Queen en 1973, de izquierda a derecha: John Deacon, Freddie Mercury, Roger Taylor y Brian May.
Queen en 1973, de izquierda a derecha: John Deacon, Freddie Mercury, Roger Taylor y Brian May.
Redacción EC

El cantante estuvo a punto de llamar “Mongolian Rhapsody” a su canción más famosa, pero tachó la primera palabra para optar por con la que pasó a la historia de la música.

La canción también iba a incluir palabras inconexas como “matador” o “belladona”, que finalmente se cayeron de la versión final en beneficio de “fandango”, “galileo” o “scaramouche” que aparecen de forma incoherente en mitad de la canción.

Esos pequeños secretos del compositor se han conocido gracias a que la casa Sotheby´s ha mostrado este jueves en Nueva York una selección de veinte objetos que pasan por ser los más icónicos del cantante y líder de Queen, parte de una colección de mil piezas que saldrá a subasta en Londres el 6 de septiembre.

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De entre todos ellos, destacan las composiciones de su puño y letra de algunas de sus canciones más populares: “We are the Champions”, “Somebody to love”, “Don´t stop me now” o “Bohemian Rhapsody”, esas que “para muchos de nosotros simplemente siempre estuvieron en nuestras vidas”, como destaca Sotheby´s en un folleto de presentación.

ESCRITAS EN EL BLOC DE UNA AEROLÍNEA

Llama la atención que todos estos manuscritos son hojas con el membrete de Britisth Midlands, una aerolínea hoy desaparecida, y están escritas de forma desordenada, a veces por encima de letras o de calendarios impresos en las hojas.

“Era el tipo de persona que agarraba lo primero que tenía a mano cuando le llegaba una idea”, dice a EFE Cassandra Hatton, vicepresidente de Sotheby´s, pero advierte sobre el supuesto “desorden” que esas hojas pueden traducir una idea engañosa.

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Pone como ejemplo que “Bohemian Rhapsody” consta de 15 páginas donde Mercury escribió -y a veces tachó y corrigió minuciosamente- las diferentes partes vocales y musicales de una pieza de casi seis minutos que viaja de la ópera al rock con una audacia premiada con el éxito.

O que al escribir “We are the champions”, Mercury ya vaticinaba que la pieza podría adquirir carácter de himno y pensó en cómo el público repetiría ritmos y palabras de la canción, mientras que en “Somebody to Love” las notas aparecen escritas con distintos colores para marcar con claridad las distintas armonías.

De todos los manuscritos, son las 15 hojas de “Bohemian Rhapsody” las que saldrán a subasta con un precio más alto, entre un millón y un millón y medio de dólares como precio de salida.

CON INFORMACIÓN DE EFE.


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