“Siempre fuimos una banda independiente, nunca tuvimos una compañía grande que nos diera un apoyo”, comienza diciéndonos Gastón Bernardou, percusionista y uno de los miembros fundadores de Los Auténticos Decadentes al recordar sus inicios, una larga ruta por el under bonaerense, junto a muchas otras bandas talentosas, antes de conseguir la fama y el derecho natural para armar fiestas sin límites en cualquier capital latinoamericana en la que se presenten con su ritmo fogoso y entusiasta. La banda se formó en 1986, año bendito para una Argentina iluminada por La mano de Dios, el Gol del Siglo y la Copa del Mundo en tan solo unos días. Maradona llegaba al cielo y Los Decadentes, a los escenarios. Ya desde setiembre del 2021 arrancaron gira para celebrar los 35 años de la banda, con una serie de conciertos en el Estadio Obras de Buenos Aires con localidades agotadas. En Chile, Uruguay y México tuvieron también presentaciones apoteósicas. En los últimos meses, además, concretaron un lanzamiento que era una deuda con ellos mismos: la trilogía ADN, un tributo a sus raíces, a todo aquello que los llevó a convertirse en una de las bandas más importantes del continente.
“Sin apoyo inicial, nuestra música se hizo conocida por los DJ más que por la radio o una discográfica que editara las canciones. Era más por un casete, a veces pirata, que se pasaba entre amigos, o porque ponían algún tema nuestro en una discoteca. Antes de Internet, imaginate, conseguir la información era casi imposible”, recuerda ‘El Francés’. “Más allá de eso, felizmente, siempre hemos estado –y creo que seguimos- presentes en las fiestas, casamientos o reuniones populares. Siempre hay un momento para ‘Corazón’, ‘Los Piratas’ o un ‘Tutá tutá’”, indica el músico, al mismo tiempo que hace una observación sobre la longevidad del grupo: “Hemos durado tanto que se arman shows muy lindos, porque vemos que vienen padres con hijos e, incluso, hijos que traen a sus padres. Es muy buen ambiente y una fiesta”.
-Después de la pandemia, la pausa obligada, los momentos difíciles, muchos grupos han pasado por una etapa complicada. ¿En qué momento pueden decir que está la banda?
Y… siempre estamos complicados los Decadentes. Por eso somos los Decadentes (risas). No, no, hablando fuera de bromas, la verdad es que después de la pandemia ahora siempre tocar es algo lindo, que se disfruta mucho, y nos encuentra ahora a punto de sacar disco nuevo, trabajando en las canciones nuevas de los Decadentes y practicando para festejar también. Arrancamos el 35 aniversario en setiembre del año pasado y seguimos hasta este setiembre que viene, por lo menos.
-¿Cómo se mantiene o renueva la energía para sostenerse sobre un escenario más de 35 años después del primer día?
Yo creo que siempre se mantiene un espíritu parecido, de tocar, de juntarnos como un grupo de amigos que salen al escenario y se divierten. Así que lo empezamos como un hobby, y seguimos así, de esa manera. Nos gusta mucho tocar, hacer shows y por suerte nos podemos seguir dedicando a eso. Tenemos un gran gusto por la música, por los recitales. Siempre hay fiesta, la gente la pasa bien.
-Entonces, el momento más difícil de un concierto es cuando se acaba, es como que te saquen de la fiesta en plena euforia…
Muchas veces para Los Decadentes es solo la previa, pero después Los Decadentes tienen que seguir la fiesta un poco más (risas). Le pasa a Los Decadentes y a la gente que va al show (risas). Siempre preparamos que haya música antes, que esté buena la escenografía, la lista de los temas, el cover elegido, el show entero. Siempre hacemos todo como para que la gente vaya, baile y se divierta.
-¿Qué es lo más difícil de hacer que funcione en una banda con tantos integrantes? Cada cual tiene su propia onda, carácter, estilo, gustos… ¿Cómo hacen?
Sí, la verdad que sí, cada uno tiene su gusto personal y su personalidad, pero bueno, esto es como un equipo de fútbol, un gran equipo en el que cada uno hace la función que le toca y trata de no complicarse demasiado. Saben lo que hay que hacer, dedicarse al show y a pasarla bien. Generalmente, el momento de tocar es el momento de festejo en el que uno la pasa bien, después hay un montón de laburo previo y de movidas que uno hace para llegar a ese momento. Es como un trabajo también.
