Lorde: la nueva voz del pop juvenil
Lorde: la nueva voz del pop juvenil

FRANCISCO MELGAR WONG

El domingo pasado, en la presentación de los Premios Billboard 2014, hubo una cantante que desentonó entre las estrellas y celebridades de siempre. Y estuvo bien. Desde hace un buen tiempo, Miley Cyrus y Rihanna vienen aumentando su popularidad –y sus cuentas bancarias– en relación directamente proporcional a la cantidad de sexualidad que exponen en sus videos y conciertos. Ya era hora de que apareciera una cantante que abriera una alternativa, una nueva forma de hacer pop.

Y hoy esa alternativa se llama Lorde. La cantante neozelandesa, convertida en un referente del pop gracias al éxito de su primer álbum como solista (“Pure Heroine”), evitó que la mencionada entrega de premios cayera en fórmulas predecibles otra vez. Por lo menos durante los pocos minutos en que las cámaras estuvieron sobre ella.

El tema que Lorde escogió cantar esa noche fue “Tennis Court”. Los primeros versos abrieron un agujero en medio de los predecibles gritos con que los fans reciben a las celebridades en la sociedad del espectáculo.

“¿No te parece aburrida la forma en que la gente habla?”, se pregunta Lorde al inicio de la canción. Y al final concluye: “Pero yo sé que nunca les perteneceré”. Creo que no se escuchaba un desafío al éxito en un escenario construido para el éxito desde que Cobain cantó “Rape Me” en los MTV Awards de 1992.  Pero en lugar de apelar al ruido, como lo hacía Nirvana, Lorde apela a la calma y la quietud.

SER DIFERENTE
Celebrar el éxito de Lorde no implica condenar las propuestas de Miley y Britney (cuya heredera  la industria ya encontró en Ariana Grande), sino en la celebración de la diferencia que la neozelandesa ha logrado imponer sin imaginar el alcance comercial que iba a conseguir.

El hecho de haber nacido en Nueva Zelanda no parece ser casual para Lorde. La isla cuenta con una sólida tradición de rock alternativo, con bandas capitales del género como The Bats, Tall Dwarfs y The Clean, las cuales hicieron discos sin pensar si iban a ser escuchados por mil o diez personas.

En todo caso, el éxito de “Pure Heroin” no solo abre una nueva posibilidad para la imagen de la mujer en el mundo de la música pop. También la música se muestra como una invitación a explorar rutas poco transitadas hoy.

La ironía, la falta de confianza en lo que por ley general debería gustarnos hacer o lograr están presentes en las letras y en la música que Lorde está cultivando en este momento.

En “Royals”, su primer hit, canta: “Nunca seremos parte de la realeza/No corre en nuestra sangre/No nos interesa/No nos seduce tu historia de amor”. Y este dulce desencanto que vive en sus canciones la vuelve más real para nosotros.

HISTORIA MUSICAL
ISLA DEL ENCANTO

Lorde nació en Nueva Zelanda, cuna de excelentes bandas de indie rock como The Bats, Tall Dwarfs y The Clean.

INICIOS
A los 12 años firmó un contrato con la discográfica Universal Music, gracias a Scott MacLachlan, quien después se convertiría en su mánager.

CONSOLIDACIÓN
Su primer disco, “Pure Heroine”, se alzó como un éxito alrededor del mundo entero y pasó a ser el tercero más vendido en Estados Unidos.

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