Es un concierto que lleva años preparándose. Desde el 2017, Tania Libertad (Chiclayo, 1952) y Eva Ayllón (Lima, 1956) han planificado lo que será “Eva con Libertad”, espectáculo que las ha juntado para interpretar sus mayores temas y que en esta ocasión las llevará, por primera vez, al Gran Teatro Nacional.
“Yo creo mucho en el destino. Yo creo que esta esta colaboración de ambas se da en el momento justo, en el momento de una de una estupenda madurez de ambas, cuando ya hemos hecho muchos proyectos como solistas, que hemos logrado muchas cosas cada quien por su lado y cuando tenemos ya esta necesidad de hacer algo diferente”, contó a El Comercio Tania Libertad, por medio de un Zoom desde México, donde reside desde hace 44 años.
Libertad, que empezó su carrera a los siete años de edad, cuenta que cantar con amigos, como en este caso, le produce “una satisfacción muy grande”. “Esta ha sido una carrera que, la verdad, no me puedo quejar. Y compartir el escenario con los amigos es un gozo. (...) La verdad es que es un gran espectáculo, que muestra, aparte de la música peruana, también muchas fusiones; muchos compositores mexicanos estarán presentes en el repertorio; José Alfredo, Manzanero, Juan Gabriel; en fin, el espectáculo es muy bonito, muy emocional”, añadió. A propósito de este concierto, conversamos con ella sobre su amistad con Eva Ayllón, el legado de Chabuca Granda y más.
―Tania, vas a cantar nuevamente con Eva Ayllón aquí en el Perú. ¿Cómo así la conociste a Eva?
Hace muchos años cuando yo era presentadora en la televisión, en el programa “Danzas y canciones del Perú”, tuve la suerte de presentarla como la voz de Los Kipus. Ahí la conozco; después coincidimos muchas veces, pero yo luego me vine a vivir aquí a México, entonces ya fue más difícil vernos porque cada quien estaba en lo suyo, yo en un país a más de 5000 kilómetros, ella siguiendo una carrera como solista exitosísima en el Perú. Después nos hemos visto también algunas veces en Estados Unidos y finalmente, después de tantos años de carrera, decidimos emprender esta aventura de hacer un concierto juntas. Y empezamos en el 2017 [con la planificación].
―Estás en una posición privilegiada en el sentido de que has cantado con gente de todo el mundo. ¿Qué tienen en común los artistas más grandes según tu experiencia?
La generosidad, que es un rasgo que siempre está presente. Aparte de que hay que ser muy generoso para compartir su espacio; eso de cajón, y luego compartir con uno la amistad y compartir los consejos. Yo nunca voy a olvidar los consejos que recibí de Chabuca Granda o de Alicia Maguiña, quien me llevó, siendo muy jovencita, a mis primeras clases de canto. Me dijo “no es porque cantes mal, cantas muy bonito; lo que quiero es que conserves tu voz para toda la vida”. Yo sigo el consejo de ella hasta ahora, sigo tomando clases de canto. Y de Chabuca, consejos maravillosos. Solo verla en el escenario era una experiencia increíble, un tremendo ejemplo. Todo lo que ella me aconsejaba me ha servido muchísimo en la vida, al igual que las lecciones de Plácido Domingo, que una vez me dijo una cosa que se me quedó grabada para siempre. Yo disfruto tanto de cantar que en donde estoy, si me dicen “canta” en un restaurante, me pongo a cantar. Él veía que yo hacía eso y entonces me dijo “Tania, no puedes hacer eso. Antes de cantar tienes que guardarte un día completo, ni siquiera hablar por teléfono. Acuérdate de que nota que sale, ya no regresa”. Ahora soy un poquito más cuidadosa en ese sentido.
― ¿Y qué consejos recuerdas de los que te haya dado Chabuca?
