A sus 50 años y con más de 13 trabajos discográficos en solitario, el exvocalista de Gondwana, Quique Neira, sigue produciendo canciones con la misma pasión que tenía cuando comenzó a los 16 años. Un ejemplo de ello es su nueva producción “El Rey de las Redes”, el primer adelanto de su nuevo álbum que lanzará a finales de este año, titulado “El Reguero”. Esta propuesta busca establecer un nuevo vínculo con su público, tanto el nuevo como el que lo ha acompañado durante tres décadas.
“El tiempo me ha dado el conocimiento para saber lo que le gusta al público, generar esa conexión, aunque no quedo exento de la autocrítica, no me creo el cuento de que me lo sé todo, aún sigo en proceso de aprendizaje.” comenta Neira en entrevista con El Comercio.
―Gondwana marcó una época dorada en el reggae latinoamericano y también en el Perú. ¿Qué recuerdas de tu primer viaje aquí?
Recuerdo la gran emoción en el aeropuerto y el pensamiento de ”si cancelan el concierto, yo me quedo aquí sin importar nada”. No entendía ese sentimiento, pero recordé que, a principios de los años 60, una parte de mi familia viajó a Perú a hacer una vida. Aquella vez cuando llegué a Perú, comprendí el porqué de la decisión de esos familiares.
―Además, tienes una esposa peruana e hijos con doble nacionalidad.
Sí, me alegra una barbaridad poder tener esa conexión tan directa. En mi casa se escucha mucho a Pedro Suárez-Vertiz, Gian Marco, Amén y otras bandas que forman parte de la playlist familiar. Entonces, cuando escucho música peruana, me siento en casa.
―¿Qué recuerdas de tu tiempo en Gondwana?
Pasaron ya más de 20 años, y yo solo estuve 6 años en la banda, pero lo que más recuerdo es aprender a conocer el éxito, lidiar con la popularidad, el reconocimiento masivo, y lo que más rescato es que esa temporada fue la piedra angular de mi carrera. Mi tiempo en Gondwana me hizo poder decir con firmeza: “Decidí bien, escogí una buena carrera para seguir”. Ese momento fue clave en mi vida.
―En ese tiempo aparece tu tema “Felicidad” ¿Cuál es la historia de esa canción?
La creé en lo que probablemente fue uno de los momentos más felices de toda mi vida. “Felicidad” yo se la escribí a uno de mis hijos, él tenía un año de vida, y nosotros nos fuimos a un río muy bonito ubicado al norte de Santiago de Chile, en la ciudad de La Serena, específicamente en el valle del Elqui, un lugar mágico con una energía muy particular. Estábamos bañándonos en el río, y hubo un momento en el que los peces comenzaron a saltar a nuestro alrededor y aparecieron unos pajaritos dando vueltas sobre nosotros. Mientras eso pasaba, miré a mi hijo y se vino a mi mente: “Mi vida es hermosa porque existes tú, hermosos son mis días porque veo tu luz”. Entonces, le dije a él que tenía una canción en mente. Salimos del río, agarré mi guitarra y compuse una canción que es lo mejor que pude dejar como artista musical, es una canción muy honesta que aprecio mucho cantar porque es algo íntimo que logró reflejar esa sensación.
―Luego de esa y otras composiciones en Gondwana, empezaste tu carrera como solista.
Imagínate, pasar de ser el vocalista y compositor de canciones exitosas de Gondwana a un cantante solitario fue difícil porque uno piensa que ya todo está listo para tu siguiente paso, pero era como empezar desde cero, crear una marca propia y justificar mi carrera en solitario con un buen repertorio propio. Que siga tocando hasta el día de hoy demuestra que sí conseguí el éxito individual.
―¿Qué aprendiste en este tiempo como solista?
Muchas cosas que acaban sorprendiéndome a mí mismo, ahora sé que la canción tiene que conmoverme a mí, hacerme sentir cosas y tener un efecto para que luego el público pueda disfrutar de la canción. El tiempo me ha dado el conocimiento para saber lo que le gusta al público, generar esa conexión, aunque no quedo exento de la autocrítica, no me creo el cuento de que me lo sé todo, aún sigo en proceso de aprendizaje.
―A principios de los 90, el reggae tenía gran popularidad en Latinoamérica, luego fue desapareciendo. ¿Cómo te mantuviste en la escena musical?
Me tocó sobrevivir en la industria antigua de los discos. Fue un escenario desolador porque cuando cayó la antigua industria musical en Chile en el 2006, varios artistas quedamos en el abandono o desaparecieron. Yo tuve que observar cómo sobrevivían otros géneros musicales, como los cantantes de hip-hop, para poder continuar con mis canciones. Ellos consiguieron la autonomía a través de la distribución digital, algo que yo aprendí en cinco años.
―¿Podría pasar lo mismo con el género urbano?
Nada es seguro, el género urbano ahora está de moda, pero los artistas deben entender que de la noche a la mañana las cosas pueden cambiar. Lo difícil, cuando se está en el género de moda como el género urbano, no es ser popular, sino mantenerte vigente a través del tiempo; eso implica adecuarte a los cambios de paradigma en el mercado musical.
―¿Qué cosas no cambian a pesar de los cambios en la industria?
No se negocia la identidad del artista. Antes la propuesta artística no tenía mucha injerencia en el trabajo del artista por los grandes sellos discográficos, pero hoy tenemos más control de nuestra propuesta, ya no es tan incómodo tener que ceder ante las exigencias de terceros. Esa libertad es algo que debemos defender y no hacer algo maquetado o precocido.
―Después de pasar por tantos cambios y con más de 30 años en la música, ¿Cuál dirías que es tu legado?
Eso se verá con el tiempo… probablemente me reconocerán después de que me muera, porque suele pasar muchas veces. Algunas personas tienen la suerte de obtener un reconocimiento en vida, yo no sé si tendré esa suerte. Tengo la sensación de que en mi propio país se desconoce de mí y mis méritos, en comparación a Perú, donde se me tiene un especial cariño. Entonces, creo que mi legado probablemente será reconocido cuando yo haya desaparecido. Espero que en Chile me reconozcan en algún momento, o a lo mejor me desconocen, eso lo decidirá la gente al final. Creo que la lucha por mis sueños, que comenzó a los 16 años, sin importar ir contracorriente o que la gente no dé un peso por mi hasta ahora, será mi legado, la imparable persistencia y los actos de fe.
―¿Vendrás a Perú por el motivo de tu nuevo álbum?
Perú es especial porque fue uno de los primeros países a donde viajé cuando comencé en la música. Estamos moviendo los hilos para poder ir ahí. Estoy loco por verlos y mostrarles mi show donde habrá canciones de mi nuevo disco y el single “El rey de las redes”. Será una gran celebración que resuma mis 20 años de música y 30 de composición, donde tocaremos lo mejor de mi repertorio.”