Desde 1983 Radio Filarmonía se erige como único e importante espacio cultural que transmite contenido ligado a la música clásica y a otras expresiones artísticas del Perú y del mundo. Como toda empresa ha tenido que librar momentos difíciles, de los que ha salido fortalecida. Para evitar que vuelva a tenerlos, que se apague y “para hacerla nuestra” se diseñó Dona por cultura.
Los recuerdos musicales de Pauline Barrón Mifflin, directora ejecutiva de Radio Filarmonía se remontan a su niñez, en el calor de una familia numerosa, en una época en la cual no era común escuchar música clásica ni ver mujeres al mando de programas culturales. “La música siempre fue parte de nuestras vidas. Martha, mi madre, comenzó su programa Musiciana hace 43 años, cuando el mayor de mis hermanos tenía 15 y el menor 4; ella trabajaba en la mesa del comedor escuchando sus discos de 33 y escribiendo a mano el contenido que grababa los jueves en radio Selecta 2000. Era parte de nuestro día ver este despliegue de discos, papeles y el tornamesa (pieza clave en nuestras vidas). Luego, ya en el colegio, teníamos abono para la Filarmónica o la Sinfónica en las temporadas que se hacían en el colegio Santa Úrsula. Nunca nos preguntaron si queríamos asistir. Era el plan de los miércoles, estaba hecho y sin mayor negociación o discusión. Cuando terminaba el concierto, nuestra madre nos llevaba tras bastidores para conocer al concertista, al solista, al director... Y así se nos hizo normal y cotidiano el hecho de vivir con la música clásica como un ingrediente más en nuestras vidas”.
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Filarmonía es también parte de la vida de muchos peruanos, atraviesa diferentes generaciones que la sintonizan en cualquier momento del día. El año pasado se hizo un trabajo de investigación (IEP, Set 2019 - Informe especial sobre los peruanos y la música) cuyo principal hallazgo fue que el peruano es melómano; consume música y son básicamente los jóvenes, 49%, quienes se aventuran con todos los géneros. “El 69% de ese grupo lo hace mediante sus teléfonos”, precisa Pauline Barrón quien, además, destierra la idea de la exclusividad de la música clásica. “Nuestros oyentes vienen de todas partes del Perú, de todos los distritos y de todas las condiciones socioculturales. Nos escuchan estudiantes, trabajadores, propietarios de tiendas, de talleres, restaurantes… adultos, niños y jóvenes. ¡Nos escuchan en el Metropolitano! La música clásica y otros géneros que transmite la radio (folclórico, popular, muchos de ellos peruanos) no son tema de “conocedores y no conocedores”, están en nuestro día a día, en las emociones que nos despiertan, en parte de la música que escuchamos ahora, en las películas, series y dibujos animados que vemos y ven nuestros hijos en el cine o en la televisión, en un instrumento musical del que se enamoran los niños, en los villancicos de Navidad.... Está en muchas cosas y momentos de nuestra vida. Por donde se mire, la música clásica y los géneros afines solo pueden traer bienestar y felicidad a las personas”.
En épocas de plataformas de música en streaming, ¿qué rasgo cree que aprecia el oyente de la radio?
La gran diferencia entre escuchar música en una plataforma y una radio es la interacción. La radio tiene una labor comunicadora y te hace sentir acompañado. La experiencia es otra. Spotify y YouTube están muy bien, cumplen su rol, pero nunca reemplazarán la radio, menos una como Filarmonía. Cuando escuchas música en Filarmonía es como que alguien te haga pasar a su casa, sala o estudio, se siente contigo y te cuente cosas fascinantes, anecdóticas o educativas sobre el compositor, su obra, la época, el director o la orquesta que interpreta mientras pone y saca discos de su tornamesa.
De otro lado, Spotify y otras aplicaciones similares funcionan para un determinado momento o por un tiempo. Luego, tienes que volver a cargar música o seguir investigando para ampliar las listas o archivos. Si eres meticuloso, eso funciona, pero no es el común de las personas. Además, Esa variedad en música (desde clásica hasta folclor, jazz, rock, música tradicional…), no la vas a encontrar tan fácilmente. En Filarmonía, esa curaduría ya está hecha.
Finalmente, diría que lo que más molesta a un oyente son tres cosas: que le quieran vender algo, que interrumpan sus canciones y que le cuenten noticias desagradables. Esto es irremediable, pero en nuestro caso, es tratado con muchísimo tacto. No somos noticiero, no comentamos hechos actuales que no le “sumen” al oyente; las piezas musicales jamás se cortan, las propuestas comerciales o auspicios son realizados con nuestra locución característica, no duran más de 30 segundos y ¡se da cada 55 minutos! No existe un medio de comunicación con esta estrategia de venta.
¿De qué manera piensa darle dinamismo a la radio?
Filarmonía se creó con la idea de ser una radio (ubicada en el 102.7 FM del dial) y en el camino se decidió salir del mundo radial a las calles con la finalidad de acercar la música al oyente. Organizamos conciertos populares, pequeños recitales, conciertos en grandes auditorios y el tradicional Concurso de Canto Lírico, importante semillero que contó con el apoyo de la empresa privada. Entonces, la radio dejó de ser radio y tomó un papel mucho cercano al oyente; ahora ponemos música clásica en las estaciones del Metropolitano, hacemos activaciones públicas, promovemos el consumo de música en redes usando todas esas plataformas para continuar con la labor de difusión. Instagram, YouTube, Facebook son herramientas de comunicación que tenemos muy vigentes. Próximamente abriremos un canal de televisión con una prestigiosa universidad peruana. Con esto habremos terminado esta fase de pasar de ser una radio a una empresa de educadora de multiplataformas.
Dona por cultura
La campaña “Dona por Cultura” busca dar a conocer las riquezas musicales y culturales que tiene Radio Filarmonía y crear conciencia sobre la importancia de un espacio cultural como este en nuestro país. El objetivo es que la radio, que vive de donaciones y auspicios y que ya ha sufrido antes varias amenazas de desaparición, nunca más tenga que pasar por una situación similar. “La idea es que la población haga suya la radio, como parte de su vida, de su bagaje y de su generación. Se puede donar desde S/.3.00, para lo cual hemos abierto múltiples canales, plataformas y facilidades”, señala Barrón.
La meta es conseguir los recursos que permitan a la radio mantener la operación, gestión, conservación, mantenimiento y difusión de todo ese contenido cultural único (el archivo de 170 mil piezas musicales donadas, los espacios de difusión de compositores peruanos, los concursos de canto lírico, los recitales de música clásica, etcétera). “Se necesita cuando menos S/.450,000 anuales, solo para poder operar como hasta el momento se ha hecho. Si queremos ampliar nuestra señal y actividades de difusión de la cultura, naturalmente se requerirá más”, finaliza.
El dato
Las donaciones pueden hacerse “por única vez” o “de manera recurrente” (mensual). Pueden ser donaciones personales o auspicios de empresa. En el caso de las donaciones se puede donar desde S/.3. Ingrese a www.donaporcultura.com
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