Nos dice su maestra de canto que Iván Ayón Rivas nació para cantar. La soprano María Eloisa Aguirre lo conoce casi desde los 18 años y fue su guía hasta los 21 años, cuando ganó el concurso de Radio Filarmonía. “Ingresó al Conservatorio Nacional de Música en el primer puesto, a la especialidad de Canto. Fue un estudiante muy destacado. Y posteriormente ganó el concurso más importante de la lírica del país. Participó en la ópera peruana, ha sido reconocido por músicos nacionales y extranjeros. Él tenía que emigrar a otras latitudes con estas condiciones”, nos dice María Eloisa, quien define a Iván Ayón Rivas como “un jovencito muy encantador, amoroso, sencillo, que ama a nuestro país y a su Piura que lo vio nacer”.
MIRA: Iván Ayón-Rivas: Tenor peruano gana el primer premio del concurso de canto Operalia 2021
El domingo último, Iván Ayón Rivas alcanzó el máximo galardón en el concurso de canto Operalia 2021, realizado entre el 18 y el 24 de octubre en el histórico Teatro Bolshoi de Moscú, Rusia. Se trata de una competencia mundial de ópera abierta a artistas de entre 18 y 32 años, fundada y presidida desde 1993 por el famoso lírico español Plácido Domingo.
En este ‘mundial de ópera’, el tenor se llevó el premio a mejor cantante masculino por su interpretación de un fragmento de la ópera de Giuseppe Verdi “Il corsaro”. Además, Ayón Rivas ganó el premio a la zarzuela y el premio del público.
Iván, que ganó en 2015 el trofeo Luciano Pavarotti en el concurso Premio Etta e Paolo Limiti y recibió en 2018 una distinción del Congreso de la República, es reconocido así por su maestra: “Es un profesional excelente, muy estudioso, pulcro, un músico que maneja otros instrumentos como la guitarra, trompeta, piano, etcétera. Invierte horas diarias en su preparación física, técnica, vocal e intelectual. Porque no solo es tener el don maravilloso del canto, sino también cultivarlo y luchar mucho para lograr un sueño en la vida”. Y Iván Ayón Rivas lo está logrando.
Tras conocerse la noticia de su triunfo en Moscú, y entre su vuelo de Rusia a Italia (él reside en Rapallo, provincia de Génova), el tenor aceptó responder a El Comercio algunas preguntas. Gran admirador de Franco Corelli, Giuseppe Giacomini, Plácido Domingo y a su maestro de canto, el barítono italiano Roberto Servile, Iván nos indica que es la primera vez que aplicaba a Operalia, y gracias a su destacada participación, él se convierte también en el primer peruano en ganar esta competencia. Hoy, que es Día Mundial de la Ópera, él y todo el Perú celebra.
Desde su creación en 1993, es la primera vez que un peruano gana la competencia mundial de ópera Operalia. ¿Cómo te sientes?
Me siento muy feliz de poder ser el primer peruano en ganar este importante concurso, especialmente de ser el único representante latinoamericano de esta edición.
–¿Cómo te preparaste para esta competencia, y qué fue lo más difícil a lo largo de estas etapas de selección hasta llegar a la final?
La preparación no ha sido para esta competencia, nosotros (mi maestro Roberto Servile y yo) nos preparamos para los nuevos debuts en los teatros importantes donde tengo que regresar y/o ir por primera vez, el concurso es una consecuencia de hacer bien las cosas y es una confirmación de que estoy por buen camino. Desde la preliminar hasta la final fue un camino difícil, más que todo para gestionar los nervios y la concentración.
–¿Qué es lo mejor que te llevas de este ‘mundial de ópera’?
Lo mejor que me llevo de Operalia son las relaciones humanas, el poder compartir con cantantes de gran nivel y poder aprender de ellos (y del maestro Domingo obviamente) algo que me pueda servir para la vida cotidiana y la carrera.
–Cuéntanos de tus inicios. ¿Cómo surge tu interés por la ópera y cómo inicias el desarrollo de tu carrera artística?
El interés por la ópera nació de una manera muy ligera, fue una opción para poder entrar al mundo de la música, pero no la conocí del todo hasta entrar al Conservatorio Nacional de Música; fue ahí donde al lado de mi querida maestra María Eloisa Aguirre, comenzamos un percorso de estudio, siempre apuntando a lo internacional.
–La crítica ha celebrado tu “entusiasmo y generosidad vocal” cuando interpretaste a Corrado en “El corsario” (Piacenza, 2018). Cuando un joven tenor como tú sale a escena, además de la voz, claro, ¿a qué otros recursos apela para conquistar a su público?
Los recursos, en realidad es uno solo: la tecnica. Sin ella no sería capaz de aprovechar las emociones mías y del autor y transmitirlas al público.
–¿Cuál consideras que ha sido hasta ahora tu más retadora presentación o personaje? ¿Por qué?
Absolutamente ninguna, depende todo de la capacidad de control que tenga en cada presentación. Hasta ahora he tenido la fortuna de controlar las emociones y poder conquistar la función o la producción en general.
–El Teatro Bolshoi debe ser intimidante, por su historia y lo imponente que es. Pero te has presentado también en el Teatro Dell’Opera de Roma, de La Fenice y el Regio di Torini, estos dos últimos inaugurados en el siglo XVIII. ¿Cómo recuerdas tu debut en esas salas?
En realidad he cantado en el Bolshoi dos años atrás haciendo “La bohéme”. Más que intimidantes, son impresionantes, sentir la emoción y la responsabilidad de cantar en esos grandes escenarios, sabiendo que por ahí han pasado los mejores de la historia es un gran peso y un entusiasmo a seguir estudiando y trabajando.
–Y ahora has vuelto a Milán. Próximamente serás el príncipe Malcolm, que lucha por recuperar el trono de su padre en “Macbeth”. Cuéntanos sobre tu preparación para asumir este papel en (nada menos que) el Teatro alla Scala de Milán. ¿Es tu debut en esa sala?
Ha sido una preparación complicada pero fácil al mismo tiempo, porque el rol no es tan grande, pero la responsabilidad de estar en el Teatro alla Scala es grandísima. Es mi debut, que en realidad tenía que ser el año pasado justo para el 7 de diciembre, que pero causa Covid no pudo realizarse.
–Como sucedió en muchos sectores, la pandemia generó situaciones muy difíciles para la industria cultural. ¿Qué ocurrió en el campo de la lírica y cómo enfrentaste tú los meses de confinamiento?
El COVID golpeó muy fuerte el sector teatral, porque lamentablemente el teatro lírico lo dejaron como última rueda del carro y pues fue muy difícil poder conseguir que abrieran todo otra vez. El confinamiento lo pasé genial, pues mis padres ahora viven conmigo y tuve la oportunidad de poder conocernos mejor en otra etapa de nuestras vidas.
–Y ahora, ¿cómo se vive la nueva normalidad en la ópera nacional y global?
Ahora, gracias al ‘GreenPass’ y a las diferentes vacunas, todo está siguiendo su percorso natural. En Italia los teatros están abiertos al 100% de su capacidad y se piensa que en futuro no cerrarán nada. Al máximo se reduce al 80%, pero no creo, ¡tengamos fe!
–¿Qué expectativas tienes a partir de este reconocimiento alcanzado el domingo? ¿Cuáles son tus planes a futuro?
Las expectativas son grandes, alcanzar los más grandes teatros del mundo, sin dejar de estudiar y perfeccionar aún más la técnica. Este reconocimiento es un peso muy grande, puesto qué ahora la gente ni irá a escuchar sólo la ópera, si no al ganador de Operalia. Es una gran responsabilidad.
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