La diferencia es clara y adrede. Los dos primeros singles del músico peruano Malnati -“Pánico” y “El obrero”- tienen el ‘tumpa tumpa’ propio del reinado del género urbano. El tercero se distancia: “Stick Around”, además de estar en inglés, tiene guitarras más evidentes, aunque no deja de lado los aportes de la computadora. Con el cuarto y más reciente lanzamiento, “F**king Perfect”, la transición parece completarse: se mezclan los idiomas y el interés por lo acústico es palpable.
Malnati lo confirma: “Llegar a ‘F**king Perfect’ es parte de la exploración, mi búsqueda de una forma de composición más orgánica. En todo caso, una con menos artificios”.
“Las primeras canciones eran de un corte más urbano, con mucho autotune en las voces y varios instrumentos electrónicos. Aquí decidí ir por el lado opuesto. La voz no está manipulada, las guitarras son acústicas y hasta las percusiones se grabaron con golpes a la puerta. Todos los sonidos son reales”.
Pero ese tránsito también podría jugarle en contra. ¿Tanta variación puede quedar bien dentro de un álbum? “La verdad es que me siento cómodo con la idea de publicar singles. Creo que así cada una de las canciones puede tener vida propia -explica el artista-. Pero no me molesta la posibilidad de unirlas y hacer un disco ecléctico”.
-Letra e imagen-
“F**king Perfect”, que ya está disponible en todas las plataformas, también tiene videoclip. El director Juan Francisco Jara trabajó antes con Malnati en “Pánico” y, según el propio músico, dio en el clavo con este single.
Sucede que Malnati no concibió la canción como una historia sino como una reflexión sobre un concepto. “Está basada en algo que siento tanto durante el proceso creativo como en la forma en la que enfrento la vida. Hablo de la autocrítica, sobre cómo nos exigimos y somos más duros con nosotros que con el resto, y entiendo que también le sucede al resto de personas”.
Jara tomó esas ideas y las aterrizó. Finalmente, lo que se ve en el video es a dos mujeres. “Al principio no queda claro cuál es su relación, pero luego entendemos que son pareja. El caso es que una está resentida, y la otra, llena de culpa por no haberse entregado lo suficiente”.
El resultado fue de su agrado. Él concluye: “De hecho, me encantó. Encontré paralelos no literales con mi vida. Hubo situaciones con las que me identifiqué y me pareció lindo cómo se interpretaban ciertos elementos de la letra”.
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