mentales y están en riesgo de suicidio.
Fraser era una cantante de la etnia inuit, como se conoce a los aborígenes del Ártico de Canadá, que en 2012 empezó a ganar popularidad en YouTube por su interpretación en inuktitut, una de las lenguas de los inuit, de la canción de Riahanna “Diamonds”.
Nacida en la comunidad de Sankiluaq, una población de 880 personas situada en la isla Flaherty, en la bahía Hudson, Fraser aumentó su popularidad con videos en los que reinterpretaba, siempre en inuktitut, canciones como “Let It Be”, de los Beatles, y “Havana”, de Camila Cabello.
Gracias a su éxito en YouTube, en 2014 publicó su primer álbum, “Isuma”. Tres años después, dio a conocer su segundo álbum, “Sedna”, el nombre de la diosa del mar de los inuit.
Fraser siempre defendió su uso de la canción para denunciar el colonialismo y racismo sufrido por los pueblos aborígenes de Canadá, especialmente el daño causado a centenares de miles de personas por el sistema de residencias escolares del país, establecido para eliminar la cultura indígena.
La cantante también era una ardiente defensora del uso y revitalización de lenguas aborígenes de Canadá.A principios de diciembre, Fraser declaró a la radiotelevisión pública canadiense CBC: “Estamos en tierra indígena. Todos deberíamos hablar la lengua de los indígenas. Deberíamos hablar cree, objiwe”.
“Como hija de un superviviente de las escuelas residenciales, creo que mantener la fortaleza de nuestras lenguas ayudará a mis hijos, sus hijos. Tenemos que seguir luchando para mantener esta comunicación viva. Quiero inspirar a los jóvenes de que podemos usar nuestra lengua como queramos”, añadió la artista.En 2018, “Sedna” fue nominado en la categoría del mejor álbum de música indígena de los Premios Juno, el galardón más importante del mundo musical canadiense.
La campaña de recaudación para el funeral de la cantante, alcanzó este lunes casi 40.000 dólares canadienses (30.400 dólares estadounidenses), 10.000 dólares más del objetivo inicial.