Sonia del Águila

(Lima,1994) tenía 5 años cuando veía a (Pucallpa,1973), de entonces 24, como un amor bonito, inocente e inalcanzable. “Fue mi amor platónico”, aseguró el vocalista de Grupo 5, hace algunos días, durante una premiación en La Sociedad Nacional de Intérpretes y Ejecutantes de la Música (Soniem Perú). “Cuando mi papá me llevó a un concierto suyo, nos tomamos una foto que todavía conservo. La guardo en mi álbum”, contó, emocionado.

Desde Nueva Jersey, la cantante que generó ese sentimiento idílico en uno de los representantes más queridos de la cumbia peruana, nos habla de la cercanía que tenía con la familia Yaipén, de su infancia, de su vida familiar e historia musical.

“Cada vez que iba al norte, el papá de Christian, que también era fan mío, nos invitaba a su casa. Tenía una sala de grabación pequeña. Hemos compartido escenario muchas veces y cuando falleció canté en su tierro, el cual fue multitudinario. Tuve gran afinidad con esa familia, pero jamás imaginé que ese niño que se subía al escenario y bailaba al ritmo de ‘Baila conmigo’, estaba enamorado de mí”, comentó la artista pucallpina.

El mejor momento

A finales de los años 90 y principios del 2000, la popularidad de Ruth Karina Armas Ríos se acrecentó considerablemente. Sus presentaciones, sobre todo las que hacía con Euforia, eran multitudinarias. Sus fans abarrotaban los exteriores de los hoteles en los que se hospedaba, y los más osados -recuerda- le proponían amor con costosos presentes.

"No podía salir a comer, mucho menos a pasear. Los fans estaban en todas partes. Era una locura"

Era una cosa impresionante. No podía salir a comer, mucho menos a pasear. Los fans estaban en todas partes. Era una locura. No voy a negar que me hacían propuestas, me enviaban presentes. Mucha gente se acercó con cosas, con dinero, con joyas. En los canales de TV también me enamoraron. No voy a decir nombres, pero nunca accedí a una pretensión amorosa porque tenía esposo. Soy casada”, enfatiza.

La intérprete pucallpina se casó muy joven, a los 17 años, con el expolicía Rolando Ozambela, quien actualmente se encuentra recluido en el penal Castro Castro -según Karina- purgando una condena que no cometió. La pareja tiene un hijo y se mantiene unida pese a que la relación trastabilló más de una vez.

Le doy gracias a Dios que me da fortaleza para seguir porque no es fácil. Gracias a él ahora puedo sonreír sinceramente porque antes, debo confesar, que sonreía solo para la cámara. Estaba muy triste, no encontraba consuelo, hasta que Dios me ayudó a pasar las olas de ese mar bravo”, destaca.

El hijo de karina se llama Jhonatan Rolando. Desde muy pequeño, estuvo involucrado en el mundo de la música. Siguiendo el legado artístico de su mamá se convirtió en DJ y sonidista. “Ahora trabajamos juntos. Es maravilloso. Me ha dado dos nietos increíbles. Soy abuelita. Estoy feliz”, señala la cantante, con orgullo.

Inicios artísticos

Antes de llegar a Euforia, la artista formó parte de los grupos Eros, Fuego, Láser, entre otros. Luego inició una carrera como solista con gran éxito. Sus canciones “Sangre caliente”, “Baila conmigo”, “Lloras por mí” y “Menéalo” lideraron los ranking radiales en los años 2000.

A mí nunca nadie me regaló nada. Todo lo conseguí con esfuerzo, perseverancia y mucho trabajo. Vengo de una familia disfuncional, humilde, con carencias económicas, pero muy unida. Como no teníamos radio ni televisión en casa, miraba la televisión del vecino desde su ventana. Amaba bailar y cantar. Siempre quise ser cantante, pero estudié educación inicial por complacer a mi mamá, quien veía la música como una actividad de diversión”, destaca.

Me convertí en artista, gracias a que no me quedé con los brazos cruzados. Cuando participé en concursos de canto, me empezaron a llamar de diferentes agrupaciones. Pero fue con Euforia que alcancé popularidad. Mi vida cambió completamente. Mi imagen se convirtió en un factor determinante y tomé decisiones equivocadas”, recuerda.

Al borde del abismo

En aquel tiempo, Ruth Karina, quien vivía obsesionada con mantener una figura esbelta, cayó en las garras de la bulimia. Pero no fue hasta el 2000 que casi pierde la vida por una presunta negligencia médica durante una operación de liposucción.

“Me hice una lipo para acentuar mi cintura, aunque alguien dijo que me operé la nariz y no sé qué otras cosas. Pero se sobrepasaron de anestesia y tuve muerte clínica. Estuve en coma tres días. El médico me dijo que tenía tres opciones: quedarme vegetal y no despertar, quedar mal de la cabeza o simplemente morir. Desperté al tercer día y no coordinaba bien mis ideas. Hablaba incoherencia. Gracias a Dios, al cuarto día mejoré y no me quedaron secuelas”, destaca.

Enfrentamientos

Ana Kohler señaló que no grabaría con Ruth Karina porque no se encuentra a su mismo nivel musical. “No puedes con alguien que está estancado”, detalló. Ambas estuvieron en momentos distintos en Euforia y cada una interpretó los mismos temas, pero con su propio estilo. Ante ello, la artista pucallpina dejó en claro que su estilo nunca ha sido pelearse con nadie y destacó el buen momento profesional que vive.

“Ella dijo que no grabaría conmigo porque ella es una artista porque está sacando éxitos musicales, mientras que yo no. Cómo puede despotricar de mi trabajo. Si fuese así, no tendría contratos. Actualmente estoy de gira en Estados Unidos, y de aquí nos vamos a Canadá. Gracias a Dios trabajo no me falta”, subrayó.



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