Taylor Swift visitó el set de David Letterman y contó que organizó una serie de fiestas privadas en las casas que posee en diferentes ciudades de los Estados Unidos (y hasta en un hotel en Londres) para poner a prueba entre sus fans los temas que iban a ser parte de "1989", el disco que acaba de poner a la venta.
Swift explicó que le parecía lógico tocar las canciones para sus admiradores en la sala de visitas de su casa para así poder compartir las impresiones del álbum que marcó su ingreso en el mercado de 'dance pop'.
De esta manera, la cantante convocó a cerca de 90 personas para cada una de las sesiones que realizó en Los Ángeles, Nueva York, Rhode Island, Nashville y un hotel donde se hospeda en Londres.
"Seleccionaba a las personas de diferentes maneras: una chica que se había tomado un 'selfie' y que tenía un póster mío detrás y me había escrito un lindo comentario en Instagram o gente que me había escrito después de un show...Quería conocerlos en una situación en la que no tuvieran que estar esperando, como en un concierto, con el riesgo de ser empujados", contó Swift, que sorprendió aún más a Letterman cuando le dijo que la fiesta incluía una cena con ella. "¿Una cena? Tú sí que eres la madre Teresa", le dijo.