Uno maravilloso. Ya ves que siempre, y ahora más, andamos tomando bandos y peleándonos entre nosotros, totalmente polarizados, divididos. Ella, cuando le decíamos “¿Por qué eres amiga de fulano de tal, sino piensa como nosotros?”. Primero me dijo que estaba pecando de joven, que es una cosa maravillosa, y después me dijo “mis amistades no las hago por ideología, sino por afecto”. Y eso es algo que me permitió sentarme muchas veces en mesas donde pensábamos distinto muchas de las personas que estábamos ahí, pero podíamos compartir una buena amistad.
―A lo largo de tu carrera has revalorado con tu música a Chabuca Granda. ¿Tú crees que ahora la gente la valora más que, digamos, hace 40 años cuando sacaste tu disco de homenaje?
Sí, totalmente. Sus canciones están adelantadas [a su época]. Tienen unas letras, armonías y melodías maravillosas que no se han logrado repetir. En el Perú ella nos juntaba en su departamento de Miraflores a los cantantes, a los poetas, a los músicos y empezaba a componer delante de nosotros y nos dejaba con la boca abierta. Y ella es la que empieza a hacer las fusiones con la música negra, ella trabaja con el landó, con los festejos y con las marineras y empieza a ponerles unas letras increíbles y empieza también a pedirles a los poetas que hicieran canción popular. Pero cuando se murió en el año 83 yo recuerdo con mucha tristeza que cuando llevaron su ataúd a la Plaza de Acho había muy poquita gente para rendirle un homenaje a quien ha sido la más grande compositora del Perú y de Latinoamérica.
―Has mencionado a la música negra y para hablar de música negra tenemos que hablar también de Susana Baca. Tu viajaste con ella a España, al festival Pirineos Sur. ¿Qué recuerdos tienes con Susana de aquella vez?
Pues mira, estábamos las dos en gira, o sea que no tuvimos ni tiempo ni siquiera de sentarnos a comer o a cenar, porque ella llegaba de un lado y yo de otro. Lo que recuerdo con ella es de habernos abrazado en un camerino en este en este festival. Pero con Susana hay muchos más recuerdos. Coincidimos en Cuba y en Lima también; tengo fotos muy lindas con ella. Cuando yo iba a Lima se organizaban fiestas y ella iba para allá y entonces ahí nos poníamos al día de todo. Éramos muy fiesteras las dos. Yo quiero mucho a Susana, me parece una mujer que ha hecho un gran trabajo en la difusión de la música negra peruana.
― ¿Cómo era salir de fiesta con Susana Baca?
¿Cómo era? Pues ella ya ves que se reía de todo; se ríe de todo [risas]. Entonces yo que tengo risa fácil también, la veo a reír y yo también me mataba de la risa. ¿Cómo era salir de fiesta con Susana? Era eso. Reírnos de todo a la hora que se nos antojaba, cantar… eran las épocas en que nos juntábamos también Andrés Soto, Kiri Escobar, el ‘Chino’ Chávez. Todos los músicos que eran parte de la noche limeña, la época de las peñas en Barranco.
― Susana Baca está mal de salud; sabemos que se está recuperando, pero aún es pronto para decir más. Pero quería preguntarte ¿Cómo la describirías musicalmente?
Como un cristalito. Susana es una cantante con una voz tan transparente y con una magia arriba del escenario, que creo que no la tenemos ninguna de nosotras. Yo estoy rezando por su salud todos los días, porque se tiene que recuperar y tenemos que seguir gozándola. Es alguien bien diferente arriba del escenario, bien diferente a todas nosotras. Entonces es algo que necesitamos, que ella siga estando dentro de este espectro musical peruano para que siga representando al Perú en el mundo, como lo ha hecho hasta ahora con un gran éxito.
― Revisando el archivo del diario, veo que en 1987 dijiste: “No tengo un género o ritmo interpretativo, mi música es un estilo de vida, trato de cantar lo que está sucediendo a mi alrededor, la realidad por más dura que sea”. ¿Esa es todavía tu consigna?
