Sonia del Águila

Tras recorrer Grecia y cruzar el mar Mediterráneo a bordo del icónico velero Belem, la antorcha de los París 2024 desembarcó en el puerto de Marsella. Su travesía continuó durante 69 días por Francia, con alrededor de 10 mil relevos a cargo de destacadas personalidades como Salma Hayek y Snoop Dogg. Finalmente, la noche del 26 de julio, la llama olímpica fue encendida por Teddy Riner y Marie-José Pérec en una vibrante ceremonia inaugural.

Durante su paso por Saint Denis, localidad metropolitana de París, como uno de los últimos portadores de la antorcha antes de la ceremonia de apertura, el rapero estadounidense Snoop Dogg bailó y saludó a sus fans.

Luminarias como Charles Leclerc y la actriz estadounidense Halle Berry también se unieron al fervor olímpico. Otros que llevaron con orgullo entre sus manos la preciada antorcha en su camino a la capital francesa fueron Jin, miembro del renombrado grupo surcoreano BTS; Sylvie Tellier, ex Miss Francia 2002; el ganador de Star Academy, Pierre Garnier; y los talentosos bailarines de la Ópera de París, Dorothée Gilbert y Hugo Marchand.

Vibrantes musicales

Durante uno de los momentos destacados del desfile a lo largo del río Sena, justo después del paso de la embarcación argentina, la noche parisina resplandeció aún más con el primer gran número musical del evento. Lady Gaga deslumbró a la multitud con una interpretación electrizante de “Mon truc en plumes” el icónico tema de Zizi Jeanmaire, una joya del music-hall francés. Ataviada en un traje negro y rodeada de 17 músicos y 10 bailarines con plumeros rosados, la estrella estadounidense se apoderó de la atención en esta celebración olímpica.

Además de la deslumbrante presencia de la reina estadounidense del pop, la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 ofreció una serie de números artísticos impresionantes. Entre ellos, destacaron los 80 artistas del Moulin Rouge, que realizaron una vibrante interpretación del icónico can-can, un baile emblemático que data de 1820. Más tarde, alrededor del Pont Notre-Dame y el Ayuntamiento de París, 500 bailarines ofrecieron un espectáculo enérgico y cautivador.

En sintonía con la esencia francesa, la soprano clásica Marina Viotti y el grupo de heavy metal Gojira presentaron “Ah, ça ira,” una canción emblemática de la Revolución Francesa. La velada continuó con la interpretación de la célebre aria “L’amour est un oiseau rebelle” (conocida como “La Habanera”) de Carmen de Georges Bizet, a cargo de Viotti, la Orquesta Sinfónica de París y su coro.

Visitantes amarillos

En medio de esta inauguración olímpica fuera de un estadio, algo que sin duda llamó la atención fue la aparición de Los Minions, película animada que cuenta con millones de fanáticos en el mundo. Los organizadores del evento decidieron darle un espacio a las graciosas criaturas amarillas animadas junto a otras grandes representaciones artísticas, tecnológicas y culturales de Francia.

En un video se aprecia el instante en que los divertidos personajes se roban la pintura de La Gioconda, también conocida como Mona Lisa. No obstante, al realizar el lanzamiento de jabalina uno de ellos empezó a perforar las superficies del submarino, generando que las aguas del río ingresen a él y se termine hundiendo y, al final, la pieza artística de Leonardo da Vinci terminó flotando en el icónico río Sena.

El espectáculo continuó con la estrella del pop francesa Aya Nakamura y la Orquesta de la Guardia Republicana Francesa, interpretando “Pookie,” “Djadja,” “For Me Formidable” y “La Bohème” de Charles Aznavour. Este segmento unió el mundo académico del Instituto de Francia con el arte del Museo del Louvre.

Mientras las delegaciones continuaban desfilando por el Sena, Axelle Saint-Cirel interpretó el Himno Nacional de Francia desde la cúpula del Grand Palais. También se hizo presente el rapero Rim’K, una destacada figura francesa.

El grandioso cierre del espectáculo, que reunió a 3,500 actores, bailarines y músicos, fue marcado por la aparición estelar de la aclamada cantante y ganadora de cinco premios Grammy, Céline Dion, desde lo alto de la Torre Eiffel, ícono de Francia. A pesar de su valiente batalla contra el síndrome de la persona rígida, la icónica estrella canadiense regresó triunfalmente a los escenarios después de cuatro largos años de ausencia. Su emotiva interpretación de “Hymne à L’Amour” (”Oda al amor”) de Edith Piaf no solo inundó el lugar con una ola de emoción desbordante, sino que transformó esta inauguración en una velada épica inolvidable.

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