ALFREDO ESPINOZA FLORES @Alfred_Espinoza
Eran los inicios de los años 90 y el punk estaba cambiando. Para bien o mal, se necesitaban aires nuevos y sonidos frescos. Un movimiento musical construía sus cimientos en ese contexto: el hardcore melódico, que mezclaba el punk con el hardcore para combinar melodía, energía y rapidez. El pop dejaba de ser un género prohibido y, aunque aún no lo tenían claro, la música que antes era 'underground' estaba a punto de convertirse en 'mainstream'.
Así nació The Offspring. Y vaya inicio que tuvo. Entró con fuerza con dos discos con harto punche, “The Offspring” e “Ignition”. Pero lo mejor estaba por venir. Dexter Holland, Noodles y compañía tenían la fórmula ganadora: un disco pegajoso que haga crecer su audiencia, pero que a la vez mantenga la base de sus trabajos anteriores y puedan conservar al público más punk.
Ese es el “Smash”, un disco que es mucho más que la suma de sus partes, que hay que escucharlo de principio a fin y que hoy cumple 20 años. Un álbum sólido que, aunque con claros puntos álgidos como “Bad Habit”, “Gotta get away”, “Come out and play”, “Self Esteem” y “Smash”, no baja la guardia en ningún momento de sus 14 canciones y casi 40 minutos de duración.
Un dato para destacar. La banda editó este disco con Epitaph Records, sello independiente que trabajaba con grupos punk. Las disqueras transnacionales ya les pisaban los talones, pero The Offspring decidió que su álbum más exitoso no estuviera en sus manos. Un lujazo haberlos visto y escuchado en vivo en Lima.
Te dejamos el disco para que lo escuches en Spotify. ¿Cuál es tu canción preferida?
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