A inicios del 2019, Salim Vera (Callao, 1970) se lanzó hacia nuevos horizontes musicales al crear Coral, una propuesta vanguardista y única en colaboración con Alberto Fernández. Con cinco singles lanzados y la expectativa del primer EP, se acerca el momento de pisar el escenario y mostrar su propuesta al mundo. El desafío es grande: alcanzar la masividad y conquistar el corazón del público.
“Siempre me gustaron los géneros como el rock electrónico, el new wave, el post punk, el indie rock, más allá del pop y del rock, que es el que ejecuté con Libido. Siempre quise hacer este tipo de música extra distinta. En el 2018 empecé a trabajar en este pendiente que tenía, busqué gente que tenga mis gustos musicales y mi lado fashionista”, recuerda Salim.
El primero en sumarse al original proyecto del cantautor nacional fue Alberto Fernández, director musical y videasta. El segundo fue el guitarrista suizo-peruano Ben Geiser.
“A mediados del 2019 ya estábamos trabajando en las primeras canciones, sin imaginarnos que en marzo del 2020 las cosas cambiarían radicalmente por la pandemia. Hicimos los tres primeros singles en remoto porque Ben regresó a Suiza. Luego nos convertimos en dúo, y así nos ha ido súper bien”, destaca Vera.
“Balas en marcha”, el quinto sencillo de la agrupación, describe metafóricamente los eventos ocurridos tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, el 7 de diciembre del 2022. El sexto tema, “La Bestia”, escrito por Alberto, marcará el cierre del primer EP de la banda, cuyo lanzamiento está previsto para finales de junio o principios de julio de este año.
“Para el videoclip de ‘Balas en marcha’ utilizamos inteligencia artificial, que era algo completamente nuevo para nosotros. Recurrimos a un montón de tutoriales, nos demoramos por lo menos dos meses. Lo mismo haremos con ‘La Bestia’, pero esta vez nos demoraremos menos, porque la gente ya nos quiere ver en vivo, tocando”, destaca Salim.
El siguiente paso de Coral será definir el equipo con el que ejecutarán el proyecto sobre el escenario, elegir el vestuario que llevarán y los temas que interpretarán en vivo. Su objetivo principal es no hacer un show convencional.
“Nos falta armar, ensamblar la banda, definir la gente que nos acompañará. Por lo pronto ya definimos cómo será la atmosfera que tendrá. El lanzamiento oficial poseerá bastantes ingredientes visuales. Probablemente hagamos algo temático por canción”, detalla Fernández tras explicar que “La Bestia” es un tema de su autoría, creada antes de que Coral llegara a su vida.
“Es una de mis canciones muy personales, es metafórica, es como el karma, las cosas que nos arrastran cuando hacemos algo que no está bien”, refiere.
Nuevo capítulo
Desprenderse de su imagen como vocalista de Libido no será una tarea sencilla para Salim Vera. En esta etapa, su objetivo es que Coral, su nueva propuesta musical, alcance la masividad y se consolide como una agrupación destacada en la escena artística.
“Nuestra pretensión siempre ha sido ser masivos, supongo que va a ser difícil porque tiene otro espectro sonoro y va por un lado distinto al de Libido. Esperamos que gusten las canciones, la onda, la forma la musicalidad y las melodías de Coral, y que poco a poco vaya creciendo esta ola mediática que se tiene que dar de alguna manera”, enfatiza haciendo referencia a su perspectiva sobre si Coral logrará superar el éxito de Libido.
“No creo que eso pase porque estamos hablando de dos mundos distintos. No nos podemos comparar porque Coral está empezando, es un bebe recién nacido”, aclara.
Salim, a los 54 años, inicia esta nueva etapa artística con una actitud más reflexiva y cautelosa, aunque sigue siendo tan directo, controvertido y perfeccionista como siempre. Con sus lentes oscuros, su estilo de vestir a la moda y sus contadas sonrisas, su esencia permanece intacta, fiel a la imagen que ha construido a lo largo de su carrera.
“Siempre digo lo que pienso, pero ahora soy más sutil. Expreso mis ideas con otras palabras porque, al parecer, lo que molesta es mi forma de hablar, de ser, o las palabras que uso, las cuales decidí cambiar por otras más encomiables”, explica. En esta nueva etapa musical, Salim evita repetir historias pasadas desalentadoras o verse envuelto en controversias.
“No me volvería egocéntrico ni me pelearía con mi partner o socio, no me volvería megalomaníaco, Trabajaría siempre en sociedad y común acuerdo. No haría un género musical que no me guste, no me volvería urbano ni reguetonero, solo porque este de moda o sea rentable. No soy una persona que va con las corrientes o las tendencias. Siempre hago lo que quiero y bien hecho. Coral es una muestra distinta, que está generando música nueva y fresca. Para el alcance o nivel musical que hay ahora creo que estamos bastante redondos”, destaca.
Tanto Salim como Alberto adelantan que su primera presentación en vivo será teloneando a una banda popular, ya que se encuentran en plena etapa promocional. Su principal objetivo es dar a conocer su propuesta y captar la atención del público. Conseguir éxito y reconocimiento no es algo que los perturbe.
“No nos formamos expectativas porque hacerlo es crear miedo y perder la sorpresa. Nos gusta lo sorpresivo. Solo esperamos que guste al público. Nos estamos demorando un poco porque estamos creando más repertorio, planeando qué se tocará en vivo, qué proyectaremos tanto en luces como en imágenes, cómo vamos a vestir y cómo se vestirá el bajista, el guitarrista...”, explica Salim.
“Y si no funciona nuestra propuesta en Perú, puede que funcione afuera. Nadie nos quitará lo bailado”, añade Vera. “Es un productor bastante internacional, pensamos que posiblemente nos den más bola en otros países que aquí”, advierte Alberto
_¿Cómo se autodefinen, considerando que la percepción del público sobre los artistas no siempre coincide con la realidad?
ALBERTO: Soy un camaleón porque en mi vida creo que me gustan muchas cosas y trato de darle el tiempo a cada una de las cosas que me gustan, a veces me doy cuenta que no se puede, pero igual me doy porras para seguir. Soy constante, no abandono mis sueños. Sueño con vivir de lo que amo, que es el arte en sus diferentes formas. Mi objetivo es tener una comunidad y trabajar para ella. Hacer lo que me gusta y conectar mis gustos e intereses con esa comunidad.
SALIM: Tengo ocho personalidades. Soy camaleónico, me gustan muchas cosas, y todas ellas tienen una exigencia estética. No acepto errores ni excusas, ni pretextos porque creo que una persona siempre puede escalar. Busco la excelencia en lo musical, en el canto y en la forma de vestir. No soy posero, soy original. Soy directo franco honesto, sincero y espontaneo. No le abro la puerta a la hipocresía. Necesito que la persona que hable conmigo sea honesta y me hable de forma directa. Alberto es así. Nos complementamos bien porque coincidimos en los gustos musicales, en el trabajo y en lo artístico. A los dos nos gusta lo fashion, la moda, la ropa, y la buena música. No hubiese hecho ‘match’ si a Alberto no le hubiese gustado las mismas cosas que a mí. Con las personas que trabajo tengo que coincidir en un 80 o 90 por ciento.
_¿Coincidencias que no encontraste en los integrantes de Libido?
No las encontré y mira cómo funcionamos. A palos [ríe].