Taylor Swift es hoy la voz de los artistas románticos que aún sueñan vender millones de discos. Y están en pie de guerra.
Aunque, a su vez, millones de usuarios se han volcado a los servicios de streaming como Spotify y esperan por el nuevo Apple Music, los músicos consolidados, lejos de sentirse satisfechos con los nuevos canales de difusión, están inquietos porque las ganancias no son directamente proporcionales.
Lo dijo Taylor Swift en dos cartas que más bien eran dos gritos de batalla de alguien que en el 2014 vendió 1,28 millones de copias de su disco “1989” ¡en apenas una semana!
“Nosotros no les pedimos iPhones gratis, por favor no nos pidan nuestra música sin compensación”, fue el dardo que lanzó Swift hace unos días en referencia a los tres meses gratuitos de Apple Music, que terminó cediendo, en una carta abierta llamada "Para Apple con amor".
#TaylorSwift y la carta con la que hizo recapacitar a #Apple ► http://t.co/Sq1BmrQFSU pic.twitter.com/5094Q0J7EH
— Luces El Comercio (@Luces_ECpe) junio 22, 2015
“No estoy dispuesta a darle el trabajo de mi vida a un experimento que siento no compensa de manera justa a los compositores, productores, artistas y creadores de la música”, había dicho también después de su manifiesto “El futuro de la música es una historia de amor”, cuando retiró su discografía de Spotify.
Pero Taylor Swift no es la única que ha disparado contra el streaming o contra una desventaja de la música distribuida por internet. Revisemos algunos casos.
NO ME PISOTEES
El 13 abril se cumplieron 15 años de la batalla legal entre Metallica y Napster, el servicio en línea que permitía compartir archivos de audios, donde se difundió el hit “I Disappear”.
Los intérpretes de “Don’t tread on me” reclamaban su justo derecho a ser indemnizados por el uso de su canción, parte de la banda sonora de “Misión imposible”, que por supuesto tenía derechos de autor.
Increíble pensar que, más de 10 años después, Lars Ulrich haría las paces con Sean Parker, el dueño de Napster y luego inversionista en Spotify, cuando Metallica decidió subir su música a la plataforma estrella del momento.
OK, NO
Otro artista que se ha manifestado en contra es Thom Yorke, el líder de Radiohead, que sentenció con la memorable frase: “(El streaming) es la última flatulencia desesperada de un cadáver moribundo”.
Otros famosos que han tenido una postura similar son Placebo, The Black Keys, el ex The Smiths Johnny Marr y Musician's Union, la mayor asociación de músicos del Reino Unido.
Pero también músicos poco conocidos han entrado a Spotify y han tenido que sacarle la vuelta al sistema para generar ganancias.
Y es que, pese a que el servicio asegura una ganancia de entre US$ 0,006 y 0,0084 por canción reproducida, un informe de "The Guardian" determinó que en realidad la cifra ronda los US$0,00112. Eso sí, luego del descuento que se va para el sello discográfico.
EL SILENCIO COMO ARMA
Por ejemplo, está el caso del grupo de indie funk Vulfpeck, que lanzó en dicha plataforma un disco con tracks en silencio. Así, animaron a sus fans a reproducir el álbum con repetición automática mientras dormán, de manera que obtenían ganancias y podrían realizar una gira. Lograron US$20 mil antes de que Spotify retirara los temas.
Y también está Eternify, una web que permite reproducir 30 segundos random y continuos de tu artista favorito de Spotify y así generarle ingresos. El autor de este sitio es nada menos que un grupo, Ohm & Sport, que se describe como una “banda beta”.
Según declaró, lanzó la propuesta “a raíz de las numerosas falsas promesas de un futuro mejor para el streaming, ninguno de estos anuncios o dizque victorias han tenido un impacto significativo en el gran número de pequeños artistas de quienes dichos servicios dependen”.
Sí, pues, los servicios de streaming como Spotify ayudan mucho a la difusión de la música de los artistas, pero los beneficios monetarios aún están en discusión.
¡Se cumplió el rumor!: #Spotify reproducirá videos ► http://t.co/qOomJCu5dt pic.twitter.com/vg0UK9IPBG
— El Comercio (@elcomercio) Mayo 21, 2015
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