Durante muchos años, los fans de los Beatles no llegaron a saber a ciencia cierta si la banda estaba disuelta, debido a la falta de una confirmación oficial. Pero se suele considerar que fue un día como hoy de 1970 –hace exactamente 50 años– que la banda más grande del mundo le puso punto final a su historia. Fue a través de un extraño comunicado de Paul McCartney, que servía como material de prensa para el que sería su primer disco solista, “McCartney”. Una entrevista hecha a sí mismo en la que se incluía la siguiente pregunta: “¿Prevé que la dupla Lennon-McCartney vuelva a asociarse para componer canciones?”. La respuesta era un escueto “No”.
► Disney anuncia la fecha de estreno del documental “The Beatles: Get Back” de Peter Jackson
Al día siguiente, la prensa convirtió el ambiguo mensaje en el certificado de defunción de los ‘Fab Four’, mientras los seguidores del grupo lloraban la noticia con cierta incredulidad. Cada uno de los integrantes seguiría su carrera en solitario y los rumores de una posible reunión jamás se concretaron. Desde entonces, las especulaciones sobre su separación han sido muchas. Pero más que una respuesta exacta y unívoca, se puede decir que fue un cúmulo de factores los que desembocaron en su final.
La principal y más manida de las acusaciones apunta siempre a Yoko Ono, la artista y pareja de John Lennon. Y algo de razón tienen esas sospechas. Porque si bien ella no necesariamente fue el factor desencadenante de la disolución, los problemas comenzaron cuando el propio Lennon intentó convertirla en una miembro más de la banda. “Él quería que yo fuera parte del grupo. Pero a mí no me interesaba integrarme”, confesó Ono años después.
Hasta entonces, todas las decisiones creativas de los Beatles se habían circunscrito siempre a sus cuatro miembros o, en menor medida, al productor George Martin. Eran muy pocas las ocasiones en las que permitían opiniones externas. Pero desde que Lennon y Yoko comenzaron su relación, ella se volvió una presencia constante a su lado, una figura con la que intercambiaba pareceres en voz baja durante los ensayos.
Culparla exclusivamente del fin de los Beatles sería un absurdo (los mejores años creativos de Lennon coinciden, de hecho, con el inicio de su relación); pero que Ono fue una de las personas que más alteró la unidad de la banda de Liverpool es un hecho innegable.
UNA RELACIÓN COMPLICADA
Contrario a lo que muchos piensan, la razón de mayor fuerza que parece haber acabado con los Beatles no fue un factor externo, sino uno interno y esencial: el distanciamiento entre Lennon y McCartney. Fueron ellos los que le dieron forma a la banda, su mente y su corazón; y si ese núcleo dejaba de funcionar, el conjunto se apagaba también.
En 1966 el grupo anunció que abandonaría las giras y conciertos y comenzó así una serie de años complejos, tan tormentosos como productivos. Por un lado, salían a la luz sus mejores discos (“Revolver”, “Sgt. Pepper’s”, “The White Album”); por otro, no parecían encontrar el rumbo personal: rupturas amorosas, la adicción de Lennon al LSD, un accidentado viaje a la India en busca de liberación espiritual.
Fue por entonces que la relación entre John y Paul se hizo más tensa. El primero se inclinaba por una mayor libertad, caótica y azarosa; el segundo apostaba por el orden sistemático, el trabajo arduo, la apuesta por mantener unidos a los Beatles a toda costa. Cuando en 1967 el manager de la banda, Brian Epstein, murió por una sobredosis, algo se partía irremediablemente. El nuevo manager, Allen Klein, fue respaldado por Lennon, pero no por McCartney. Una fisura más se abría en la que para muchos era la agrupación perfecta.
En el documental “Let It Be”, dirigido por Michael Lindsay-Hogg, se registra la primera presentación en vivo de los Beatles tras su retiro de los escenarios, y la que sería también la última de su carrera. Ocurrió el 30 de enero de 1969, día jueves, en la azotea de los estudios de Apple de Londres. Es una presentación que grafica perfectamente el momento que vivían: tiene intensidad y una muestra de su inmenso talento, pero al mismo tiempo desnuda a un grupo humano resquebrajado.
En la película se observan también las sesiones de grabación del disco del mismo nombre: son jornadas en las que se percibe cierta tensión (allí se ve cómo Yoko Ono no se despega casi nunca de John), pero que va mezclada con momentos distendidos. Y el valor del documental es que consigue atrapar esa sensación: una muy parecida al estado de negación de las parejas que creen poder conservar lo que ya está muerto.
Pocos meses después de esa histórica presentación, los Beatles lanzarían su álbum “Abbey Road”, el último que grabaron juntos. Al siguiente año, en 1970, el disco “Let It Be” (grabado antes, pero publicado después), sería lanzado ya con los miembros de la banda sin verse las caras. Para entonces la carta de McCartney estaba escrita, los titulares daban por hecho que los Beatles eran un grupo desintegrado y cada cierto tiempo surgían especulaciones sobre reencuentros.
Hasta que John cantó en “God” (uno de sus primeros temas junto a Yoko) las palabras que sentenciaron el final: “Now I’m John/ And so dear friends/ You just have to carry on/ The dream is over”. El sueño se había acabado.
TRES RECURSOS WEB PARA BEATLEMANIACOS
- El último concierto de los Beatles está en You Tube.
- Para curiosos: cifras, estadísticas e infografías de los Beatles en este enlace.
- Para los chicos: la serie animada “Beat Bugs”, con canciones de los ‘Fab Four’. Disponible en Netflix.
TE PUEDE INTERESAR
- Ricky Gervais: de tomarle el pelo a todo Hollywood al éxito de “After Life” en Netflix
- El dibujante Juan Giménez muere por coronavirus: una obra que supo anticipar el apocalipsis
- Coronavirus: el duro golpe de la pandemia al sector editorial en el Perú
- Antes del coronavirus estuvo ‘María Tifoidea’: mataba por contagio, entró en cuarentena y no salió más
- Coronavirus: “Para pasar esta crisis hay que poner en cuarentena nuestras ambiciones” | ENTREVISTA