Desde su lanzamiento en 1981, MTV no solo transformó la manera en que consumimos música, sino que también influyó profundamente en la vida de una generación entera de jóvenes artistas. Estos encontraron en el canal estadounidense, y sus versiones localizadas, un medio para fusionar su amor por el cine y la música en una expresión artística singular: el videoclip. Entre los millones de espectadores del canal, un joven Percy Céspedez encontró la inspiración que más tarde lo impulsaría a crear videos musicales para artistas tanto peruanos como internacionales, incluyendo varios exponentes destacados de la región que hoy lo reconocen como un gran exponente inventándolo a ser parte del jurado en el BAMV Fest de Argentina.
Después de años dedicados a seguir con atención el contenido de MTV, Céspedez emprendió su propia aventura formando una banda. Sin embargo, a diferencia de otros músicos cuyo principal desafío podría ser encontrar una voz distintiva o los miembros adecuados, para él la preocupación era otra: ¿Quién produciría los videoclips de la banda? “En el ámbito local, la producción era deficiente. Nadie mostraba interés en crear videos musicales. Aunque se desarrollaban los campos de las películas, comerciales y programas de televisión, el ámbito musical estaba descuidado”, recuerda Percy Céspedez en una entrevista con El Comercio.
Al adentrarse en el mundo de la producción audiovisual y apartarse de su proyecto musical, Céspedez se enfrentó a una realidad en Perú que contrastaba con lo que veía en MTV. Observó que las bandas nacionales no recibían el tratamiento adecuado en la creación de sus videoclips, lo que limitaba su atractivo a nivel internacional. “No se trataba de falta de talento, sino de la ausencia de un enfoque apropiado y de estándares más altos en la producción de videos”, explica el productor, quien se embarcó en una cruzada personal para desarrollar de mejor manera los videos musicales de la escena nacional.
Videos musicales en desarrollo
Con una cámara la mano y una idea en mente, Percy Céspedez comenzó su incursión en el mundo de los music videos. Su enfoque no se limitaba a la simple grabación de imágenes; buscaba algo más profundo y artísticamente significativo. “Había mucha realización de videos, pero no desarrollaban la imagen del artista ni el concepto artístico del performer. Si comparamos el trabajo que se hace en un videoclip mío en comparación a otros, no vas a ver un cambio en los tratamientos visuales, ni la historia o la técnica, sino en el trabajo que se hace en cámara. Construimos una imagen del artista, no mostramos al artista”, subraya Céspedez.
La propuesta audiovisual de Céspedez se consolidó cuando colaboró con la banda peruana Vox, realizando el videoclip de su canción “A Navegar”. Este proyecto no solo fue un éxito rotundo, como sugiere el título de la canción, sino que también marcó el inicio de una serie de reconocimientos significativos. El videoclip alcanzó el número uno en MTV, convirtiéndose en el primer video musical peruano en recibir tal distinción en el reconocido programa norteamericano. Este logro no solo fue un hito para Céspedez, sino también una clara señal de su capacidad para proyectar a bandas peruanas en el ámbito internacional, y sin saberlo, convertirse en el director latinoamericano más destacado en su canal favorito durante sus años formativos.
“Recuerdo que incluso la disquera de Vox, que me contrató, nunca imaginó que llegaríamos a MTV. Antes nunca se había concebido que un nivel de producción de esa magnitud fuera posible en Perú. Fue un evento trascendental que rompió las barreras para los productos nacionales”, relata el productor audiovisual. Céspedez admite que, en aquel momento, el reconocimiento internacional era más significativo que el nacional, dado el desconocimiento sobre el tema en el país.
“Nadie pensaba que esto pudiera convertirse en un negocio viable, pero el mundo estaba en constante evolución. En aquel entonces, lo que hice fue una apuesta arriesgada, pero 24 años después, me doy cuenta de que realmente valió la pena adentrarse en el mundo audiovisual”, reflexiona Percy.
La edad de oro
Luego de obtener cuatro premios MTV y una nominación al Grammy con la banda Adammo, además de situar sus videos en el número uno en más de 40 canales internacionales, Percy Céspedez se convirtió en un nombre muy solicitado en la industria. Disqueras y artistas como Libido, Dolores Delirio, Zen o Ni Voz Ni Voto se apresuraron a trabajar con él. A este grupo se sumaron cantautores como Gian Marco y Pedro Suárez-Vértiz, además de una amplia gama de artistas internacionales ansiosos por conseguir nominaciones a premios MTV.
