Vive la Fête en Lima: la fiesta oscura del synthpop [CRÓNICA]

Vive la Fête tiene más de 20 años en la escena musical. En este punto de su carrera, llenan auditorios y estadios en las capitales europeas. Por suerte, y a pesar de su explosivo éxito en el mundo de la moda, han logrado mantenerse fieles a un estilo lúdico, honesto, siempre francófono. La noche del miércoles, en el pequeño local del Sargento Pimienta, nadie se esperaba tremenda fiesta.

A decir verdad, la audiencia no es más que un puñado de fanáticos de las películas de Xavier Dolan, un grupo entusiasta de residentes franceses, algunos fashionistas y varios curiosos que, investigando entre las tendencias musicales del synthpop y el new wave contemporáneo, llegaron afortunadamente a escuchar Vive la fête. La banda no es muy conocida en nuestro país, pero podría decirse que ni a ellos, ni a los asistentes, les interesa. Todos se han reunido para vivir la fiesta.

Antes del concierto, inicia el movimiento con un sonido que se acerca al rock alternativo y un estilo más bien sensual. La performance de Naama, vocalista, nos lleva a lo que más adelante será un despliegue de energía rítmica en el escenario.


Els Pynoo desplegando energía al cierre del concierto (Fotos: Cortesía Claudia Alva)

Els Pynoo desplegando energía al cierre del concierto (Fotos: Cortesía Claudia Alva)

"ANOCHE HUBO UNA FIESTA, FUE FANTÁSTICA" 
El público se va acomodando tímidamente alrededor del entablado para esperar la entrada de Vive la Fête que, con el "Danubio azul", desconcierta, y anuncia, manteniendo siempre el misterio, su pronta llegada. Sin más, las luces se apagan por un brevísimo segundo, y el sonido efervescente de "Nuit Blanche", canción himno del álbum con el mismo nombre, abre el concierto y vaticina que tendremos una verdadera fiesta: "Hier soir c'etait une fête, c'etait tellement fantastique". 

En leotardo, mallas negras y sin zapatos, Els asume la posición central, escoltada por Danny y los músicos, todos manteniendo el outfit negro y con una banda oscura pintada en los ojos (guiño lúdico que recuerda a Tarantino). Para continuar, "Tokyo", single del tercer álbum, "Republique Popularie", que mantiene la onda synthpop como un buen pase hacia "Schwarzkopf", una canción más compleja que hace vibrar por su intensidad. 


(Fotos: Cortesía Claudia Alva)

Els Pynoo en concierto (Fotos: Cortesía Claudia Alva)

En adelante y sin perder el ritmo, la banda continúa imparable su setlist, en el que resaltan "Verité", "Noir Desir" y "Popcorn", para entonces Els no solo logra total dominio de su voz y su cuerpo, sino también de una audiencia que no para un minuto de bailar. Las canciones se presentan más como eventos que transforman tanto a la banda como a los oyentes, quienes, en un principio, llevaban el ritmo con la cabeza, pero luego se mezclan entre saltos, gritos y brazos en el aire.

Casi hacia el final, Els entona con una voz mucho más "teenage pop" el "¿Por qué te vas?" de Jeanette, que todos los hijos de la generación de los 80 han escuchado de sus padres. La banda logra, sin embargo, extraer una dimensión nueva de la canción, entre la dulzura con que entona Els y la gravedad que mantiene el ritmo monótono de la batería y el sintetizador: se propone una versión oscura, obsesiva. Este estilo melancólico va de la mano con el "Mira" del "Disque D'or" y el "Love me, please love me" de "Jour de chance", entre otras canciones que revelan el lado oscuro de Vive la fête.

El "Vivré sur video" da inicio a la salida de la banda que, con un despliegue instrumental intenso y poderoso, deja reventando de energía a la audiencia y al local. Mientras la gente se dispersa, todos se toman un minuto para reconocer que lo que acaban de presenciar ha sido un privilegio. 

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