El futuro de Zen depende del pie del guitarrista Alec Marambio. No es exageración: el primer sencillo de su nuevo álbum, programado originalmente para agosto, llegaría en septiembre, pero tendrá fecha oficial recién cuando Marambio se recupere de su lesión. Será entonces cuando ocurran las grabaciones y mezclas del tema, así como la producción del próximo álbum que se lanzará en 2024.
Después de ser teloneros de Billy Idol y lanzar su nuevo tema “Fragilidad”, marcando el final de una etapa de producciones tradicionales, Zen no busca regresar a los grandes escenarios ni aspira a una nueva nominación a los MTV Video Music Awards Latinoamérica. Su objetivo es mantenerse vigentes y constantes, inspirando a nuevas bandas a través de un legado que trascienda los intereses económicos y la corriente de la música urbana.
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“Muchas de las bandas con las que crecimos han desaparecido o han mutado a algo que no representa una evolución de su trabajo, sino más bien una lucha por sobrevivir en la industria musical. Esto no les otorga una posición de influencia e inspiración para otras bandas, y a largo plazo, si continúan por ese camino, nunca dejarán algo interesante para los demás”, menciona el vocalista de la banda, Jhovan Tomasevich, en una entrevista con El Comercio.
―¿Cómo se mantiene una banda de rock en la actualidad?
Entendiendo que todas las cosas tienen un momento. Cuando llega un nuevo género que desplaza a los otros, uno debe mantenerse fiel a lo que hace, pues el público está expectante para ver si sus artistas se suman a esta nueva ola o mejoran en su propio género musical. Sería facilista ir por la fórmula del hit forzado solo por gustarle a ese otro público que escucha el nuevo género, pero eso es un error fatal que Zen ya aprendió en el pasado. Ahora nos juntamos como banda y nos preguntamos: “¿Nos sentimos orgullosos de lo que estamos haciendo?”.
―¿Cómo cambió su percepción sobre sus producciones musicales y audiovisuales?
Cada vez que iniciamos un nuevo proyecto, la primera pregunta que surge es: “¿Qué podemos hacer con el presupuesto que tenemos?”. Por eso siempre buscamos a alguien como Percy Céspedez [director de videoclips de Zen] que nos brinde una perspectiva diferente y nos ayude a pisar tierra en temas económicos. En cuanto a nuestras nuevas producciones, nos hemos dado cuenta de que los videoclips están desfasados y que los reels son el futuro, por eso estamos viendo cómo adaptarnos a ese nuevo formato.
―¿En qué momento aterrizan como banda en temas económicos?
No hay músico que, aunque tenga plata por temas de familia, negocios o lo que sea, no haya tenido problemas con eso. Hay un hecho en la música: “Puedes tener toda la plata del mundo, pero nada te garantiza el éxito”. Nosotros no somos una banda que tenga plata, lo primero que vemos cuando empezamos una nueva producción es una pizarra donde se marca un presupuesto de cero.
―Cuando no hay presupuesto, ¿Qué cosas se negocian y cuáles no?
Se negocia todo, menos la personalidad de la banda. Nos hemos dado cuenta, a lo largo de todos estos años como artistas, más que nada por los comentarios que nos daba un amigo, de que no necesitamos de muchas personas trabajando con nosotros porque, como músicos, sabemos lo que queremos. El problema es que los artistas solemos ser un poco inseguros y ansiosos.
―¿Por qué hacer un disco y no mantenerse lanzando singles?
Es un hecho que ya no se consumen discos, pero aún así lo queríamos hacer. En nuestro caso, lo que hacemos es algo mixto. Lanzamos singles para luego juntarlos en un álbum. El problema con crear un álbum en Perú es más que nada un tema presupuestal. Si haces un álbum, cada canción que hay tiene un costo y a veces habrá canciones de relleno, por eso todavía lanzamos singles y en determinado momento [cuando haya presupuesto] lanzaremos un álbum.
―¿Cómo lidian con ello?
La bendita tecnología nos ha facilitado los costos de muchas cosas al momento de producir. Por ejemplo, para este nuevo disco, cada uno de los integrantes está grabando en sus propias casas, eso ayuda a que dejemos de agobiarnos pensando en el lado económico y pensemos en el lado creativo. Hasta ahora esto nos ha funcionado de maravilla.
―¿Cuál es su objetivo detrás de los nuevos proyectos y lanzamientos musicales?
A estas alturas, somos conscientes de que no somos jóvenes y deseamos dejar un legado para las bandas futuras. Lamentablemente, muchas de las bandas con las que crecimos han desaparecido o han mutado a algo que no representa una evolución de su trabajo, sino más bien una suerte de supervivencia en la industria musical. Esto no los coloca en una posición de influencia e inspiración para otras bandas y, a largo plazo, si siguen por ese camino, nunca dejan algo interesante para los demás. Lo más cercano que tuvimos a un gran exponente fue Frágil, pero dejaron de hacer música hace mucho tiempo. En Perú no estamos acostumbrados a tener figuras como Cerati, Espinetta o Charly García, personas a las que admirar en nuestra escena local. Ese es precisamente el legado que Zen busca establecer.
―¿Cuándo podríamos esperar el lanzamiento de su nuevo álbum?
El primer single del álbum iba a salir en agosto, pero nuestro guitarrista se rompió el pie y eso retrasó la grabación y mezcla de varias canciones. Estamos en una etapa final de grabaciones de los temas adelanto que saldrán este año, previo al lanzamiento oficial del disco el próximo año. Quisiéramos empezar antes para tenerlo este año, pero todo depende de la recuperación de Alec.