-Si son como un equipo de fútbol, entonces, cuando empiezan una gira Los Auténticos Decadentes es como si saliera a jugar La Scaloneta…
¡Totalmente! (risas) Aunque no sé si somos La Scaloneta, pero La Decadenteneta o la Decaneta, sí, seguro. En el principio, yo siempre decía que representábamos un poco a Argentina, por nuestro estilo, que es argentino en muchas cosas, pero con el tiempo, creo que es más representante de Sudamérica. Nuestro estilo es eminentemente sudamericano con todo lo que eso conlleva, las mezclas de música, los ritmos, la suma de música peruana, colombiana o uruguaya, el carnaval de Brasil, todo eso nos influenció mucho. Cuando vas a tocar a Estados Unidos o Europa y representas a tu tierra, se ve la diferencia con las otras bandas. Entonces, eso es muy lindo, porque en ese sentido somos como una selección, un combinado sudamericano.
-En términos de trabajo compositivo o dentro del estudio, ¿Qué tan difícil – o qué tan rico- es amalgamar tantos géneros distintos como hacen ustedes cuando juntan ska, funk, candombe, bailanta o rock?
Eso se va dando naturalmente porque nos gustan las músicas. Entonces, a veces agarramos un ritmo y lo trasladamos a los instrumentos que tocamos nosotros. Son mezclas y homenajes de música que escuchamos cuando viajamos o que escuchábamos y que queremos representar. Si la pregunta es si es difícil, no es difícil. Ahora, a veces nos sale bien, a veces nos sale más o menos (risas). Al principio una cumbia para nosotros era cualquier cosa, ahora es distinto. Uno va aprendiendo a tocar. Para la banda lo principal es tratar de no hacer cosas que ya hicimos y mezclar muchos ritmos.
-En términos personales, ¿Cuál puedes decir que ha sido el momento más emocionante que has vivido como un Auténtico Decadente?
Los Decadentes son una emoción constante, pero siempre hay momentos o hitos increíbles que a uno le quedan. Uno muy importante fue para el 30 aniversario, el cierre de esa gira en Ciudad de México. Fue un show en el Foro Sol, algo enorme que siempre nos quedó como un punto muy lindo de festejo del 30 aniversario y ahora ya estamos en 35. Fue muy importante, sobre todo, por la cantidad de gente en un show muy complejo, con mucha producción, en el que salió todo bien. Busquen “Decadentes Foro Sol” en YouTube y van a ver las imágenes de lo que fue.
-En estos últimos meses están lanzando “ADN”, un disco triple con covers a su estilo, que están publicando de a pocos, uno por uno. ¿Cómo puede resumirse o describirse en palabras el “ADN decadente”?
Bueno, la verdad que buscamos en el ADN un poquito a través de nuestras influencias. Queríamos mostrar lo que hizo que seamos hoy Los Decadentes. Un montón de canciones de grupos de rock nacional de Argentina, algunos mexicanos, también tradicionales, un poquito de cumbia, algo de música uruguaya. Es una mezcla de toda la música que escuchamos en los 70 u 80. Elegimos muchas porque eran las canciones que tocábamos nosotros cuando éramos “under”, eran covers, canciones que tocamos en nuestras fiestas, fogones o asados. Son canciones raras que no tocamos en vivo y ahora las estamos grabando en este ADN. Aunque parezcan bandas que no tienen nada que ver con Los Decadentes, como Sumo, Abuelos de la Nada o Virus, eran las bandas que íbamos a ver en nuestros inicios, así que el homenaje también viene por ese lado.
-¿El 35 aniversario hizo que les pareciera bien revisar estas raíces?
Sí, la verdad que había muchas canciones que nos siguieron y las tocamos muchas veces en nuestros inicios. Es un disco que siempre quisimos hacer y ya lo veníamos trabajando hace mucho. Hicimos 9 canciones en el estudio de Sony en México antes de la pandemia. Íbamos a hacer solo unas 3 más para completar, pero como la cuarentena se extendió nos fuimos pasando cosas entre nosotros, sumando invitados, grabando otras canciones más, hasta que al final completamos unas 24 que hemos dividido a la antigua, en 3 discos, A, D y N, que está por salir este año. En unos días lanzamos “Loco perdido”, el primer corte de N, que es un cover de la Mona Jiménez. Este trabajo triple fue un buen disco que disfrutamos mucho y vamos a tocar algunas en Lima. Ahora, a fines de año, empezamos ya con un nuevo disco de Los Decadentes, pero de canciones ya nuevas, no covers. Grabar ADN fue como darnos un gusto. Y también, un poquito, para mostrarle esas canciones a las nuevas generaciones.
