Cuando Joshua Bell fue nombrado director musical de la Academia de St. Martin in the Fields en el 2011, se volvió la segunda persona en ostentar ese título desde que sir Neville Marriner fundara la orquesta en 1958.
Para muchos, fue una sorpresa. Después de todo, Bell ha construido su inmenso prestigio sobre la base de su talento como violinista; la dirección de orquesta es una pasión bastante más reciente en su vida.
Los resultados de esta transición, en todo caso, han sido notables: el año pasado, por ejemplo, Bell grabó con esta orquesta un excelente álbum dedicado a los conciertos para violín de J.S. Bach.
En su segunda venida a Lima, el músico norteamericano dirigirá desde el violín a la Academia de St. Martin in The Fields en un concierto cuyo programa incluirá tres obras: la obertura de “Las bodas de Fígaro” de Mozart , el “Concierto para violín” de Mendelssohn, y la sinfonía N° 3 “Heroica” de Beethoven.
Tomar las riendas de una institución como la Academia de St. Martin in the Fields debe ser todo un reto, sobre todo cuando eres conocido principalmente como solista.¿Cuán cómodo te sientes hoy con esta nueva etapa en tu carrera?
Me encanta el trabajo que estoy haciendo con la Academia. Cuando fui nombrado su director musical, ya había estado trabajando con ellos regularmente por más de una década. Además, el primer álbum que grabé, a mediados de los ochenta, fue junto a ellos, así que siento que son un poco como mi familia musical. La progresión de solista a director fue, por lo tanto, bastante natural.
¿Cómo se dio esa transición?
Empecé dirigiendo obras para grupos más pequeños, como las cuerdas, y luego fui ampliando el repertorio para incluir sinfonías y otro tipo de obras de gran escala. Lo cierto es que como músico quieres sentir que aún te quedan desafíos por delante. Yo podría pasarme el resto de mi vida actuando como solista y ganando buenas cantidades de dinero. Pero, definitivamente, el reto es mayor cuando se trata de dirigir desde el violín, y es algo que en esta etapa de mi vida me llena mucho más.
En Lima dirigirás, entre otras obras, la sinfonía “Heroica” de Beethoven. ¿Cómo describirías el estilo de interpretación que has adoptado?
Últimamente he estado estudiando muy de cerca las sinfonías de Beethoven. De hecho, hace poco grabé la Cuarta y la Séptima con esta orquesta. En Lima interpretaré la Tercera, mi preferida , y una de las obras más dramáticas y revolucionarias de la historia de la música. Siempre me ha parecido interesante la diversidad de enfoques que esta sinfonía ha suscitado. En You Tube, por ejemplo, circula un video en el que uno puede escuchar decenas de interpretaciones de los dos primeros acordes, y todas son distintas… Hay detalles de la escuela romántica de interpretación que no quiero abandonar, como el uso del vibrato en las cuerdas, pero las interpretaciones historicistas me han servido mucho para calibrar elementos esenciales como los tempos, especialmente en el primer movimiento y en la “Marcha fúnebre”, que en las grabaciones antiguas siempre me han parecido demasiado lentos. Una vez que encuentras el ritmo justo, todo empieza a encajar.
También tocarán el concierto de Mendelssohn, una de la obras más famosas del repertorio. ¿Cómo ha evolucionado tu manera de interpretarlo?
Llevo 35 años tocando este concierto. Empieza de una manera tan especial... El violín debe atrapar a la audiencia de inmediato y empezar a contar una historia. Siempre experimento con diversas maneras de encarar ese inicio. También sigo tratando de encontrar, en mi interpretación, el mejor balance entre la ensoñación y el sentimentalismo. Tengo mucha suerte porque al fin puedo hacer con la orquesta todo lo que he venido escuchando en mi cabeza durante años. Hoy en día, mi aproximación a esta obra es bastante camarística.
¿Te molesta que la prensa a veces hable más de tu look que de tu talento artístico?
Tengo sentimientos encontrados al respecto... No quiero ser conocido por eso. Pero una de mis creencias fundamentales es que debe haber un público más amplio para la música clásica. Si dicen que soy una estrella de rock y eso atrae a ciertas personas, me parece bien. Hay maneras, en todo caso, de ser un músico serio y llegar a más gente. Un buen ejemplo es Yo-Yo Ma, un músico extraordinario que ha logrado conectar con un público muy amplio sin perder su integridad musical. Me gustaría estar en esa misma categoría. De algún modo, creo que lo estoy consiguiendo y eso me hace feliz.
LOS DISCOS ESENCIALES DE JOSHUA BELL
El violinista norteamericano editó su primer álbum con el sello London Records en 1988. Desde entonces, ha publicado cerca de treinta producciones discográficas. Aquí va un breve recuento de los momentos más inspirados de su paso por el estudio.
Brahms/Schumann: Conciertos para violín (London)
Aunque es verdad que el concierto para violín de Schumann no es precisamente una de las obras más populares del repertorio, esta histórica grabación a cargo de Joshua Bell cambió drásticamente las ideas preconcebidas que el público tenía sobre esta pieza, con lo que cautivó a melómanos y críticos en todo el mundo.
Barber/Walton/Bloch: Conciertos para violín (Decca)
Jamás el concierto de Barber había sonado tan lírico como en esta grabación. La crítica especializada alabó de manera unánime el virtuosismo y la delicadeza con la que el violinista logró inyectarle nueva vida a esta obra. El álbum le valió a Bell el premio Gramophone –el más prestigioso en el mundo de la música clásica- en 1998.
Sibelius/Goldmark: Conciertos para violín (Sony)
Este álbum reúne, de manera atípica, el famoso concierto de Sibelius con el de quien fuera alguna vez su profesor, el compositor húngaro Karl Goldmark. Bell está en plena forma y el acompañamiento de Salonen es suntuoso. En el 2001, el disco fue reconocido con el premio Echo Klassik entregado por la prensa alemana.
Bach: Conciertos para violín 1 & 2 (Sony)
El último disco de Joshua Bell combina el respeto por la tradición, con una aproximación moderna al repertorio barroco (menos vibrato y una ligereza casi camarística en los gestos y la articulación). La revista “Gramophone” incluyó esta producción en una lista de los 10 mejores álbumes recientes dedicados a la obra de J.S. Bach.
MÁS INFORMACIÓN:
Joshua Bell y la prestigiosa orquesta de cámara inglesa Academy of St. Martin in the Fields se presentarán en Lima este jueves 11 de junio a las 8:00 p.m. en el Gran Teatro Nacional. Las entradas están a la venta en Teleticket de Wong y Metro.