A los 14 años, Marcos Efraín Salas ya había descubierto su vocación. La explosión del reggaetón en su natal Puerto Rico le hizo darse cuenta que era posible vivir creando sonidos. Un amigo de la iglesia a la que asistía, Nely --el productor que Wisin y Yandel hicieron conocido como ‘el arma secreta’--, se convirtió en su mentor y en el que le daría el pase a las grandes ligas. Era un adolescente, cuando Luny Tunes, el dúo dominicano que lideró el género urbano a inicios del 2000, decidió firmarlo como parte de su equipo e incluir una de sus primeras grabaciones en “Más Flow II”, un disco que se volvería de culto. Era callado y pequeño, pero Tainy –el nombre artístico que tomaría hasta hoy- escribiría su nombre en la historia de un fenómeno musical. Primero con Zion & Lennox y Wisin & Yandel, luego con Bad Bunny y J Balvin, con quienes estamparía su firma en producciones que hicieron que el reggaetón llegue a otro nivel: “Vibras” y “x100pre”.
“Callaíta”, “I Like It”, “Reggaeton”, “I Can’t Get Enough”, “Habitual” son algunas de las canciones que llevan su sello inconfundible. Y aunque no pasa de los 30 años, esta leyenda del género urbano está listo para escribir un nuevo capítulo en su carrera con el lanzamiento de un EP con el que deja el perfil bajo que caracteriza a los productores y que dio motivo a una conversación con este Diario:
Me pasaba no hace muchos años que googleaba Tainy y era raro encontrar una entrevista tuya; a lo mucho habían videos de ti en el estudio, haciendo tus beats. ¿Qué te ha motivado ahora a salir al frente y ponerle el nombre, rostro y voz a tu música?
El poder llevar a cabo las idas que tengo como persona creativa. Al mantenerme solo como productor y trabajar en los proyectos de otros artistas, no necesariamente tengo la oportunidad de hacer las cosas que quiero, y tengo que seguir la dirección y visión de alguien más. Este EP me da la oportunidad de que cambiemos las cartas y sean los artistas los que forman parte de mis ideas, mi visión y mi sonido. Además, la gente puede conocer un poco más de lo que yo como productor puedo lograr, que son cosas que sé que van a sumarle a la música latina, al género urbano.
Este EP, “The Kids That Grew Up on Reggaeton”, está enfocado en la nueva generación de artistas urbanos: vemos nombres de gente que han empezado a llamar la atención como Cazzu, Las Villa o Kali Uchis. ¿Por qué enfocarte en los nuevos valores?
Viendo dónde está el género urbano ahora, pensé que era el momento de hacerlo. El género lleva más de 10 años y, como que llegamos al punto en que, ya podemos mirar hacia atrás y ver de dónde ha salido y la evolución que ha tenido. Entonces era el momento para destacar a esta generación nueva y el sonido que tienen, que no es el mismo que el de Daddy Yankee de años atrás o el de Wisin & Yandel, Don Omar o Tego. Ver esa evolución en ellos era algo que queríamos resaltar, y yo siento que se nos dio súper bien con estos 7 temas.
¿Era importante también para ti apoyar a las nuevas generaciones, teniendo en cuenta tu historia y lo que significó en tu carrera el haber tenido el respaldo de Nely y Luny Tunes cuando empezaste?
Para mí eso siempre ha sido algo importante. Poder ayudar a los demás, así como me ayudaron a mí en mis comienzos. Yo estoy en un momento de mi carrera en el que tengo la trayectoria y el conocimiento para poder, de alguna manera, dar eso de vuelta. Por eso tenemos muchos productores que formaron parte de este EP que están empezando. Si yo puedo influenciarlos, enseñarles desde el conocimiento que he ganado en estos años de trayectoria, lo haré. Esa es una meta que tengo, poder dar oportunidades, así como a mí me la dieron.
Me llamó la atención ver en tu biografía que tu acercamiento a la música fue a través de la iglesia.
Yo crecí con influencias musicales muy diferentes. Estaba lo que escuchaba mi mamá en la casa, lo que escuchaba en la calle por mis amistades de la escuela y estaba la iglesia, a donde mi mamá nos llevaba de pequeños. El coro, los instrumentos que se tocan en vivo sí empezaron a despertar ese acercamiento hacia la música. Y, además, allí conocí por casualidad a Nely y él fue el que me dio esa llave para convertirme en productor. Él comenzó antes que yo y tenía el programa para trabajar y hacer música. Creo que todas esas influencias antes de ponerme a explorar, a crear y a producir me ayudaron un montón a conseguir mi sonido.
¿Qué consejos te daba Nely cuando empezaste a crear tus propios beats?
