"Sticky Fingers" ha vuelto. Una nueva reedición remasterizada del adrenalínico y por ratos meloso e inflamable álbum con el que los Rolling Stones iluminaron el año 1971 está a la venta desde el 8 de junio en Internet. La principal novedad en el relanzamiento de uno de los discos imprescindibles en la vasta discografía de los Stones es el retorno en formato de vinilo de "Sticky Fingers" ("Dedos pegajosos" o "Dedos grasientos", como gusten mejor en español), luego de casi tres décadas de monopolio del disco digital. Esta reedición llega también en formato de disco compacto y de MP3, con lo que se completa la troika de soporte sobre la que descansa la industria musical. La mala noticia es que no hay ‘bonus tracks’ o canciones inéditas debido a que, según Mick Jagger, las canciones sobrantes fueron incluidas en "Exile on Main Street".
La remasterización 2015 de "Sticky Fingers" promete una edición simple con librito de 12 páginas, aunque por ahora solo están disponibles una edición doble y una triple. La versión doble o deluxe agrega como gancho un disco adicional. A las diez canciones del disco original, donde figuran "Brown Sugar", "Sway", "Wild Horses", "Bitch", "Sister Morphine", "Dead Flowers", "Can’t You Hear Me Knocking", "Moonlight Mile", "You Gotta Move" y "I got the Blues", se suma un segundo disco que incluye una versión alternativa de "Brown Sugar" con Eric Clapton a la guitarra, una versión larga de hasta seis minutos de duración de "Bitch", una versión acústica de "Wild Horses" y versiones alternativas de "Dead Flowers" y "Cant You Hear Me Knocking" Otras cinco canciones de un concierto de 1971 (Live at the Roundhouse) con temas de otros álbumes, completan la versión de dos discos. El material “nuevo” no aporta una línea a la frondosa historia de los Stones. Existe también una super deluxe edition (3CD+DVD+vinilo) para fanáticos incorregibles.
El relanzamiento de "Sticky Fingers" coincide con la gira que hace la banda en estos días por EE.UU., donde el plato fuerte de los conciertos es la interpretación de buena parte del repertorio de este disco. Esa misma gira es la que supuestamente los traerá a Lima el 23 de noviembre para presentarse en el Estadio Nacional, según un rumor sin confirmar que circula profusamente en las redes sociales y en los medios de comunicación.
"Sticky Fingers" (1971) es el primer elepé en estudio que los Stones lanzaron en la década del 70, donde se formalizó la incorporación del guitarrista Mick Taylor en reemplazo de Brian Jones. Este es un álbum sembrado entre los de "Beggars Banquet" (1968) y "Let it Bleed" (1969), y "Exile on Main Street" (1972), que constituyen la tetralogía del mejor período creativo de la banda fundada en 1962 por Jagger y su compinche Richards. (En 1970 se lanzó "Get Yer Ya-Ya’s Out", un álbum en vivo). "Sticky Fingers" representó también el debut del sello Rolling Stone y del popular logo de la lengua y labios rojos carnosos, marca indeleble de la banda desde entonces.
El álbum, con solos de saxos y guitarras acústicas, es una suerte de síntesis de lo que fue la frenética década del sesenta, que funciona como puente hacia los setenta con ritmos variados intensos y sosegados que hablan del amor, sexo y drogas. No es casual que cinco de las diez canciones sean lentas, algunas de ellas clásicas e imperdibles a la hora de los apachurres, como “Wild Horses”. Otras, como “Bitch” y “Brown Sugar” –donde algunos vieron un guiño a la heroína, que Jagger negó siempre–, han sido siempre una tentadora invitación a dar de botes emparejado o en solitario en fiestas.
Si algún álbum de los Stones persigues, este es el que debes tener. La portada reproduce una foto de un blue jeans apretado con bragueta dorada y un pene abultado hacia un lado que diseñó Andy Warhol. El vinilo de 1971 venía con una bragueta dorada auténtica, que uno podía bajar para descubrir un calzoncillo blanco firmado por Warhol. Una provocación más. Aunque después de todo, es solo rock and roll.