No hay ciudad como Nueva York, una fuente inagotable de inspiración para miles de películas, monumentos y canciones en todo el mundo. Frank Sinatra la describió magistralmente como “la ciudad que nunca duerme” en su famoso tema “New York, New York”, mientras que Edward Hopper capturó su paisaje urbano en sus obras, revelando parte de las experiencias vividas en la Gran Manzana.
Sin embargo, la urbe que prometía un futuro esperanzador desapareció a principios del nuevo milenio, tras la caída de las Torres Gemelas, dando paso a un lugar más oscuro que dejaba de lado las representaciones anteriormente hechas para evidenciar una gran decepción y una desconexión de los neoyorquinos con la promesa del “sueño americano”.
“Cuando cayeron los edificios, también cayó un telón que dejó al descubierto la vulnerabilidad. Todo cambió. Las fiestas se volvieron más tímidas, los bares se llenaban más y sentías la necesidad de empatizar con lo que les pasaba a los otros”, menciona Paul Banks, vocalista de Interpol, quien sintiendo la tensión por este acontecimiento, decidió junto a la banda, retirarse de la ciudad para grabar su primer disco.
Fue durante este periodo que surgió “Turn on the Bright Lights” (2002), el primer álbum de Interpol que capturó la melancolía neoyorquina en una serie de canciones que retratan los sentimientos de una ciudad en recuperación. “Mi hermano estaba a punto de ingresar a las torres antes de la caída, tenía una reunión, pero se quedó afuera. Eso lo marcó de una gran manera y también a mí, pues vivía a un par de cuadras y para entrar tenía que pasar por una zona puesta en ‘cuarentena’, esa era la Nueva York de aquel entonces”, cuenta Banks. “Con este álbum no buscamos directamente representar la ciudad, pero es entendible que lo jóvenes de ese momento se vincularan tan fuertemente con esos sentimientos que mostraban cómo se sentía vivir en esa ciudad”, explica.
Aunque a simple vista Paul Banks parecía ser el genio detrás de las canciones ―al igual que todo vocalista de una banda― , temas como “Untitled”, “NYC” o “Obstacle 1″, son creaciones del guitarrista y fundador Daniel Kessler quien compone las letras que se complementan perfectamente con la voz melancólica de Banks. “Yo escribí ‘Hand Away’, el resto lo hizo Daniel. Él pone mucha tristeza y nostalgia en lo que hace, emociones que me las transmite y yo, al público, como si fuera un prisma que transmite a través de canciones una conversación entre dos almas que tienen vidas bañadas por la tristeza”, comenta Banks.
Tras el éxito de su primer LP ―y una gira por todo Estados Unidos―, aparecería su segundo disco “Antics” (2004), una propuesta que emplea la misma fórmula que su predecesora, pero que cambió la atmósfera sombría por ritmos más enérgicos y melodías más amigables para un público que veía como referente de este nuevo movimiento neoyorquino encabezado por The Strokes, y conocido internacionalmente como postpunk revival, aunque la banda afirme que nunca intentaron revivir nada.
“Sacar ese disco fue como estar en una gran ola intentando no caernos. Tomábamos mucho en los bares donde tocábamos, vivíamos el momento y no pensábamos en analizar lo que pasaba creyendo que cuando fuéramos maduros lo haríamos, pero hasta ahora no pensamos en lo que sucedió, ni en lo que pasará mañana con nuestras canciones”, menciona Banks.
Durante esa primera etapa de la banda que comenzaba a tener gran popularidad y sus primeras giras fuera de Estados Unidos aún lidiaba con un conflicto que muchas otras agrupaciones no consiguieron superar. “Como en toda banda, era una batalla de egos en un comienzo, pero aprendimos a que todos los proyectos que uno puede realizar no necesariamente van a reflejar lo que uno quiere hacer como artista, es algo maduro aprender a aceptar lo bueno con lo malo”, cuenta el vocalista quien recuerda que durante esta primera etapa no quiso formar parte de la agrupación. “Yo no quería estar en un comienzo en la banda por un tema de control, no quería un grupo, además no tocaban mis canciones entonces dije ‘a la mierda, me largo de aquí a hacer mi música’, pero al final quedamos en que sería el cantante y el resto es historia”, agrega.
A pesar de su crecimiento personal y musical, algunos miembros fueron abandonando Interpol, siendo el baterista Greg Drudy ―reemplazado por Sam Fogarino― el primero en irse antes de la grabación de “Turn on the Bright Lights”, quedando como recuerdo de su participación los sonidos de batería en el tema “PDA”. Otro integrante que emprendió un camino diferente fue el bajista Carlos Dengler, quien luego de concluir el cuarto disco “Interpol” fue sustituido por Banks, quien ahora desempeña el rol de vocalista y bajista. “Para Carlos no valía la pena hacer los compromisos necesarios para estar juntos, pero el resto sí, es una cuestión de ser maduros y estar satisfechos con el resultado”, menciona.
Tras 27 años de trayectoria musical, la publicación de un álbum en el 2022 y una nueva gira que celebra los dos primeros discos de Interpol, Banks asegura que el presente es lo más importante en su vida. Sin embargo, el paso del tiempo y el reciente nacimiento de su bebé hace unos meses hacen inevitable que el artista de 45 años piense más sobre el futuro. “Hacer giras se vuelve cada vez más difícil, pero lo bueno es que todavía conservamos nuestra química explosiva que nos mantiene como una banda con una dirección clara”, concluye.
La gira de la banda estadounidese de postpunk que celebra los álbumes "Turn on the Bright Lights" y "Antics" llega al Perú.
Lugar: Costa 21 de la Costa Verde
Fecha: 28 de mayor
Entradas disponibles en Teleticket.