Él siempre fue bien claro conmigo. Yo trataba de llevarle aunque sea cinco instrumentales todos los domingos para que me diese sus consejos. No era muy extenso, me decía cosas muy básicas. Se enfocaba en sonidos que creía que debía cambiar. Me decía: ‘esto que has hecho aquí me gusta, pero deberías cambiarle la percusión o esta área sería mejor así’. Eran cositas que tal vez no eran la gran cosa para mucha gente pero para mí, que ya estaba dentro de los detalles, sabía que haciéndole caso podía mejorar. Y el poder ir, de vez en cuando, a verlo trabajar en el estudio, era increíble. Yo ni preguntaba, lo único que hacía era absorber información. Lo observaba y, al llegar a mi casa, trataba de replicarlo y hacerlo lo más cercano posible. Creo que eso fue lo que llevó a que un día, cuando él me escuchó un instrumental que sentía que tenía el nivel, me diera una oportunidad para llegar a Luny Tunes y trabajar con ellos.
¿Y por qué se te dio por hacer ritmos, por qué no rapear o escribir?
Ceo que lo que más me llamó la atención fue el sentir que podía crear algo que salía de mi mente, con diferentes herramientas y sin reglas. Al principio pensé que dibujar iba a ser mi carrera, porque es algo que todavía me gusta, pero vi que no era necesariamente esa la única forma de conectar con el arte, que hay muchas formas de crear cosas que solamente yo imagino, y la música me abrió esa puerta.
Si bien en su momento no se le daba valor en lo musical al reggaetón, ahora queda clara la influencia que ha tenido. Muchos artistas hoy lanzan canciones que se hacen muy populares porque evocan el sonido de lo que hoy llaman ‘reggaetón old school’; una revalorización de lo que ustedes hacían.
El género ha pasado por muchos procesos, ha evolucionado y ahora está bien formalizado. Al principio, tal vez para los más conocedores, no era lo más musical del mundo, pero sí tenía su esencia, su feeling, que era conectar con la gente y con la juventud. Y poco a poco ha ido cambiando de forma. Como productor, yo no me escucho igual a como me escuchaba al principio. He aprendido y evolucionado con el tiempo y hemos llegado a un momento en el que yo sí siento que mi música está a la par con otros tipos de género. Creo que, habiendo llegado a eso ahora, poder ir hacia atrás, recordar y tener esos detalles con lo que fueron los inicios, es algo súper cool para nosotros, porque nos da ese sentimiento nostálgico de cuando estábamos creciendo y sonaba esa música. Nos transporta, creo que esa es una habilidad increíble que tiene la música.
Que es algo que ha pasado con “Safaera”, el tema de Bad Bunny del que has sido parte y que es un fenómeno por todos lados. ¿Cómo creaste esa canción?
Esa canción fue una combinación del trabajo de varias personas, no fue idea mía solamente. Pero eso es lo cool del proceso de este disco de Bad Bunny. Él es la cabeza de todo esto, es su proyecto y muchas de las ideas se le ocurren a él. La canción empezó con el instrumental que arranca el tema, que es mío. Pero sentía que con lo que él estaba trabajando, y ya que tenía a Jowell & Randy y luego a Ñengo Flow, podíamos llevarlo más a ese feeling de cuando nosotros éramos pequeños. Porque así era que se escuchaba la música en los ‘partys’ de la vecindad, en el barrio. Era algo diferente, esos eran los tipos de sonidos y beats que se tiraban en esos eventos para que los artistas hicieran sus canciones o coros encima. Y pues nos daba ese feeling de cuando uno escuchaba por primera vez lo que era el género urbano. Traerlo a lo que es hoy en día, mezclarlo con algo más contemporáneo, trabajar, además, con DJ Orma, que es el DJ de Bad Bunny y que formó parte también de la producción de este tema, fue algo súper cool. ¡Y ver en lo que se convirtió el tema, es increíble!
Ahora que el reggaetón es un fenómeno de masas, ¿hay más libertad creativa o, al contrario, sientes que se los limita más a seguir la fórmula que ya demostró que funciona?
Yo siento que se nos permite hacer más cosas, ya que tengo más oídos pendientes, y no necesariamente de gente que escucha reggaetón. Es cierto que cada vez que algo le funciona a un artista se trata de no dañar esa métrica, esa receta, pero yo siento que los muchachos nuevos, esta generación actual, está siendo un poco más arriesgada y tratando de empujar su sonido y el sonido del género como tal, y es algo que a mí me encanta y aprecio un montón.
Tú has sido testigo de los inicios del reggaetón, de su desarrollo y su auge actual. ¿Qué crees que es lo que se viene?
Seguir tocando países diferentes. Sé que todavía hay mucha gente que no conoce de la cultura del género urbano y ven que tal vez pueda adoptar el ritmo de nosotros y hacerlo a su manera así sea en otro idioma, pero que el género se siga expandiendo y llevándonos a diferentes partes, yo creo que es lo que sigue ya que es un ritmo súper contagioso que la gente puede buscar la manera de incluirlo en su música y en su estilo.
MÁS INFORMACIÓN
“The Kids That Grew Up On Reggaeton: Neon Tapes” es una colección de 7 canciones en colaboración con Dalex, Álvaro Díaz, Sean Paul, Cazzu, Mozart La Para, Lauren Jauregui, C. Tangana, Kali Uchis, Khea, Kris Floyd, Las Villas, Dylan Fuentes, Lennox, Justin Quiles y Llane. El álbum ya está disponible en plataformas digitales.