RODRIGO BEDOYA FORNO
Antes de ser una superestrella total, Sandra Bullock vino al Perú. Lo hizo para trabajar en “Fuego en el Amazonas”, una de las cintas de acción que, allá por los años 80 y 90, produjo Iguana junto al productor estadounidense Roger Corman. El rodaje fue en 1990, pero la cinta no se estrenó en EE.UU. sino hasta 1993. ¿El dato curioso? Muchos fanáticos de Sandra buscan la película como locos, ya que figura el único desnudo de la actriz en el cine. Por Amazon, el DVD está a 7 dólares.
Hoy, Bullock cumple 50 años. Lejos han quedado los tiempos en el que ella trabajaba en cintas baratas como la hecha en nuestro país, donde actuó al lado de Baldomero Cáceres, Reynaldo Arenas y Carlos Victoria. Ahora la actriz cobra lo que quiere por película y nadie duda de que muchos espectadores verán el filme solo por ella. ¿Cómo ha hecho la intérprete para ser una de las grandes de la industria?
Quizá podríamos explicarlo por su versatilidad: su gran rol llegó con “Máxima velocidad”, donde debía manejar un bus a punto de explotar al lado de Keanu Reeves. Cuando parecía que se iba forjando un estrella de acción, apareció la cinta romántica “Mientras dormías”, que demostró que la comedia también le sentaba bien. Al poco tiempo se estrenó “Tiempo para matar”, un drama legal basado en una novela de John Grisham. En ese momento, Bullock ya era una de las actrices más populares de Hollywood.
Pero fue “Miss Simpatía” la cinta que le dio un espacio permanente dentro de las estrellas de la comedia romántica. Es más: fue ese filme el que le dio el estatus de estrella absoluta, de chica mimada de Hollywood. El filme recaudó más de 200 millones de dólares en el mundo, y Bullock, en su rol de policía dura que se mete en un concurso de belleza para resolver un caso, conquistó el corazón de todos.
EL PRESTIGIO PRIMERO
Ya conquistado el terreno comercial, tenía que venir el prestigio. Y Bullock comenzó a intentarlo: primero con “Crash”, aquella cinta de Paul Haggis que, inexplicablemente, se llevó el Óscar a Mejor Película. Y lo consiguió con “Un sueño posible”, filme dramático sobre fútbol americano en donde, a decir verdad, su actuación era de lo poco rescatable. Ahora, con “Gravedad”, quedó demostrado que Bullock puede hacer de todo y que, probablemente, siempre lo hará bien.
La vida personal de la actriz no ha sido fácil: en el 2010 tuvo que lidiar con la revelación de las infidelidades de su marido, el conductor televisivo Jesse James. Pero Bullock siguió firme, metida en su carrera, demostrando que es una de esas intérpretes que valen la pena. Que la comedia es lo suyo, claro, pero que no es lo único. Hoy, que ella cumple 50 años, Bullock puede estar contenta con lo que ha conseguido. Hollywood la respeta y la quiere. Su legado ya está escrito.