Aunque tradicionalmente el freestyle ha congregado multitudes, las nuevas condiciones de distanciamiento social obligan a los organizadores de estos eventos a prescindir del público. Una de las competencias que se ha adaptado a las circunstancias es la Red Bull, que acaba de anunciar la lista de clasificados a la final nacional de Colombia del 31 de octubre. Dentro del selecto grupo se encuentra Maribel Camilo Gómez, conocida en el ámbito de las batallas como Marithea.
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La crisis sanitaria alteró por completo lo que parecía ser el año más auspicioso de Maribel, quien es considerada como la mejor exponente femenina de esta disciplina. La colombiana tenía listas sus maletas para asistir en marzo a un torneo de improvisación en Perú cuando se enteró de que el Ejecutivo suspendió indefinidamente los eventos masivos. Desde entonces, al igual que el resto de sus colegas, tan solo ha participado en enfrentamientos virtuales.
“Antes estudiaba y en paralelo me dedicaba al rap. Era un complemento, pero decidí que este 2020 solo me enfocaría en mi faceta musical. Lo duro es que prácticamente todas las presentaciones de la temporada se han cancelado. Por ahora lo único que me queda es intentar ahorrar hasta que se reanuden las actividades”, cuenta Marithea a El Comercio.
EN LA ÉLITE
Si bien improvisa desde hace cinco años, recién en el 2019 su nombre copó titulares al ganar la Red Bull Regional de Bogotá, convirtiéndose en la primera mujer a nivel mundial en adjudicarse un certamen de la popular marca. Más tarde, en enero del 2020, logró otro registro histórico al triunfar en el campeonato ‘Combatemática’ en Bolivia, siendo la primera rapera en obtener un título internacional.
Pese a que en el circuito profesional la mayoría son hombres, Maribel nunca se sintió ajena a este movimiento. “Me gusta que me vean como una persona más que desea batallar. No puedo tapar el sol con un dedo, sí es cierto que al principio se siente extraño ser de las pocas o la única mujer en la contienda, pero es cuestión de arriesgarse”, afirma.
Marithea es consciente de que sus victorias podrían concitar la atención de un público más diverso, pero eso no le genera ninguna presión. “Los que dan sus primeros pasos tienen miedo de que su carrera no tome impulso. Los que están en la cima temen perder sus puestos. Los nervios siempre están antes de competir, pero uno tiene que salir a rapear y disfrutar lo que hace”, concluye.
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