“Siempre he mencionado que podemos producir algo de alta calidad y con estándares internacionales, pero no puedo garantizar premios automáticamente”, señala Percy con una sonrisa.
Durante casi una década, la industria de los videoclips musicales en Perú vivió una época dorada. En este contexto, surgió Elemental Visual Media, liderada por Céspedez, empresa que produjo videos para artistas como Jarabe de Palo, Kalimba y Quique Neira, entre otros artistas que hacían más frecuentes las visitas al productor audiovisual peruano del momento.
“Creo que el éxito de mis videos se debe a mi formación influenciada por el estilo norteamericano. No me limité a técnicas o estéticas locales. Con una perspectiva formada por MTV, siempre enfoco al artista como un producto internacional”, explica Céspedez. Sin embargo, remarca el productor audiovisual, aún hay mucho desconocimiento por parte del público que piensa que los artistas son tal y como los retrata en los videos y también de los artistas quienes piensan cualquiera puede grabar un music video con tal solo una cámara y buenas intenciones
El ABC de los videos musicales
―¿Cuál es la diferencia entre un videoclip y un music video [video musical]?
Un videoclip, término correcto para referirse a un video musical, está diseñado principalmente para resaltar al artista, no necesariamente para narrar una historia, como comúnmente se cree. Su propósito es promover la canción y la imagen del artista, más que contar una historia convencional. El videoclip no es principalmente un medio para que el director demuestre sus habilidades creativas; para eso están destinados los cortometrajes. En un videoclip, lo esencial es capturar tomas que resalten al artista y la música, que puedan ser utilizadas en promociones rápidas o incluso en breves segmentos televisivos.
―¿Cómo manejas el equilibrio entre tu visión artística y las expectativas del artista al crear un videoclip?
Cuando realizo un video, tengo control total, no por ser autoritario, sino porque mi labor no se limita a la mera ejecución de lo que se me contrata. Más bien, actúo como un artista audiovisual que imprime una expresión única que no necesariamente coincide con la del artista que me contrata. Lo que se ve en el video es mi interpretación artística, no la del músico. Es similar a realizar una cirugía plástica: tú me pides cambiar tu nariz, y queda bajo mi criterio decidir qué tipo de nariz te favorece más.
―¿Es indispensable el presupuesto para ver un video de calidad o el productor audiovisual puede hacer grandes trabajos con poco presupuesto?
La gente necesita saber que se necesita presupuesto, algunos piensan que mi trabajo es caro, pero no ven que en comparación a otros lugares los presupuestos aquí son ínfimos. A veces llegan artistas queriendo ser Taylor Swift y obviamente eso no va a suceder porque los videos internacionales cuestan 500 mil, 300 mil o mínimo 100 mil, el artista nacional no manejan esas cifras, sino presupuestos de 3 mil dólares, siendo que los videos más baratos de Latinoamérica cuestan 15 mil dólares, entonces estamos hablando de que hay una brecha abismal, estamos muy desfazados en temas presupuestarios y eso afecta la calidad del producto final queriendo o no.
Nuevos Tiempos
“Aún hay mucho trabajo por hacer”, es una frase que Percy Céspedez repite con frecuencia. Con el cambio de enfoque de MTV en 2010, donde “Music Television” dejó de ser parte de su nombre, se inició una nueva era en la que los music videos pasaron a un segundo plano debido, aunque siguen siendo fundamentales en la construcción de la identidad y la imagen del artista.
“La democratización de YouTube ha cambiado el juego, permitiendo a todos buscar lo que prefieren, como si nadasen en un mar de opciones. Ahora, lo que importa son las redes sociales. Para destacar, además de tener un video espectacular y una canción pegajosa, es esencial tener una base de fans desarrollada y una presencia activa en redes sociales. Antes, el videoclip era el principal medio de promoción; ahora, incluso el video necesita ser promocionado”, explica Céspedez.
Hace cuatro días, Céspedez lanzó su nuevo videoclip, con el objetivo de potenciar la imagen de la salsa peruana a nivel internacional, haciendo eco de nominaciones a exponentes nacionales como Daniela Darcourt. Sin embargo, asegurar la continuidad de su trabajo es una de sus principales preocupaciones. Esto lo motiva a pasar la antorcha, formando profesionales capacitados para enfrentar los nuevos desafíos del mundo de los videoclips musicales. Después de tantos años, Céspedez lamenta que todavía no exista una industria consolidada en Perú que transmita los conocimientos y habilidades que lo llevaron a ser el director peruano favorito de MTV.