Hace unas semanas, Piero se encontró en una situación similar a la de 1969 cuando le enseñó por primera vez el tema “Mi viejo” a su padre. Esta vez, el cantante argentino estaba sentado frente a sus hijos: uno con guitarra, otra con micrófono, uno expectante y el último grabando el momento. La escena se repitió, al igual que la letra y los acordes. A sus 79 años, Piero siente que ya cerró el círculo que inició al componer ese icónico tema junto a José Tcherkaski.
En lugar de repetir la frase de su padre Don Lino: “¿Quién camina lento? ¡La puta que te parió!”, Piero solo dejó sus brazos cruzados, cerró sus ojos y pensó en los años transcurridos desde que comenzó su carrera musical hace 60 años. “En este ínterin se nos fue el viejo, pasamos momentos muy tristes, al igual que momentos hermosos, ambos se quedan en la memoria. Ahora no soy solo padre, soy abuelo y tengo muchos nietos. Es interesante cómo se siente todo esto”, menciona Piero en entrevista con El Comercio.
Lo que no cambió durante este tiempo fue su larga melena rizada que el tiempo pintó de blanco, además de los lentes de montura ancha y una sonrisa que parece marcada en su rostro. “En cada nueva generación aparece un atisbo nuevo de libertad; los jóvenes siempre son libres, y ese es motivo para estar contento siempre”, comenta el cantante, que durante su adolescencia estudió en un colegio de curas, casi convirtiéndose en uno por error al llevar un seminario sin saber la finalidad del mismo.
Luego de varios años presentándose en escenarios de todo el mundo, Piero regresa a Lima para hacer un show como en los viejos tiempos, “con música a la carta y temas clásicos”, comenta el cantante, quien se encuentra recuperado tras sufrir una infección respiratoria días previos a sus conciertos en Ecuador. Luego de salir de cuidados intensivos y ser tratado en Argentina, Piero sigue celebrando sus 60 años de trayectoria por Latinoamérica.
Una larga vida
En la vida de Piero, su viaje lo llevó por caminos poco tradicionales, con encuentros inesperados como cuando realizaba su trabajo como editor de un disco doble a favor de los derechos de los niños, donde colaboró con Maradona en 1995. “Él siempre apoyo a los más pequeños, se aprendió la letra mientras nos matábamos de risa cuando intentaba modular su voz para que llegara a ciertos tonos”, recuerda el cantante sobre aquel proyecto que fue declarado en su momento de interés nacional, y cuyas regalías fueron donadas a UNICEF.
Otro momento que recuerda es su encuentro con un joven Rubén Blades en 1970, que con la excusa de entrevistarlo acudió a presentarle algunos temas. “Vino al hotel mientras estaba en un hotel de Panamá para mostrarme un tema suyo: ‘Pablo Pueblo’. Me pidió que yo grabara la canción, pero me negué, él tenía que ser el intérprete de ese tema tan maravilloso”, nos cuenta Piero, quien señala que ese tema puede ser la continuación de su tema “Pedro Nadie”.
Al cansarse de las palabras, y las promesas de cambio de sus propios temas, Piero emprendió un camino de acciones, creando diversas organizaciones sin fines de lucro como las granjas ecológicas para que chicos vulnerables aprendieran a cultivar la tierra y autosustentarse. Además de incursionar en la política en 1998 -hecho que le causó problemas con el Estado argentino- y recientemente en el 2018 como candidato a diputado italiano. “Volví porque noté que había oportunidades de hacer cosas buenas y siento la necesidad de devolver el cariño de la gente”, menciona Piero
A un año de cumplir las ocho décadas de vida, el cantautor aún siente la necesidad de hacer canciones, componiendo o interpretando temas clásicos, y ve su retiro como una imagen en el horizonte que nunca piensa alcanzar, idea que apoyan sus hijos. “Jamás pienso donde voy a pasar mis últimos días, sino en que parte del mundo estaré cantando”, subraya.
Lugar: Gran Teatro Nacional
Fecha: El 9 de junio a las 6:00 p.m.
Entradas disponibles en Teleticket.