El mundo es su mayor inspiración. Y la música, su herencia genética. La primera vez que Marcello Motta se subió a un escenario imponente fue para reemplazar al baterista de la agrupación de su madre. Tenía 11 años. La segunda vez fue con Amen, cuando bordeaba las dos décadas, en un festival en Ventanilla. “Seguimos siendo aquel mismo grupo de amigos, los mismos locos de siempre, solo que ahora tocamos para mucha más gente”, asegura el cantautor nacional sobre la agrupación que lidera.
Amen nace en 1995, con Motta Velarde y Steve Suárez (exbajista) como fundadores. Poco tiempo después se sumó Renán Díaz (exbaterista). Actualmente, la banda está compuesta por Macello Motta, Henry Ueunten (teclados), Nathan Chara (bajo), Manuel Chávez (batería), Sebastián Roca (bajo) y Maluki Santa Cruz (percusión).
La emblemática agrupación rockera, responsable de los populares temas: “La Chata”, “Fin del tiempo” y “Decir adiós”, alista su séptimo disco de estudio y encabeza la lista de artistas invitados del Rock al aire, festival que se realizará este 13 de mayo en el Circuito Mágico del Agua. “Es el primer evento importante que se hará después de bastante tiempo de silencio por la pandemia”, señala.
La nueva propuesta musical de Amen saldrá este año. La primera canción, “Entre cuatro paredes”, se estrenará a fines de abril. “Estamos en el proceso de masterización”, adelanta Motta.
─Del último disco de Amen, “2020″, resaltaste su madurez musical. ¿Qué resaltas de esta nueva producción?
Este disco llegará con una renovación de energía, pues cada uno de los músicos siempre avanza espiritualmente. Eso hace que tenga toques distintos, voltajes recargados y renovados; pero con la esperanza y honestidad musical de siempre, que es lo que le gusta al público.
─En “El Día” reflexionas sobre el amor y lo espiritual como lo más importante en la vida por encima de cualquier obstáculo. ¿Es verdad que fue compuesto el día que cambió tu vida? ¿Qué marcó ese cambio?
Ocurrió cuando encontré la fuente de energía de mi cabeza, mi mente y mi corazón. En ese momento supe que mi vida había dado un giro. Hablo de un padre, no de una religión, ni de política.
─¿Hubo un punto de quiebre que provocó ese cambio?
Varios. Siempre te encuentras con cosas nuevas en el camino, somos alumnos y vamos aprendiendo.
─¿A qué te referías cuando comentaste que si no tienes el espíritu limpio y la cabeza despejada, la música se vuelve un cuchillo?
La música es una herramienta que va directamente a tu espíritu, influye en tu alma y puede cambiar tu estructura biológica en forma eléctrica y química. Muchas veces se pierde la esencia y la razón por la cual existe la música. Cuando hablé acerca del cuchillo, me refería al que hace música, pues con esta puede cortar pan o matar a alguien.
─¿La música puede cambiar vidas?
Claro que sí. Cuando se ejecuta con la energía, coordenadas y acordes correctos te cambia la vida porque somos bioeléctricos. En Amen somos gente buena, locos buenos, que enfocamos bien las coordenadas para mandar los impulsos eléctricos adecuados.
─¿A ti te cambió la vida?
La música es parte de mi vida, soy un alumno de la vida, siempre aprendo cosas y voy cambiando.
─¿Encontraste en la música lo que buscabas cuando decidiste ser artista?
Nunca pensé tomarla como una profesión, pero este es un camino en el que hay que andar con los pies bien puestos sobre la tierra.
─¿Alguna vez ese piso se desestabilizó?
En varias ocasiones, pero hasta las partes oscuras que están llenas de sombras, se transforman en música y luz. Solo es cuestión de saber dirigir la energía.
─¿Es verdad que el receso de Amen, del 2002, se dio porque viajaste a Europa persiguiendo el amor?
No fue tan bonita la historia. En esa época estábamos tratando de avanzar y nos cruzamos con algunos personajes que se encargan de dirigir las bandas. No hubo buena dirección porque no fueron totalmente honestos con nosotros. Esta persona se llevó las cintas de nuestro trabajo, y retrasó la salida del disco. Hubo una fricción, luego llegó la separación. Realmente, necesitaba un respiro.
─¿Es cierto que “Fin del tiempo” fue creado en solo cuatro minutos?
Es verdad, aunque es imposible que haya escrito algo tan profundo en tan poco tiempo. Pienso que lo escribí, pero no lo hice, porque si te conectas con la fuente te vuelves una herramienta espiritual poderosísima. La música tiene magia.
─¿Cómo recibes las imitaciones de “Yo soy”?
Me parece muy lindo que puedan captar las cualidades artísticas de los cantantes. No veo televisión, pero cuando me enteré que me estaban imitando, me abrí una cerveza y me senté a ver el programa. Me llenó de cariño. Conocí a Junior (Rosillo) un día que fue a un concierto de Amen. Le hice ingresar a mi camerino, le di un abrazo fuerte y le regalé unos lentes. Nos hicimos amigos.
Amen se presentará el 14 de abril en La Noche de Barranco y el 15 en Yield Bar del Centro de Lima.