Cuando Tomás, su hijo menor, cumplió la mayoría de edad, el eterno Pedro Suárez-Vértiz compartió una publicación en la que resaltó el gran parecido físico que los unía. Lo que no mencionó Pedro aquella vez fue que esta semejanza trasciende lo físico.
Hoy, con 19 años, Tomás Suárez-Vértiz Martínez ha decidido continuar el legado artístico del eterno ícono del rock peruano. Este paso representa el inicio de un nuevo capítulo en la vida del joven músico; el más honesto y liberador, asegura.
“El descubrimiento fue hace poco, pero siempre existió en mí la pasión por la música. Decidí hacerlo para impresionar a mi padre en el cielo y demostrarle de lo que soy capaz. Quiero ser mi mejor versión tanto como artista como como persona, y cantar mi propia música sin dejar de rendirle tributo”, refiere.
Tomás lanzará su primer sencillo, la quincena de mayo. La canción se llama “Me recuerdas a alguien”. “La compuse con Pierre Aguilar, mi representante, que es un capo. Estoy seguro que dejará huella en mi vida. No es rockera, es más pop, adaptada a lo actual. Estoy ansioso porque todos la puedan escuchar. Es muy especial. Es un buen producto”, asegura.
Y su primera tocada oficial está programada para el 1 de junio, en el Parque de la Exposición. En este evento también participarán Raúl Romero, el grupo Amén y Mauricio Mesones. Las entradas estarán a la venta a partir del 22 de abril en Teleticket.
“Este es el inicio de mi pasión, de lo que me genera felicidad, de mi combustible, de lo que siempre soñé”, comenta.
La música, su esencia
Tomás creció inmerso en un ambiente de guitarras y canciones. Desde temprana edad exploró los sonidos y melodías del piano, sin embargo su pasión por la música se hizo evidente recién, en cuarto de primaria, cuando ingresó al coro del colegio.
“Jamás olvidaré que la primera canción que practicamos en el coro fue “Drive my car”, de The Beatles. Allí estuve un año, pero el piano siempre estuvo presente en mi vida. Me gustaba jugar con las teclas graves. A veces mi papá se unía a tocar conmigo”, recuerda tras destacar que su padre siempre fue consciente de lo mucho que a sus hermanos y a él les gustaba la música.
“Me considero un fanático de la música de mi papá, por ende las canciones que tocaba en el piano eran suyas, en su mayoría. Cuando tocaba en la sala, imagino que me escuchaba, porque me llegaban mensajes al WhatsApp, diciéndome que no es do mayor, sino menor. Como era su música, me corregía para poder interpretar la canción de la manera correcta. Siempre estaba muy atento a eso”, confiesa.
Mientras se prepara para el que será su lanzamiento oficial como músico, el novel artista reconoce que el responsable de los éxitos “La cama de da vueltas” o “Me elevé” es su mentor y evita detenerse en pensar en las comparaciones. “De hecho estas llegarán, pero lo último que yo buscaría es competir con él. Siempre lo voy a considerar más que yo porque me enseñó todo esto y gracias a él estoy donde estoy y podré demostrarle al público de lo que estoy hecho y soy capaz”, asiente.
“Me gustan los Rolling Stones y Jimi Hendrix, los escucho muchísimo y los estudio. No para imitarlos, jamás actuaría o fingiría ser una persona que no soy, sino para ver qué tipo de música hacían y aprender de sus técnicas de interpretación. Pero ante todo, mi mentor es mi padre. Nos parecemos mucho, como persona y físicamente. La palabra que más escuché en mi vida es: ‘Eres el clon de tu papá'”, confiesa con una gran sonrisa.
Tomás tiene la firme convicción de que su padre lo acompaña en cada paso de su camino artístico y que estará a su lado en su debut. “Estoy seguro que nos cuida desde arriba, como siempre. Lo siento más presente que nunca. Hacer música me acerca más a él”.
“Tengo muchísimos recuerdos con él, en especial los paseos en El Olivar, en San Isidro. Él creció allí. A veces sueño que se repiten esos momentos, caminando, paseando, sacando aceitunas de los árboles, dándoles de comer a los pajaritos y a los peces que están en la laguna”, cuenta con emoción.
Finalmente, Tomás comparte un sentir que va más allá de los aplausos y la fama: más que llenar estadios, espera generar sonrisas con su música.
“Ver a la gente sonreír y feliz, que es lo que lograba mi papá, es mi principal objetivo”, subraya. Confiamos en que lo conseguirá.