Por: Ricardo Hinojosa Lizárraga
Si alguien puede contar la historia del punk rock con la consecuencia y compromiso de quien fue parte de tal explosión, ese es Don Letts. Vio de cerca arder el fuego de Sex Pistols, gozó el momento más demoledor de The Clash, y fue responsable del encuentro entre el punk y el reggae, al introducir este ritmo y el dub en sus mezclas.
Esa improbable amistad de géneros le dio un giro a la historia de la música y tuvo una importancia social capital en la Inglaterra de Margaret Thatcher: si la dama era de hierro, el punk debía ser más fuerte.
Don Letts ha llegado a nuestro país para estrenar su documental “Two Sevens Clash (Dread Meets Punk Rockers)” en el festival de cine In-Edit que empieza hoy en Lima.
—Lo consideran un personaje fundamental para entender la música británica de los últimos 40 años. ¿Qué significa para usted?
Significa que soy muy viejo [risas]. Soy tan viejo como el rock and roll. He disfrutado de la parte más creativa del viaje de la música popular. Entre 1956 y el 2000 se exploró todo tipo de experimentos sonoros, por eso la música en el siglo XXI suena como lo hace. Son variaciones sobre temas ya existentes.
—Ha dicho que “la única razón para mirar el pasado es saber hacia dónde ir en el futuro”. ¿Cómo es posible explicar eso hoy?
Hay que entender que el punk rock no era sobre el cabello sino sobre la actitud, tiene tradición y un legado, no es solo sobre música. Se manifiesta en varios medios.
—A propósito de esa definición, cuéntenos sobre la película que estrenará acá.
Es el inicio de Don Letts como realizador de películas, la ética de “hazlo tú mismo” del punk rock me inspiró a empezar. Y ese es el primer material que grabé. Muestra dos cosas que capturaron mi imaginación en ese tiempo: el punk rock y el reggae. A fines de los años 70 se formó un vínculo entre estos dos movimientos. Y es una historia muy extraña, porque a primera vista el punk y el reggae son amigos muy improbables. Este documental captura un momento mágico en la historia de la música .
—En él se incluyen imágenes de un viaje a Jamaica junto al entonces vocalista de los Pistols, Johnny Lydon, y al dueño de Virgin, Richard Branson. ¿Qué aventuras vivieron?
Fue el viaje más increíble de mi vida. Me rodeaban todos los héroes de mi infancia. Y fue una época de gran creatividad musical en Jamaica. Soy negro y británico, y mis padres jamaiquinos, pero nunca había ido allí. El punk logró llevarme a la tierra de mis ancestros.
—Ha dicho que “el espíritu punk es el derecho de nacimiento de toda la gente joven”. ¿Cómo lo ve hoy?
Las circunstancias que vieron nacer al punk en los 70 nuevamente nos acompañan en el siglo XXI. Entonces, ese espíritu hoy es más necesario que nunca. Estas son las condiciones sociales, económicas y políticas que alimentaron el punk en los 70, y ahora que todo se está yendo al hoyo, lo necesitamos más que nunca. Y no hablo de guitarras. El espíritu punk se expresa de distintas maneras. Lo que necesitamos ahora son políticos punk rock. El escenario está listo.
—En el Londres de los 70 era una rareza: un chico negro con trenzas rasta. ¿Qué impacto tuvo eso en la realización de su trabajo?
Había mucha tensión racial a fines de los 60 y principios de los 70. En la escuela, durante tres años fui el único negro. Pero, al mismo tiempo, crecí escuchando a James Brown diciendo “Say It Loud (I’m Black and I’m Proud)” y oyendo sobre el movimiento de los derechos civiles en EE.UU. A diferencia de la generación de mis padres, no nos avergonzábamos, yo me sentí muy empoderado por todo esto, la idea de poder ser joven, talentoso y negro. Éramos un animal muy distinto al de la generación anterior. Gran parte de esa información e inspiración vino de la música. Lo que mis padres vieron como una desventaja, yo lo vi como una fortaleza.
—¿Es cierto que le vendía marihuana a Bob Marley cuando vivió en Londres?
Yo era uno de muchos que hacían eso [risas], pero es cierto que hacerlo me ayudó a “cruzar la puerta“ y conocerlo. Obviamente, sí entendía el movimiento, porque incluso hizo el tema “Punky Reggae Party”. Al principio lo confundía, pero luego lo entendió y vio que también eran rebeldes.
—¿Cuál fue la banda más importante del punk?
Tendrían que ser dos. Los Sex Pistols, que hicieron que todo el fenómeno arrancara, y The Clash, por darle profundidad y significado.
—¿Qué podría considerarse punk hoy?
Donde es más difícil encontrarlo es en la música. Creo que ha afectado muchas cosas, muchos medios. ¿Conoces la serie “Family Guy”? Eso es punk rock para mí.
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Ficha del entrevistado
Don Letts, cineasta, DJ y músico.
Nací en Londres en 1956. Empecé como DJ del club Roxy y luego me convertí en cineasta del movimiento punk gracias a documentales como “The Punk Rock Movie” o “Westway to the World”. Trabajé con estrellas como Gil Scott-Heron, Sun Ra o George Clinton.