Pedro Suárez Vértiz en 1996. (Foto: Germán Ballesteros/ Archivo histórico de El Comercio)
Pedro Suárez Vértiz en 1996. (Foto: Germán Ballesteros/ Archivo histórico de El Comercio)
Redacción EC

El 23 de febrero del 2013, debutó como de la revista “Somos” del diario “El Comercio”, donde encontró un espacio para hablar de diferentes temas. Desde las historias de sus ídolos del rock hasta anécdotas de su propia trayectoria.

En una de sus columnas, el cantante, quien falleció este 28 de diciembre del 2023 a los 54 años edad, contó cómo nació el tema “Me elevé”, en el que relata una historia sobre una experiencia con la muerte.

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“Me elevé hasta el fin, vi una luz y escuché una voz en silencio. Yo no entiendo ahora despierto en cuánto tiempo volveré. Solo siento que algo inmenso hay después”, cantaba el artista en la canción que fue escrita en base a una experiencia de Manuel Garrido Lecca, productor de varios de sus discos.

“Cuando conocí al productor musical Manuel Garrido Lecca, yo tenía 15 años. Él fue a visitar a nuestra joven banda Arena Hash para hacerle una audición. Tiempo después ya éramos como una familia. Sacamos discos y el resto es historia. Pero desde el inicio me sorprendió su profundo vínculo con Dios. Él nos contó que de niño murió clínicamente –disculpa la indiscreción, Manuel– y experimentó ver desde arriba su cuerpo, equipos médicos, doctores y familiares alrededor de él, para luego empezar una irresistible fusión con una luz terrenalmente inexplicable. Yo le llamo Dios”, contó Suárez Vértiz en su columna.

“Este relato coincidía tanto con mis creencias y suposiciones, que escribí la canción ‘Me elevé', basándome completamente en esa experiencia de vida después de la vida. Aunque la palabra ‘vida’ no define exactamente lo que hay después. Según mi fe y testimonios reales, es una gratificante liberación debido al retorno hacia el estado espiritual puro”, afirmó Suárez Vértiz.

Un clip austero pero notable

“Me elevé” fue una primera muestra del talento de Pedro Suárez Vértiz tras independizarse de Arena Hash, con quienes grabó hits como “Cuando la cama me da vueltas” y “Y es que sucede así”. Con “(No existen) Técnicas para olvidar”, su primer disco en solitario, logró varios hits: “Cuéntame”, “Globo de gas” y “No pensé que era amor”, pero “Me elevé” fue su carta de presentación.

En 2019, en la revista “Somos”, Pedro Suárez Vértiz escribió este texto sobre la historia detrás del videoclip oficial que él calificó como “austero pero notable”. Esto fue lo que dijo:

“Al director, Augusto Rebagliati, lo conocí en Sono Sur, una pequeña pero ambiciosa disquera creada por el famoso Ricardo Ghibellini. Augusto, por ese entonces, se recurseaba ‘frileando’ (de freelance) spots para bancos estatales y no estatales, champús, aceites, ropa, etc. Esto se debía a que con los sueldos de ese entonces ni a la empresa ni a uno le convenía ser incluido en planilla.

Pedro Suárez Vértiz.
Pedro Suárez Vértiz.

Un día me encontré con Augusto en el aeropuerto. Él regresaba de grabar una campaña política, mientras que yo salía de gira. Conversamos apuradamente y le confié que necesitaba un video clip y que tenía la canción perfecta para ello. Meses más tarde nos reunimos en mi departamento de Aljovín con Alcanfores. Allí conoció a mi esposa Cynthia, su gemela Barbie y a mi mánager Robelo.

Mi primer álbum solista, ‘No existen técnicas para olvidar’, lo había producido, como Augusto decía, with a little help from his friends y la canción que le propuse filmar fue Me elevé, basada en la experiencia trascendental de mi productor Manuel Garrido Lecca. El gerente de CBS, Augusto Sarria, siguiendo su gran olfato, estaba más que seguro de que sería un hit.

Le entregué el CD a Rebagliati y lo escuchó varias veces. Desmenuzó la canción. Pero antes de todo nos preguntó a Robelo y a mí con qué presupuesto contábamos, pues hacer videos exige muchos gastos, así todos trabajen gratis. Intercambié miradas con Robelo para luego responder en coro: ‘Nada’. ‘Ah, ya, cuando tengan algo de plata me avisan’, dijo Augusto. Surgió un gran silencio que solo se rompió por un casi inaudible: ‘Pero... ¿acaso no hay una manera de arreglar esto?’, por parte de Robelo. Parecía un ‘tombo descolgándose’, como lo describió después Augusto en sus memorias.

Augusto nos reiteró que mejor conversemos cuando tengamos algo de plata. ‘Y ahora, ¿quién podrá salvarnos?’, pregunté. Augusto nos sugirió buscar un auspiciador. Sonaba bacán la idea, pero no se nos ocurría ninguno. En medio de un juego de miradas por ver quién daba la primera idea, un piadoso Augusto soltó que Levis podía ser el indicado. Su amigo era gerente de marketing, así que nos pusimos en contacto. Yo tendría que usar ropa Levis por un año y listo, habría canje.

Grabamos el video en mi casa, en mi cuarto, en mi cama, caminando por Barranco y Miraflores, en los malecones (donde ahora está Larcomar), en las escaleras que bajaban a la playa, en el trébol de la Javier Prado, en la casa del pianista Gabriel García Miró, en el estudio fotográfico de Eduardo González, en la orilla del mar y en las rocosas playas al lado de La Chira.

Terminada la edición y con mi copia bajo el brazo, fui invitado al programa de Jaime Bayly, quien adquirió mi disco por cuenta propia y hacía semanas que lo recomendaba por televisión. Jaime fue el primero en difundir el video. Recuerdo claramente que esa noche llamaron al programa Christian Meier y Sergio Galliani a felicitarme efusivamente.

Augusto Rebagliati demostró al Perú que un buen video no es cuestión de plata ni de grandes producciones. Es cuestión de voluntad y dedicación. El clip fue considerado el video del año en el instituto Charles Chaplin y MTV lo programó de inmediato. Me llamaron del Bertolotto para premiarme por lo mismo y fui a recibirlo. Pero, aunque yo haya sido el protagonista y autor de la canción, no fui yo el autor del video. Han pasado ya más de 25 años del lanzamiento de ‘Me elevé' y todavía en YouTube sigue sumando millones de vistas cada año. El brillante Augusto Rebagliati se merece todas las felicitaciones”.

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