-Ahora que hablamos de sus 35 años, cuando uno conmemora este tipo de fechas y empieza a mirar hacia atrás, suele pensar en las cosas locas que le sucedían cuando recién comenzaba. ¿Qué es lo que más delirante que les sucedió cuando recién arrancaban como banda y que hoy sería inconcebible que les ocurriera?
Hay muchas cosas. Pienso en muchos lugares donde tocábamos como banda under, con mucha gente, en sótanos. Hoy todo se cuida un poquito más. Pero también ocurría que, a un recital, llegaba la policía con colectivos y se llevaba a todos presos, nosotros incluidos. Cuando empezamos con Los Decadentes hacía poco tiempo que habíamos tenido dictadura, entonces la policía todavía tenía esas costumbres de ir a lugares de rock o recitales solo para llevarse a toda la gente presa, como hacían en la dictadura, a pesar de ya vivir en democracia. “Razzia”, le llamaban. Los Decadentes hemos estado casi todos presos después de un show, alguno aún era menor de edad, otro no tenía su documento, cosas que hoy no podrían pasar. Te dejaban ahí hasta el mediodía de la mañana siguiente, hasta que te vinieran a buscar. Era algo al pedo, no era nada, cosas que hacían que no tenían sentido y justificaban con “averiguación de antecedentes”. ¿Te imaginás hacerlo en tiempos sin computadora y sin Internet? ¡Era solamente para romper las pelotas! Nosotros nos poníamos a charlar y a cantar ahí mientras estábamos presos. Nos pasó en Buenos Aires y también en Villa Gessel, que es una ciudad balnearia. Cosas de la época under de Los Decadentes. Por suerte eso la policía ya no lo hace desde mucho tiempo atrás.
-¿Cómo era aquella movida de mediados de los 80?
Era una época muy, muy under, había muchas bandas. La más conocida era Sumo, pero también estaban Babasónicos, Attaque 77, los Cadillacs, Los Pericos, Los Cafres. Esas bandas eran todas under en ese momento y te nombré las conocidas, porque hay montones de grupos. Ahora hay una muestra aquí en Buenos Aires de todo lo que fue el rock de los 80, una exposición: 80´s, el rock en la calle. Es increíble la memorabilia que consiguieron y cómo muestra la época. En los 80 nosotros éramos muy under, mientras las bandas fuertes eran Charly, Calamaro, Fito Páez, GIT, Soda Stereo, todos ellos. Las primeras bandas que salieron a tocar a todo Latinoamérica y que sembraron todo lo que vino luego.
-El primer disco que hicieron, en 1989, se llamó “El milagro argentino”. ¿Cuál sería “el milagro argentino” hoy?
Y… sacar otro disco tan bueno como “El milagro argentino”. ¡Eso sería un milagro! (risas). El milagro más esperado. Ese me parece que es el desafío, en un sentido sentimental y de composición. Obviamente que las herramientas que teníamos en ese momento eran más limitadas. A uno quizás le gustaría tener esas herramientas hoy, y también tener la inocencia y la fuerza que tenés cuando empezás. Ese es el desafío hoy por hoy. Ese y ya seguir tocando es de milagro.
-Hay quienes los han llamado “la banda sonora de la alegría argentina”. ¿Qué significa eso para ustedes?
Es un orgullo que lo digan o que lo puedan plantear así. Desde que empezamos, más allá del baile, creo que tratamos de contagiar un espíritu positivo, de buena onda, de una actitud ante la vida positiva, con una energía de alegría y de aguantar, pero siempre con los valores, con las tradiciones, mezclando un poquito, siendo respetuosos, pero pícaros. Que la gente baile, se divierta, que haya buena onda y se pueda repetir a través del tiempo. Como decís vos, es la banda sonora de muchas generaciones. Siempre, además, estuvimos afuera de la moda, nunca de moda ni haciendo lo que estuvo de moda, siempre hicimos como algo aparte. Somos populares, pero sin ser una banda fanática de lo que está de moda. Siempre que Los Auténticos van a tocar, la gente lo pasa bien. Por eso, celebrar el 35 aniversario en Lima va a ser espectacular.