Pipe Villarán: "Si el rock muere, yo me hundo con el barco"

Pipe Villarán frunce el ceño. Recuerda haberse sentido decepcionado tras lanzar "Cosmos" (2014), su primer trabajo como solista. Se topó –afirma– con un público que durante sus shows solo quería poguear o tonear, y que no escuchaba sus canciones realmente. Su primera placa era de un corte sosegado y acústico, así que el ex G-3 y Los Fuckin Sombreros prometió revancha.

Han pasado tres años y el músico acaba de lanzar "Mala influencia", con un giro discográfico que lo devuelve a la senda del rock and roll para sacarse el clavo a punta de guitarras distorsionadas, blues y psicodelia. "Para mí fue como decir: ¿quieres rock? Toma, mierda. Aquí tienes rock". Villarán dice las cosas sin rodeos.

En "Mala influencia", él no diluye el género en las fórmulas contemporáneas de la fusión. Sus 9 temas –compuestos entre el 2014 y el 2017– beben de una energía rocanrolera básica. "Este es un regreso intencional –explica–. Lo que yo percibo es que rock se ha convertido en una mala palabra. Esperan que uno se ponga a hacer fusión o cumbia, pero eso no es lo mío".

Con sorpresa escuchó Villarán que varios amigos músicos le proponían incursionar en géneros que hoy en día tienen mucha más aceptación popular que el rock. El músico, sin embargo, prefiere morir en su ley. "¿Qué quieren que haga? ¿Dejarme la barba, comprar un charango o tocar el ukelele? Ya hay mucha gente haciendo eso. Estoy convencido de que el rock va a regresar, de que habrá un 'revival' pronto".

En un momento de la entrevista, sin embargo, Pipe Villarán parece darse de cara con la realidad. Por un instante duda. Llega a mencionar la frase "creo que esta es una lucha perdida", pero aun así elige morir de pie. "El rock, muera o no muera... yo me hundo con el barco. Para mí es la mejor música que hay".

—La supervivencia—
¿Cómo tener fe en un 'revival' del rock and roll en un país que prefiere mayoritariamente otros géneros? Villarán intenta buscar una respuesta, pero es imposible no analizar la situación de la música de manera global. "Creo que tiene que ver con que aparezcan buenas propuestas. Extraño mucho a Jack White, hace tiempo que no saca nada nuevo y siento que... en la música del mundo, no solo en la peruana, hay mucho pop de mierda, música hecha por productores y no por músicos. Ok, Pharrell es un capo, pero es música hecha con el fin específico de ser comercial. Si la gente le da la espalda al rock y los músicos lo dejan de tocar, está bien, pero siempre tiene que haber alguien que haga rock".

En el Perú aún hay esperanza, a pesar del auge de la fusión y el indie folk. Villarán menciona a Uchpa –Marcos Maizel, integrante de este grupo, ahora forma parte de su banda– y a guitarristas peruanos que mantienen una conexión especial con el blues como Marcello Motta, del grupo Amén. Pero todavía queda trabajo por hacer. "Veo que los músicos más jóvenes no acceden a música maravillosa hecha hace más de 30 años. Simplemente no está en su radar. Deben regresar a B.B. King, a Keith Richards... músicos que con pocas notas te marcan. El sentimiento tiene que ir adelante apoyado por la técnica. Eso es lo que les falta a muchas bandas".

MÁS INFORMACIÓN
​Presentación de "Mala influencia"
Lugar: Teatro Británico (Jr. Bellavista 527, Miraflores).
Día y hora: miércoles 29 de noviembre, 8 p.m.
Entradas: Teleticket.
Bandas invitadas: Teniente Cooper y Los Caracoles Suicidas.