Un encuentro fortuito en la esquina del barrio que los albergaba fue la primera nota de su historia musical. A finales de la década de los setenta, tres muchachos de Pueblo Libre unieron sus destinos para ser parte de una aventura que los convertiría en una de las bandas de rock más populares del Perú. Bajo el nombre inicial de Royal International Orchestra, ‘Pocho’, ‘Cucho’ y ‘Chachi’ empezaron a ensayar en un cuarto de azotea. Fueron años de aprendizaje juntos y de sueños que, por entonces, parecían inalcanzables.
Hasta que en medio de apagones, torres eléctricas que volaban y la expansión de la tiranía de la ‘caja boba’ en los hogares peruanos, llegó la inspiración. Y con ella el primer hit del grupo Rio. El éxito de “Televidente” traspasó las fronteras nacionales en 1985, pero su letra todavía retumba en nuestra memoria colectiva.
Treinta y cinco años después de su lanzamiento en las radios conversamos con el trío rockero sobre los recuerdos de aquella época, la vigencia del tema y los estragos que la presencia del COVID-19 ha ocasionado en la industria de la música.
¿Qué edad tenían cuando empezaron a tocar juntos? ¿Dónde se reunían?
Pocho: Yo estaba bordeando los 20 años. Era el mayor. Teníamos otro amigo dentro de la mancha que se llamaba Giancarlo y otro que le decían ‘Chiqui’. Nos juntábamos eventualmente con ellos y empezamos a aprender a tocar guitarra. Pero casi siempre éramos los tres, Cucho, Chachi y yo, los que ensayábamos.
Cucho: Nos apropiamos de un cuarto en la casa de nuestros papás y ahí armamos nuestras cosas. Alucinábamos con construir un parante para poner un micrófono, cómo conseguir un amplificador, guitarras eléctricas. Básicamente no teníamos nada. Lo demás nos estuvimos agenciando con mucho ingenio y empeño. Es una época muy bonita. Para hacer el parante del micro, por ejemplo, agarrábamos un tubo, conseguíamos una lata y le metíamos cemento y ahí estaba. Agarramos la radiola de mi papa que no la usaba y con eso hicimos un amplificador. Para hacer nuestras propias luces ahorrábamos de nuestra propina y nos íbamos a Paruro a comprar foquitos. Poníamos soquetes en una tablita, armábamos los circuitos y ya teníamos luces de colores. Todo esto era una tarea en la que nos empeñábamos y lograrlo era nuestro triunfo.
Chachi: Nos llevamos más o menos tres años de diferencia entre nosotros. Fue la música quien nos dio la oportunidad de poder coincidir. Empezamos empíricamente, como un grupo de barrio, pero afortunadamente fue bastante tiempo, seis o siete años, en los que estuvimos en una etapa de aprendizaje lento, pero seguro.
¿Qué canciones tocaban por entonces ?
Pocho: En esa época sacábamos canciones de los discos que escuchábamos, teníamos a mano música de los Beatles, Bee Gees. Al principio seguro no nos salía muy bien pero poco a poco logramos que las cosas salgan mejor musicalmente. Los primeros años fueron una cuestión de hobby, nos gustaba hacerlo pero jamás pensamos en dedicarnos a la música como algo profesional. Nosotros estábamos en la universidad y de ahí nos íbamos a ensayar.
¿Cuándo se les presenta la oportunidad de grabar?
Pocho: Fue una mera casualidad que nos presentáramos a una casa discográfica. Un chico que conocíamos pero que vivía en otro barrio pasó por la casa de Chachi y nos enseñó un contrato. Él y su grupo de rock habían firmado con una disquera para grabar un disco de 45. Nos dolió en el alma. Si no hubiese pasado eso quizás nosotros hubiésemos seguido así no más, pero despertó en nosotros la ambición de grabar un disco.
Cucho: Ahí hay una contradicción. Si bien soñábamos en tocar y hacernos conocidos nunca hacíamos nada por lograrlo realmente, no sabíamos cuál era el paso a seguir hasta que ese amigo del barrio nos enseñó su contrato. Fue pura piconería, envidia de la buena. Fue como descubrir que sí se podía lograr.
