Una pregunta sobre la postergación del concierto con el que retomaba la gira “Cerca de ti” fue el origen de una inusual confesión. Como se sabe, Guillermo Dávila ha preferido no ahondar en la relación que tiene con su hijo Vasco Madueño y los pormenores de un tema que lo ha llevado al ojo de la tormenta pública. Al respecto, cuenta que el año pasado en Lima un señor lo increpó duramente. “Se refirió a este problema y vi que tenía una aberración contra mí. Me dijo ‘abandonaste a tu hijo’, lo mismo que dice mucha gente. Me acerqué y hablé con él y felizmente pudo ver que yo no era la persona que cuentan”. Esta vez, el cantautor venezolano ha decidido dar su versión de los hechos y conversar ampliamente sobre la paternidad que se le reclama desde hace más de 20 años. “Siempre pedí no hablar de este tema, pero todo lo que se hizo estuvo a disposición de la prensa. Ahora yo quiero hacerlo. Sé que vende mucho más decir que Guillermo Dávila es un hampón que decir que voy a Perú a presentar un concierto”. El show esperado por la legión de fans que ‘Nacho’ ostenta en el país está programado para el 25 de junio en el Círculo Militar de Jesus María. Desde Nueva York, sus declaraciones sobre la polémica que lo envuelve.
—Tu visita se esperaba para el Día de la Madre, ¿qué pasó?
Yo no lo postergo, lo hace la empresa que lo organizó. Ahora será en otro local. El cambio de fecha es porque, mira, ningún empresario quiere arriesgarse a tener una pérdida. Sobre todo cuando existen ciertas determinaciones de los locales por cuestiones gubernamentales. Donde cabían 100 solo podían entrar 70 en ese momento. Además, esto me daba el tiempo para tocar el tema del concierto en los medios, porque desgraciadamente lo único que se dice de mí es que yo he sido un mal hombre, la misma historia de siempre. Y yo entiendo eso porque la gente no está en mi vida y hay personas habilidosas para manejar estas situaciones, son profesionales. Indudablemente hay gente que se quiere aprovechar. Tan es así que han aparecido empresarios con la gran idea de hacer un concierto con Vasco. Él es mi hijo pero yo no lo puedo inducir a un concierto donde tal vez no tengamos ni tiempo de ensayar.
"Mucha gente quiere mostrar que soy un hombre malo. Y no, pana, yo soy un hombre como muchos que ha tenido un hijo fuera de un matrimonio. Lo cierto es que no soy un criminal y se me ha tratado como tal".
Guillermo Dávila / Intérprete Sobre las críticas por haber tardado años en reconocer a Vasco Madueño como hijo.
—Él va además por otro estilo.
Claro, él es lírico, pero eso del concierto se puede inventar y yo puedo presentarlo y bla bla bla. Por esa razón me separé de mi grupo de managers que solo pensaban en hacer negocios. Pero más importante que eso es la relación que podamos tener como padre e hijo. Yo ya lo he dicho, pero también he enfurecido porque mucha gente quiere mostrar que soy un hombre de malas pulgas, malo. Y no, pana, yo soy un hombre como muchos que ha tenido un hijo fuera de un matrimonio. Lo cierto es que no soy un criminal y se me ha tratado como tal. Cuando la gente no conoce el mundo de la televisión dice muchas cosas.
—¿De qué más te has sentido acusado?
Pues que ahora me aparezco porque tengo un concierto. A la gente le intriga la razón por la que estuve ausente mucho tiempo en Perú. Es muy sencillo, yo tenía una denuncia (Nota del redactor: en el 2000 Jessica Madueño interpuso una demanda de paternidad en contra del intérprete venezolano) como si fuera un criminal. Yo estaba dispuesto a ir a firmar a este niño, pero mis abogados me dijeron que no vaya a Perú porque me tenían todo preparado para caer preso. Es lo que pasó, pero seguro van a decir que es mentira, que no vine porque soy un mal padre. Por donde sea sé que yo tengo las de perder. Si venía terminaba preso y como no lo hice estoy preso de este escándalo, de todo esto que se ha manejado durante todos estos años.
—¿Qué te hace cambiar de idea y volver al Perú?
Es que decidí esperar hasta que sea mayor de edad y poder entenderme con él. Porque con o sin examen él ya se perfilaba como mi hijo, pero por el hecho de que se pareciera a mí no significaba que legalmente lo fuera. Quiero que él lleve mi apellido, pero parece que quienes lo asesoran lo único que hicieron fue entorpecer las cosas, porque pudieron solucionarse en menos de 48 horas. Yo siempre lo he querido ayudar, pero ahí intervienen muchos intereses y factores que lo que han hecho ha sido un daño terrible, sobre todo a él. En cambio yo he crecido y me he preparado para enfrentarme a esto porque soy un tipo público. Esto no quiere decir que yo sea capaz de soportar todo, es muy difícil porque uno nunca tiene la razón y si te vas a defender, menos. Si eres culpable eres peor que culpable y si eres inocente de todas formas eres culpable.
—Esta situación es como un estigma para Vasco y también para ti.
Para él porque está en su propio país, pero yo creo que él preferiría dar conciertos en vez de hablar de esto. Para mí esto pasa con una parte del público que tengo. Veo comentarios que ofenden y otros que intentan defenderme, pero ni los unos ni los otros tienen razón porque no conocen la realidad ni de su mamá ni la mía. La verdadera realidad la ha estado viviendo Vasco desde que nació. Él ha sido el más afectado.