Ya no [risas]. Porque yo no soy compositora. O sea, en la medida en que siguieron existiendo los juglares, los compositores que contaban los sucesos de su tiempo. En este momento no hay nadie que esté contando lo que está pasando, que yo sepa, porque estamos pasando por momentos difíciles, no solamente en el Perú y México; en todo el mundo. Digamos que la atención de los compositores está en hacer canciones de otro tipo. En los mejores casos de amor y desamor, y en los más difíciles de sexo explícito. Estoy tratando ahora de cantar canciones de otros compositores. Oigo mucha música en Spotify y en YouTube y trato de conocer compositores de otros países, oír propuestas de otros lados. En la época yo cantaba canciones que hablaban efectivamente de lo que estaba aconteciendo a mi alrededor. A mí me gusta cantar canciones que hablen de realidades, no me gusta cantar canciones-ficción. Entonces estoy a expensas de canciones que hagan otros compositores. Y no he encontrado nada que hable de lo que está pasando ahora. Pero también tienes que pensar que yo tengo más de 60 años cantando.
― ¿Cuál es tu descubrimiento musical más reciente?
Pues son muchos; los voy apuntando. Tengo mi libretita de notas de mi teléfono llena de artistas, de voces. Hace mucho tiempo cuando descubrí a Dua Lipa, por ejemplo, me pareció una cosa sensacional. Y sigo escuchándola. Y estoy descubriendo, por ejemplo, muchos españoles: Vanesa Martín, Pablo López; son compositores muy buenos que hacen cosas muy lindas. Desde siempre he sido [así]. Por supuesto que a Nina Simone no la voy a dejar nunca, ni a Kate Bush, que fue mi gran descubrimiento en una época. Sigo oyendo yo todo eso, pero sigo aumentándole talento joven que haga cosas lindas, que me emocionen.
― ¿Y artistas peruanos que hayas descubierto recientemente?
Bueno, en eso sí estoy quedando a deber [risas] porque este he estado metida en otros proyectos y otras cosas. Últimamente no he estado escuchando mucha música [peruana]. Estuve en el homenaje a Eva y ahí tuve la oportunidad de oír el trabajo de Daniela Darcourt, de mucha gente que estuvimos ahí y que ahora me estoy poniendo a escuchar para empaparme un poco de lo que están haciendo los jóvenes en el Perú. Yo estuve muy cerca de Damaris, ella hizo un trabajo muy lindo con la música andina, pero mis compañeras de siempre son Cecilia Bracamonte, Cecilia Barraza, Julie Freundt. Yo sigo los trabajos de ellas también, pero sí, tengo que ponerme también a escuchar un poco de lo que están haciendo ahorita en el Perú.
―Tu llevas en México desde 1980, y ese país todavía sigue siendo un destino para artistas peruanos que buscan internacionalizarse. Igual es un mercado muy competitivo. ¿Qué le dirías a todos los peruanos que siguen yendo a México a buscar fama y fortuna?
A mí me parece bien que salgan. Yo reclamé en algún momento que los peruanos no salían del Perú, que tenían que arriesgarse un poquito más y tomar esa ruta. En este momento aquí en México ya no es tanto lo que era antes. Aquí acuérdate que se hicieron [famosos] en otra época Raphael, Julio Iglesias, Luis Miguel. A mí me tocó una buena época, pero me costó muchísimo, como siete años para ser reconocida. Bueno, con todo esto de las plataformas yo no sé si sea una buena idea irte a vivir a otro país, porque ya lo puedes hacer todo desde el tuyo. O sea, tú puedes hacer tu trabajo desde tu país sin tener una disquera y lo subes a las plataformas, que existen muchas, y tú mismo puedes subir tu música y estamos viviendo la era de los sellos y músicos independientes, cosa que me parece estupenda. Ahora la tecnología ayuda, pero también es complicado imponerte con una canción en medio de tantas otras. Es difícil, y es difícil la permanencia; hay que saber manejar la carrera de uno para que te dure, porque si tienes un solo éxito te va a durar tres meses si bien te va, porque al día siguiente está saliendo otro; ya estaba el reggaetón bien posicionado cuando empiezan los corridos tumbados [en la década pasada] y sale gente como Peso Pluma o no sé.
Fechas: 4 y 5 de mayo
Lugar: Gran Teatro Nacional (Av. Javier Prado Este 2225, San Borja, Lima)
Entradas: en Teleticket