¿Qué hicieron entonces?
Pocho: Ya teníamos canciones nuestras. Así que agarramos la guía telefónica y buscamos la casa discográfica más importante. En esa época era El Virrey. Tentamos suerte. Nos comunicamos con ellos, fuimos y llevamos un casete con unos demos nuestros. No fue nada sencillo presentarnos, nos tomó como un año lograrlo. Tuvimos que esperar horas de horas para que alguien nos pudiera atender y luego regresar a la semana siguiente. En ese plan estábamos hasta que nos dieron la oportunidad de grabar un par de canciones, hubo un contrato. Grabamos “Son colegialas” y “Cómo escapar” en 1984.
Ese primer disco no funcionó muy bien…
Pocho: Grabar ese 45 fue un sueño dorado para nosotros que éramos unos muchachos. Al disco no le fue bien, pero llegó a manos de Carlos Cáceres, un empresario del Cono Norte que tenía una discoteca. Él se llevó nuestro disco y causó furor en Comas.
Luego llegó “Televidente”. ¿En qué circunstancias fue compuesta?
Pocho: Hay que trasladarnos hasta el año 1985 para entenderlo. En esos años no había cable ni tantos canales de señal abierta como ahora. No había muchas opciones, eran televisores con cajas enormes y los controles eran manuales. Me acuerdo clarito de que un día estaba en mi cuarto frente al televisor chiquito que dejó mi hermano y mientras cambiaba de canal me di cuenta de que en todos había comerciales. Eso más la coyuntura de apagones que vivíamos hacía que muchas veces cuando veíamos una novela o película y nos quedáramos frente al televisor esperando a que regrese la luz o a que termine la tanda comercial. Eso me llevó a tararear las primeras estrofas. Después cuando ya tenía toda la letra la anoté y al día siguiente me fui a la casa de Chachi y Cucho para ensayar y sacar la canción. Ensayamos una semana, la grabamos en un casete y la llevamos a El Virrey.
¿Cómo recuerdan ese momento de éxito?
Chachi: Esa canción es importante porque cambiamos de etapa. Un tiempo después del primer disco ‘Pocho’ tuvo la idea de “Televidente” y con la letra ya escrita desarrollamos el tema. Tuvimos la suerte de grabarla en un estudio moderno. La canción cambio nuestras vidas. Fue demasiado. Antes no nos conocía nadie.
Pocho: Nosotros buscamos la oportunidad de grabar un segundo disco, pero la disquera nos cerró las puertas. Hasta que el ingeniero de grabación Walter Vargas, que ya había escuchado “Televidente”, nos dijo que ese era el tema para reventar. Fue gracias a él que logramos convencer a la disquera. A pesar de no haber vendido discos la primera vez volvimos a grabar en El Virrey. Estábamos contentos con el disco, pero no tanto con el sonido. No encontrábamos explicarlo pero entendíamos que el resultado no era el que queríamos. Sentíamos que no estaba completo. Ahí nos pusimos en contacto con Elías Ponce Junior, que tenía su estudio y lo grabamos nuevamente.
¿Cuál era ese ingrediente musical que faltaba?
Pocho: Le faltaba mucho teclado. La versión que grabamos en El Virrey era full guitarra. Nosotros teníamos algunas ideas de cómo queríamos que suene, pero no teníamos acceso a eso así que Elías Ponce nos contactó con ‘Coco’ Tafur, músico espectacular y gran arreglista. Con él trabajamos los arreglos de “Televidente” y también de “La universidad”. Después conocimos a su hermano Eduardo ‘Lalo’ Tafur, con él en los teclados grabamos bastantes discos. Todo en nuestra vida fue encajando. Se fue dando como en una serie de Netflix. Capítulo a capítulo nos fuimos juntando y al final se formó la banda.
¿El mundo conspiró para que suceda, como diría Coelho?