—Y ahora, luego de que se confirmara tu paternidad, ¿cómo va su relación?
Yo traté de comunicarme desde que me fui de Lima muchas veces y también intenté que nos encontráramos para darle mi apellido. Pero para eso hacía falta que él y su madre desestimaran el que lleva. Era un tema legal. Pero no se dio. Me dejó esperando en Reniec, pero seguramente tiene muchísimas razones para haberlo hecho, aunque nunca fueron claras. Yo no puedo cambiar su manera de pensar, de sentir, de procesar su forma de actuar.
—¿Qué crees que pasó?
No sé, pero creo que hay un resentimiento que es alimentado por la opinión pública que ha sido manipulada también. Yo lo entiendo y quiero dejar en claro que no me siento víctima ni me he querido ni quiero aprovechar de la situación con Vasco. Yo fui a Perú para cumplir con los pasos que manda la ley, para empezar un acercamiento como padre e hijo. Para muchos yo soy malo porque pedí una prueba de ADN, pero si lo pide cualquier otro eso es normal.
—¿Estás dispuesto a apoyar su carrera en la música?
Quien mejor que yo para poder indicarle el camino. Yo ya tengo una hija que es actriz y es muy buena. Estoy separado de su mamá y aunque el trato con ella es nulo, siempre traté de mantenerme cercano a mi hija.
—¿En los últimos años has tenido algún tipo de contacto con Jessica Madueño, la madre de Vasco?
Ninguno. Mira cuando yo estaba allá en Lima me hicieron llegar un video donde ella da unas declaraciones donde me llama baboso y cualquier tipo de ofensas. Yo creo que una madre no puede estar arremetiendo así públicamente contra el padre de su hijo. Cuando observé esta actitud me asusté, pensé que estaba fuera de sí y me di cuenta de que no podría entablar algún tipo de acercamiento.
—Apelando a tu sentido de autocrítica, ¿hay algo de lo que te arrepientes?
Creo que no debí haber escuchado tanto a terceros, aparecieron muchos como el arroz. Y esos que me dijeron que no vaya cuando yo estaba dispuesto a ir fue un grupo de abogados en Venezuela que tenían contactos en Perú. No sé si el escarnio al que supuestamente iba a ser sometido fue cierto o no, pero fue lo que me dijeron.
Recuerdos, novedades y más
—Hace poco habilitaste nuevamente tu canal en You Tube e inauguraste una serie de videos llamados “Los cuentos de Guillermo” en los que cuentas tus anécdotas, ¿está en tus planes escribir un libro autobiográfico?
Ya está escribiéndose, lo tengo bastante adelantado. “Los cuentos de Guillermo” nacen a partir del libro, pero es muy difícil publicarlo porque si mencionas a alguien y no le gusta lo que escribiste entonces empiezan a demandar. Es muy delicado contar ciertas cosas, por eso el libro se va a enfocar en mis historias, pero profesionales. Las personales van a ser tocadas de manera muy superficial.
—Décadas atrás la canción “Sin pensarlo dos veces” causó mucha polémica por su letra. Hoy, sin embargo, hay temas con frases mucho más explícitas. ¿Cómo recuerdas ese episodio?
Por esa canción yo fui hasta a tribunales. Parece que he tenido facilidad para que me relacionen como un maleante. Cuando me citaron a dar mis declaraciones dos policías con casco se colocan a mis lados y me agarran del brazo y me jalan. En eso se aparece un periodista y me toma una foto. La primera plana del periódico fue “Guillermo Dávila sometido a juicio”. Luego me enteré de que quien me denunció fue un político del Opus Dei. Se me acusaba de incitar a la violación con esa canción. Entonces di mi respuesta. Dije que, en todo caso, el culpable no era yo sino Rudy La Scala, que fue quién escribió la canción; el sello discográfico que permitió que yo la cante; las radios que la difundieron; y el público que la escucha y le encanta. Así nos íbamos todos presos.
—Tienes 67 años y cuatro décadas de exitosa trayectoria, ¿alguna vez has pensado en dejarlo todo y llevar una vida más tranquila?
Yo he colgado los guantes desde hace mucho. Desde que grabé “Ligia Elena” me dije esto no va más, pero me alejaba solo por un tiempo. Por eso yo por lo general he vivido en las afueras de la ciudad, lejos de todo e intentado mantenerme al margen de tantas historias que se cuentan por ahí.
—¿Tenemos Guillermo Dávila para rato?
Bueno, en cualquier momento ya voy a entrenar mi salida. Una vez ya lo hice. Me fui en el 2014, me desconecté durante 14 días de todo (ríe). En realidad, yo ya estaba ‘cantando el manicero’ (Nota del redactor: se refiere a aquella vez en que fue diagnosticado con neumonía severa debido a dos bacterias y se salvó de la muerte), pero los médicos hicieron su trabajo y me trajeron de vuelta.
Fecha: 25 de junio, desde las 9 p.m. Lugar: Círculo Militar de Jesús María (Av. Salaverry 1650). Entradas: Teleticket y en la Pollería Bolívar (calle Antonio Polo 756, Pueblo Libre). Las entradas que se adquirieron para el concierto del 2020, suspendido por la pandemia, tienen validez para este nuevo espectáculo.