Frente a la inmensidad del océano Atlántico, Jaze parece haber encontrado lo que, irónicamente, el Pacífico no le dio: paz. Además de un ambiente cultural cargado, que ahora lo acoge como uno más de los suyos. Aunque tras un año desde su partida hacia Argentina, los frutos marinos peruanos reclaman su lugar correspondiente en la vida -y la dieta cotidiana- del artista, además de su familia y los amigos que dejó para empezar una etapa diferente.
Lo que marcó su alejamiento fue ese mismo impulso que lo llevó de las batallas de gallos a grabar en estudios, para posteriormente hacer discos, firmar con Sony Music y lanzar el proyecto que presentó en México y Argentina, y que solo faltaba presentar en Perú: Toy Locazo, segundo álbum del cantante donde cuenta con temas colaborativos como “Jomalón”, junto a Susana Baca.
“Para Argentina fui a competir en ciertas ocasiones y el recibimiento fue increíble. Tengo mucha inspiración de artistas de ese país, algo que provoca que ellos puedan sintonizar e identificarse un poco con lo que puedo ofrecer, pero la incertidumbre siempre está ahí”, nos cuenta Jaze, quien presentó su primer show en el Club Niceto en Palermo hace un par de meses, consiguiendo una mayor cantidad de público que en sus anteriores presentaciones.
Y es que a sus 24 años, el cantante de temas como “Reloj Vital”, “Perdón” y “Tranqui”, ya no es el mismo joven inmerso en la polémica con Nekros por causa de que este último le arrebatara su máscara durante la Freestyle Master Series del 2022, evento que ya perdonó y dejó en el pasado. Tampoco el adolescente que guardaba mensajes profundos con tintes depresivos en el álbum “Toy Locazo”. Ni el rapero con felicidad desbordante presente en su primer disco “Personalidad 7″.
Jaze ahora está “descifrando cosas”, escribiendo canciones como una especie de terapia que le ayuda a resolver ciertas dudas y desahogarse. “Cuando hay mucha alegría y euforia, no lo escribo, solo cuando estoy mal, por eso puede que parezca que estoy triste, pero no soy completamente así”, menciona el cantante en entrevista con El Comercio.
La ruta que partió desde la influencia musical en casa, lo llevó naturalmente a internarse en facultad de música de la PUCP, para posteriormente abandonarlo por el freestyle, que popularizaría su nombre y sus canciones, pero que también lo encasilló en un papel que nunca quiso consolidar. “Luego descubrí que me gustaba hacer discos, grabar en estudios y pensar que las canciones deben formar parte de una casa, diferentes contenidos, pero mismo estilo”, nos cuenta Jaze.
Un nuevo país llamado Argentina
Viviendo solo en Argentina, aprendió que el tiempo puede ser relativo; con tan solo un año, cambió su forma de trabajar, pasando de componer adaptando la rítmica a la letra a permanecer horas en el estudio intentando buscar una armonía en las canciones. Además de ver las cosas con mayor positividad al momento de enfrentar lados menos subjetivos de la profesión.
“En Perú hay una visión de que no se puede vivir del arte, de que va a ser complicado y casi imposible. En Argentina se piensa lo mismo, pero se busca romper constantemente con eso, además que hay más herramientas para hacerlo”, comenta el cantante, quien afianzó su amistad con la banda mendocina Usted Señálemelo.
Durante este tiempo, uno de los mayores eventos en los que formó parte fue el Lollapalooza, festival al que siempre aspiró participar mientras veía las ediciones pasadas desde su computadora. “Fue un día de ensueño, vivir allá y tener mi banda en Argentina ayudó bastante, además de tener la intención de formar parte de todo este gran evento. El camino fue largo, pero nada, sigue pareciéndome irreal, no lo termino de asimilar”, explica Jaze.
Parte de ese “sueño” es conocer a artistas como El Zar, Conociendo Rusia, Duki y otros que formaban parte de la playlist del cantante desde siempre y que ahora son contactos con quienes frecuenta en shows, y a quienes enseña canciones de Susana Baca, Eva Ayllón, Río, Frágil, Grupo 5, entre otros cantantes. “Quien resalta de todas, y tanto jóvenes como adultos conocen, es a Chabuca Granda, la tienen como un referente perpetuo de la música peruana en el extranjero”.
Lo que no cambió durante esta corta estadía que se prolongará de forma indefinida es su forma peculiar de adaptarse a su entorno sin cambiar su personalidad ―o acento peruano― por querer encajar con el resto de artistas porteños que forman parte de la escena más popular de la música sudamericana.
Otras cosas que siguen de la misma manera es la incógnita por el siguiente paso que dará. Aunque de momento el enfoque de la letra de sus canciones aún sea un misterio, Jaze tiene la certeza de armar una estética musical que abandona los sintetizadores y sonidos electrónicos ―necesarios para armar su proyecto anterior sobre el robot Toy Locazo― para ir a sonidos más clásicos. Las pistas que dejó sobre este nuevo tercer álbum que saldrá el próximo año son las canciones “No le mienta a mamá”, “Las consecuencias” y el reciente tema donde participa Gisela Ponce de León en el videoclip, “La terminal”.
“Se dice mucho que Argentina nos gana por mucho, que la industria aquí está avanzada y que por eso hay mejores talentos, pero no es así, talento hay en todos lados, especialmente en Perú, donde estamos a un par de pasos de explotar musicalmente en el extranjero”, concluye.