Pocho: Algo por el estilo. No sé si porque así estuvo escrito o porque hubo mucha suerte o coincidencia. Yo creo que las cosas pasan porque tienen que pasar. Hay cosas que no van a pasar nunca por más que las intentes una y otra vez. Pero también creo que vale el esfuerzo, el intento. Siempre va a haber gente que te desanime, pero hay que atreverse. Si no pasó pues no pasó, pero lo intentaste. Nosotros hemos tenido que dedicarle nuestra vida a la música para que esto funcione. Fue recontra difícil para nosotros. Difícil y sacrificado. Años de años de dejar a nuestra familia y amigos para poder lograr un sonido.
“Televidente” fue compuesta como una crítica hace 35 años y hoy sigue vigente.
Pocho: Cuando hemos hecho nuestras canciones siempre nos ha gustado poner mensajes muy claros y precisos como en “La universidad”, “Al norte de América”, “Palacio de Justicia” o “Tienes que pagarme más”. Y lo que “Televidente” dice es que la televisión cuando está mal orientada es un arma para embobar a la gente.
“Te quieren controlar, te quieren adiestrar” resume ese mensaje.
Pocho: Claro, es la pura verdad. Y eso pasa desde siempre. Inconscientemente te quieren vender cosas, hacer que eso sea una necesidad. Ahora le creen al Facebook. Así que sí te puede controlar y adiestrar facilito. Más que criticar, creo que lo que hizo “Televidente” es formar una teoría: la televisión o cualquier medio de comunicación es un arma peligrosa si cae en malas manos.
¿Se puede comparar a los televidentes de hace tres décadas con los cibernautas de ahora?
Pocho: Le han cambiado de nombre no más. Es lo mismo. De acá a 20 años cambiará de nombre nuevamente. Siempre va a haber un televidente y un tercero que te va a ofrecer un audiovisual para embobarte. Sea en el televisor, en tu celular o en tu cerebro. El negocio es el mismo, lo único que va a cambiar es la forma en que llega al usuario. Eso es todo. Ahora es peor, porque antes no existía la ventaja de que el televisor sea portátil. Ahora te lo puedes llevar contigo a todos lados. Seguimos esclavizados.
Chachi: Lo que ha cambiado es el formato. Ahora está el celular, el iPad. En el momento en que salió “Televidente” el aparato de comunicación que nos aislaba del resto era la televisión. Ahora son otros. La maquinaria ha cambiado, pero nuestro comportamiento siempre es el mismo, buscamos estar distraídos.
¿Qué tanto los ha afectado la cuarentena ordenada ante el peligro del COVID-19?
Pocho: Nosotros teníamos programados conciertos durante todo el año. Y lastimosamente, como a todos los del rubro, nos está afectando de una manera terrible. La gente piensa que solo nos afecta a los artistas, pero no se da cuenta que sobre el escenario somos cinco o seis, pero detrás hay muchas más personas. Cuando viajamos hay 12 personas parte del staff de Río, pero hay más de 50 que trabajan para hacer posible el show. También están quienes venden las entradas, la que venden comida y bebida, los de transporte, el hospedaje. Todo esto se mueve de manera adyacente con la música. Reactivarlo va a tomar bastante tiempo y esfuerzo.
Chachi: Todos los que estamos en el rubro de entretenimiento somos prescindibles en estos tiempos. Es natural. Vamos a ser el rubro que más va a tardar en recuperarse. Por ahora lo afrontamos con expectativa y cautela, pero sabemos que vamos a terminar muy golpeados este año.
Cucho: Nosotros teníamos un promedio de tres shows por semana. Ya van como 12 cancelados. Y faltan dos semanas más. Como alternativa de trabajo hacer conciertos y shows está cerrado por bastante tiempo. Pero yo creo que la música siempre va a salir adelante.
¿El grupo ha barajado la posibilidad de utilizar alguna plataforma online para generar ingresos? Algunos artistas ya lo están haciendo.
Pocho: Hasta ahora los artistas hemos estado trabajando gratis para darle música al público. No ganamos dinero con eso, pero lo hacemos porque todos estamos pasando un mal momento. Pero más adelante, debería ser así: quienes quieran escuchar un concierto tendrían que pagar una tarifa y mediante una clave de acceso ver el show por única vez, sin tener la opción de grabarlo. Hay muchas alternativas de negocio, en realidad. Hacer este tipo de cosas me parece justo.
Chachi: De hecho que vamos a hacerlo, pero nos resistimos todavía. Es un mecanismo que seguramente vamos a usar pero en un porcentaje muy pequeño. Personalmente no estoy muy preparado para responder a esa pregunta. Terminando este mes debemos analizar un poquito la situación de este año.
Cucho: No me entusiasma mucho, pero es una alternativa. Yo soy de los que aman el escenario, amo estar en contacto con la gente, disfruto mucho eso. Podría hacer un concierto online pero no es lo que me gusta.
¿En este receso están preparando algún nuevo material juntos?
Cucho: Esto nos agarró tan de sorpresa que no nos hemos comunicado más que para cosas puntuales, pero nos vamos a aponer las pilas porque material hay. Solo es cuestión de compartirlo por internet y ver que opinan los otros, ver cómo lo podemos trabajar.
¿Hay algo de la experiencia con Río que les gustaría cambiar o hacer, quizás, de otra manera?
Chachi: Empezar más jóvenes para tener esa aventura de ir a otro país y quedarnos. Para saber qué es lo que pudo pasar. Los grupos extranjeros de la época se jugaron el pellejo, se fueron a empezar de cero a México, por ejemplo. Nosotros no tuvimos ese espíritu. Siempre nos pareció súper bien salir de gira y volver a casa. Quizás si hubiéramos empezado unos siete u ocho años antes hubiéramos podido hacernos más conocidos a nivel internacional.
Pero algunas de sus canciones sí cruzaron fronteras.
Chachi: Sí, pegó una canción por aquí, un par por allá, luego otra más. Pero no es lo mismo como estar allá, ir a los canales 15 días y volver después de unos meses. Esa era la única manera de internacionalizarnos, pero creo que fue un esfuerzo que no quisimos hacer. Además, hubo otros factores. No teníamos ninguna productora que nos respalde. Nosotros éramos un grupo de garaje, en este caso de azotea. El éxito nos llegó demasiado rápido y andábamos de gira nacional todo el año. Cuando debimos haber arriesgado en otros países y quedarnos temporadas largas optamos por lo seguro.
¿Cuáles son los temas más sonados que han compuesto para el grupo?
Chachi: En el grupo todos componemos. Temas míos son por ejemplo “Carol quiere un viaje a Londres”, “Todo estaba bien”, “Mónica”. También hemos hecho canciones a dúo. Con ‘Pocho’ hicimos “Lo peor de todo”. Los tres, con ‘Cucho’, hicimos “La Universidad” y “Son colegialas”. Tenemos canciones solos y colectivamente.
Cucho: ‘Pocho’ fue al inicio quien más componía, luego ‘Chachi’ empezó a hacerlo bastante. “Contéstame” y “Al norte de América” las compuse yo.
¿Cómo ocupan su tiempo en estos días de descanso obligado?
Chachi: Por mi parte ahora estoy avanzando con las composiciones y en algún momento pienso invitar a amigos para terminarlas. Lanzar mis canciones pero con las voces de otros cantantes. Esa es la manera de dar a conocer tu aspecto como compositor, no solo como integrante de la banda. Esa sería una nueva faceta para mí, me gustaría experimentarlo. Creo que para fin de año podría ser.
Cucho: He hecho cosas con algunos amigos. Hace tiempo compuse una canción que se llama “Sin ti”. Ya está la mezcla terminada y la mandé a remasterizar. Es un proyecto aparte, porque para que Río grabe una canción tenemos que juntarnos y a ahora es bastante complicado. Ya he grabado otras canciones con perfil bajo, pero con esta sí quiero hacer un poquito de bulla porque de alguna manera es una forma de sacarle la vuelta a lo que está pasando ahora y hacer música a pesar de la coyuntura.
Pocho: Cada vez que puedo estoy haciendo algunos pequeños cambios en la mi casa, la cual tuve la suerte de diseñar y construir. Es uno de los trabajos más bonitos que hice como arquitecto. Para mí la arquitectura es una carrera apasionante porque logras materializar algo que tenías en tu mente. Es como la música, compones una canción, luego la grabas y así la conviertes en algo tangible.
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